La segunda vida de los batacazos: cómo China y el Blu-ray salvaron a 'Warcraft' y 'Dioses de Egipto'

La película de Duncan Jones arrasa en el Celeste Imperio, mientras que el desparrame mitológico de Gerard Butler encabeza las listas de vídeo doméstico en EE UU.
La segunda vida de los batacazos: cómo China y el Blu-ray salvaron a 'Warcraft' y 'Dioses de Egipto'
La segunda vida de los batacazos: cómo China y el Blu-ray salvaron a 'Warcraft' y 'Dioses de Egipto'
La segunda vida de los batacazos: cómo China y el Blu-ray salvaron a 'Warcraft' y 'Dioses de Egipto'

Como arte, y como comercio, el cine tiene caminos misteriosos e inescrutables. Sin ir más lejos, nadie hubiese dicho que aquel proyecto medio indie, inspirado en viejos seriales de aventuras y rodado a trancas y barrancas, acabaría generando la saga más legendaria de todos los tiempos. O, en otro orden de cosas, que cierto filme de 2016, machacado por los críticos desde antes de su estreno, acabaría perfilándose como un éxito financiero... gracias a la devoción del público chino por los videojuegos online. Estamos hablando, claro, de Warcraft: El origen.

Aunque a la película de Duncan Jones se le notan las costuras de un montaje muy carnicero, eso no ha parecido importarle a los espectadores del Celeste Imperio: durante sus primeros días en la cartelera china, Warcraft ha amasado cerca de 45 millones de dólares (39,5 millones de euros). Esta cifra incluye 8,4 millones de dólares (7,3 millones de euros) acumulados sólo en sesiones golfas, lo cual supone un récord para el gigante asiático. Así, el filme se convierte en el segundo mejor estreno de la historia en China, sólo por debajo de Fast & Furious 7

¿Qué factores han contribuido a este triunfo? Pues, como recuerda Slashfilm, unos cuantos. Para empezar, World of Warcraft (el rey de los juegos de rol online) tiene un inmenso contingente de fans en China: aproximadamente la mitad de sus cinco millones de usuarios registrados se conectan desde ese país. Dado que Warcraft está basada en uno de los predecesores de dicho juego, el filme contaba ya con un numeroso público potencial. Por otra parte, Legendary Pictures (productora del filme) fue adquirida en enero por la corporación china Dalian Wanda Group, algo que ha debido de darle ventaja dentro de un mercado donde llevarse bien con el gobierno (y con sus censores) es crucial, y donde las cuotas de pantalla limitan duramente el alcance de los estrenos internacionales.

En cualquier caso, la suma de esta victoria asiática con la de su recaudación en Europa (en España, sin ir más lejos, quedó como número 1 en taquilla con 2,2 millones de euros en su primer fin de semana) está convirtiendo a Warcraft de un batacazo anunciado en un triunfo por sorpresa.  Algo que, entre otras cosas, pone de relieve el hecho de que los estudios de Hollywood ya no pueden fijarse sólo en el 'domestic' (es decir, la taquilla recaudada dentro de EE UU) para calcular los beneficios de sus películas. Ahora bien: el segundo caso peculiar que nos ocupa hoy es de cariz algo distinto. Mitológico, incluso. Porque, cuando Dioses de Egipto llegó a los cines, nadie se esperaba que sus cuentas acabasen cuadrando... gracias al vídeo doméstico.

Con una recaudación ínfima en Estados Unidos (31 millones de dólares) y unas ganancias internacionales que apenas le permitieron cubrir su presupuesto, la película de Alex Proyas con Gerard Butler Nikolaj Coster-Waldau (Juego de tronos) se prestó al menosprecio, cuando no al cachondeo, desde su primer tráiler. Por ello, nadie nos había preparado para esta noticia, que nos llega vía Variety, y según la cual Dioses de Egipto encabeza el ranking estadounidense de ventas en dvd y Blu-ray.

No sólo eso: Dioses de Egipto ha llegado a esta primera posición desbancando nada menos que a Deadpooluna situación que, seguramente, le inspiraría más de un chiste al mercenario bocazas. ¿Hay truco? Nos da que sí, porque Variety sólo cita la posición de los filmes en las listas, no sus beneficios ni el número de unidades vendidas. Resulta curioso, no obstante, ver cómo el mercado internacional y el mercado doméstico pueden ofrecerles 'segundas vidas' a las películas más vilipendiadas.

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