La vida de Alice Guy, la madre del cine, se convertirá en serie

Por fin estamos más cerca de que Alice Guy deje de ser confundida con Mary Pickford. La considerada como la primera directora de ficción de la historia del cine protagonizará una serie basada en su vida, que contará con dirección de Jean-Jacques Annaud (El nombre de la rosa, Siete años en el Tíbet).

Wild Bunch TV será la encargada de producir esta serie sobre Alice Guy, que contará con un reparto internacional todavía por anunciar. A la hora de contar la vida de esta pionera, primera directora de cine mujer e inventora del cine narrativo de ficción con El hada de los repollos (1896), se seguirá el reciente ensayo biográfico de Emmanuelle Gaume sobre la artista.

Nacida en 1873, Guy pasó una infancia complicada (con un padre abusivo, que la secuestró de su madre) a caballo entre Francia, Chile y Suiza. En 1894 fue contratada como secretaria en una compañía fotográfica parisina que pronto fue comprada por Léon Gaumont, fundador del imperio cinematográfico que llevaría su apellido.

Tras asistir a la histórica proyección de los hermanos Lumière presentando su cámara cinematográfica, Alice Guy se enamoró del cine y quiso rodar sus propias películas. En vez de filmar la realidad circundante, decidió combinar el arte de las imágenes en movimiento con la representación teatral, de donde surgió El hada de los repollos, un cuento de hadas sobre niños que nacen bajo las coles.

En un mundo dominado por el poder masculino, Guy tuvo muy complicado que su mérito fuera reconocido. Aunque siguió dirigiendo, y entre 1902 y 1907 acabó un centenar de filmes que tenía que hacer durante sus ratos libres, su huella no fue tenida en cuenta, a pesar de títulos como La malagueña y el torero (1905) –rodada en España y coloreada a mano– o La vie du Christ (1906) –una superproducción con 25 decorados y más de 300 extras–.

Tras casarse con el camarógrafo Herbert Blaché en 1907, se trasladaron a EE UU. Allí, Guy siguió haciendo películas de los más diversos géneros (western, espionaje, fantasía) con estrellas del cine mudo, lo que le brindó éxito suficiente para fundar Solax Studios, la mayor productora de EE UU anterior al traslado masivo de la industria del cine a Hollywood.