Final de 'Dark': 15 curiosidades de las que (quizás) no te habías dado cuenta

Dark ha llegado a su fin pero por el camino nos ha regalado multitud de detalles escondidos, que nos llevará descubrir un tiempo (unos cuantos visionados más de por medio). La serie de Netflix creada por Baran bo Odar y Jantje Friese ha utilizado a lo largo de sus tres temporadas todas clase de alusiones filosóficas, científicas y religiosas. Esto ha incrementado la complejidad de su libreto y ha emocionado a los fans de la ciencia ficción, lo que ha hecho que entre a formar parte instantáneamente en el listado seriéfilo de imprescindibles.

Los últimos episodios nos dejaban algunas cuestiones en el aire, varios líos con su árbol genealógico e incluso la necesidad de una explicación final para algunos de los seguidores. Sin embargo, Dark también dejaba caer sutilmente algunas referencias que te volarán la cabeza (si no lo han hecho ya).

Pese a que la serie dejaba caer durante toda su trama que Tronte podría ser el padre de Regina, lo cierto es que Bernd era el progenitor realmente de ella. Esta revelación hacía que ella quedara fuera del entramado y pudiera existir en el mundo real. La serie nos lo mostraba al final con una simple foto de este junto a Claudia.

El simbolismo de la manzana como la fruta prohibida del Paraíso ha permanecido latente a lo largo de las tres temporadas. Su significado cobraba sentido con la historia de Adán y Eva, por lo que este fruto era escondido en diversas escenas, y en otras no tanto. Desde El desconocido mirándola fijamente hasta los fruteros de las viviendas, sus apariciones han sido numerosas. Un elemento escondido al más puro estilo de los espectros de La maldición de Hill House, también de Netflix.

Después del Apocalipsis, la búsqueda de Peter y Elisabeth de su familia nos desvelaba algunos de los fallecidos en el desastre nuclear. Entre estos encontramos a Bernadette y Torben Wöller, Aleksander Tiedemann, Clausen o Jürgen Obendorf.

La habitación de Mikkel en los ochenta mostraba algunos guiños a la película Los Goonies y al tenista Boris Becker, referencias al celuloide y a los iconos alemanes de la época.

Todas las pistas apuntaban a que el hombre que construía el túnel del tiempo junto a Noah era Bartosz. Hecho que quedaba confirmado en el desenlace, después de descubrirnos que Noah era su propio hijo y que este muere en sus propias manos tras perder la fe en Adán y Sic Mundus.

Otra de las referencias que se encuentran a los ochenta surgía de las pertenencias de Mads Nielsen, después de que el pequeño Nielsen aparezca muerto. Aparte del característico walkman, también podíamos ver las icónicas zapatillas de Michael Jordan. Las Air Jordan 1 solo serían utilizadas por el baloncestista en una ocasión antes de ser prohibidas por la NBA.

El libro sobre los viajes del tiempo ha rulado durante los episodios de mano en mano. Un texto necesario para desentreñar todos los misterios sobre las realidades y que era responsable de la muerte de Claudia, entre otras cosas. El final desvelaba que El desconocido, hijo de Jonas y Martha, era realmente el autor de esta obra.

Martha vislumbraba la importancia de la relación entre los dos mundos con sus dibujos en el cuaderno escolar, donde realizaba una y otra vez el símbolo de infinito.

En el estudio de Mikkel podemos ver como en su carrera como artista parece haber estado obsesionado con una serie de motivos reiterativos, que parecen aludir a la partícula de Dios. Unos bocetos que podían verse de forma clara durante su suicidio.

Sin lugar a dudas, la máquina del tiempo que aparecía por primera vez se asemejaba a la presente en la novela La máquina del tiempo de 1895. Lo cierto es que los creadores dejaron muy patente la influencia de la obra de H. G. Wells, poniendo el mismo nombre al personaje de Tannhaus y utilizando también la importancia de la muerte en sus adaptaciones cinematográficas.

La aparición de los orbes dorados como máquinas del tiempo siguen siendo todo un misterio en este momento. No obstante, su relación podría encontrarse en la saga de videojuegos Assassin's Creed, presentados allí como los frutos del Edén. Algo que podría haber sido más visibles tras el descubrimiento de la trama religiosa final.

Aunque muchos señalan a que Helge y Claudia serían hermanastros, lo cierto es que no. Helge es hijo de Greta Doppler, pero su padre no es Bernd Doppler. Esta confiesa a Noah que posiblemente ha sufrido una violación por parte de Anatol Veliev.

Pese a que Aleksander no forma parte del entramado del árbol genealógico y, por tanto,  sobreviviría en la realidad original, este no aparece en la cena final. Esto se produce debido a que Ulrich no existe, por lo que Regina no sufre su bullying. Un hecho que era necesario para que esta huyera al bosque y conociera a Aleksander. Otras teorías apuntan a que ha sido encarcelado por el asesinato del hermano de Clausen o incluso ha muerto por la herida de bala.

Otra de las representaciones metafóricas de la ficción tiene que ver con la muerte de Jonas en la Segunda Realidad. Esta se produce de la mano de Eva, quien abate el personaje sobre el árbol genalógico. De esta forma, Jonas es arrojado sobre el símbolo de infinito, mientras que Martha corre en su auxilio. Una forma de mostrar la importancia de ambos como errores en la matriz. Además, también podría hacer alusión a la referencia del hijo de Tannhaus acerca de 'los ángeles' que han salvado su vida. 

Aunque la trama de Torben Wöller y su ojo ha dado mucho juego, lo cierto es que esta era incluida en el argumento de forma inesperada. Leopold Hornung es el actor que da vida al personaje en la serie y que sufría un accidente días antes del comienzo del rodaje, algo que finalmente era incluido en Dark.