'Trolls' tiene la canción que te torturará este verano

¿Recuerdas el verano de 2013, cuando no era posible entrar a ningún bar, tienda de ropa, coche o farmacia sin ser bombardeado con la pegadiza melodía de Happy, el hitazo musical de Pharrell Williams cuyo influjo se prolongó una buena docena de meses más, hasta convertirse también en la canción del verano de 2014? Quizás lo que no tengas tan fresco es que, antes de someter bajo su ley a la radiofórmula, Happy comenzó su andadura en la banda sonora de Gru 2, mi villano favorito, sirviéndose del poder ubicuo de los Minions para propagarse por el planeta. Pues bien, este año DreamWorks pretende repetir la jugada que tan bien le salió a Universal entonces.

Para ello cuenta con Trolls, la película de animación basada en los diminutos trolls de la suerte y sus peinados chillones. Aunque el filme no tiene previsto llegar a los cines hasta noviembre, desde los meses de verano iremos conociendo la banda sonora de lentejuelas que arropará a las criaturas, redefinidas para la ocasión como seres de lo más bailongo. Justin Timberlake, que pone voz a uno de los protagonistas, ha sido el encargado de abrir fuego con Can't Stop the Feeling, su aportación musical a la película. ¿Será la canción de bailoteo y buen rollito que no pararemos de oír durante este verano? Todo apunta a que se situará muy alto en la lista. Desde su aparición en YouTube hace cinco días ya acumula 12 millones de reproducciones...

Aquí puedes ver el momento en que Timberlake reveló la canción completa al equipo del filme, que incluye a Icona Pop, Kunal Nayyar y, por algún motivo, Gwen Stefani en coche.

Lo que es más importante, Anna Kendrick, también integrante del reparto de voces originales de Trolls, tiene su propio vídeo de baile de Can't Stop the Feeling, primero de una serie de virales donde más miembros de la película moverán sus cuerpos al son del tema. Pero es altamente dudoso que nadie lo haga con el mismo magnetismo contagioso que ella, claro. Adelante, dale al PLAY. Sólo será una más dentro del interminable número de veces que escuches la canción.