Ha sido el culebrón de la semana. Y con cierta razón, además: primero, el director John Carney puso a Keira Knightley como hoja de perejil, responsabilizando a la actriz inglesa de las carencias de Begin Again, la película que hicieron juntos. Después, varios cineastas (entre ellos, Mark Romanek) defendieron a Knightley en Twitter, dejando a su vez a John Carney por los suelos. Y la presión de sus compañeros de oficio debe de haber funcionado, porque ahora es Carney quien pide disculpas: según recoge Variety, el director ha publicado un mensaje tuit retractándose públicamente.
Presentado con las palabras "De un director que se siente como un idiota integral", el texto declara que las invectivas contra Knightley fueron "caprichosas, mezquinas e insultantes". "Haber dicho esas cosas hace que me avergüence de mí mismo", prosigue Carney, y añade: "Buscar fallos en mi propio trabajo hizo que acabara achacándole esos fallos a otra persona". "Keira fue del todo profesional y competente en esa película, e influyó poderosamente en su éxito", continúa, afirmando que ha escrito a la actriz para pedirle perdón por sus declaraciones. Pese a ello Carney desea disculparse "públicamente y sin reservas" ante los fans de Knightley, así como "ante cualquier otra persona que se haya podido sentir ofendida". "Es algo injustificable, y no volverá a repetirse", remacha.
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