[Seminci 2020] ‘Mainstream’, el ‘Network’ de la Gen Z

En su segundo largo, Gia Coppola copia, pega y remezcla sin complejos para ofrecer una visión apocalíptica de los ‘media’ ‘post-millennial’ con un Andrew Garfield espectacular
[Seminci 2020] ‘Mainstream’, el ‘Network’ de la Gen Z
[Seminci 2020] ‘Mainstream’, el ‘Network’ de la Gen Z
[Seminci 2020] ‘Mainstream’, el ‘Network’ de la Gen Z

Mucho antes de que los YouTubers y los ‘influencers’ hicieran chorradas en ‘streaming’ en busca del mayor número de ‘likes’ posibles, los jovenzuelos del 2000 se tronchaban con las burradas del programa de la MTV Jackass. De ahí hicieron fortuna Jeff Tremaine, con numerosas secuelas pegando en la taquilla; Spike Jonze, reconvertido con los años en epítome de lo indie; o Johnny Knoxville, uno de los cameos más obvios de Mainstream, segundo largometraje de Gia Coppola, la nieta de Francis, y visión apocalíptica y ramplona de los ‘media’ ‘post-millennial’, cuya narrativa es heredera, claro, de las payasadas y desfases del programa de Knoxville y compañía. De aquellos polvos, estos lodos, nos explica la joven cineasta angelina.

No es la única referencia directa que copia, pega y remezcla Coppola en Mainstream. El segundo tótem audiovisual del que se apropia la directora y guionista es Network, la ferocísima crítica de Sidney Lumet contra la dictadura de la audiencia televisiva, estrenada en 1976. Entonces, Coppola nieta todavía no había nacido y su abuelo tampoco había viajado aún al sudeste asiático para rodar Apocalypse Now. Este apunte puede parecer fuera de lugar, pero es importante poner las fechas en perspectiva ya que han pasado casi 45 años desde la película de Lumet, en efecto, pero nuestra conducta como especie en relación con los medios y con los 15 minutos de fama sentenciados por Andy Warhol apenas ha variado.

En Mainstream, vista en la sección Punto de encuentro de la Seminci 2020, Maya Hawke es una chavala que se parapeta tras su cámara de vídeo del Smartphone. Vive en Los Ángeles trabajando en una coctelería ‘viejuna’ con una programación diaria de espectáculos cutres de magia y no se sabe muy bien cuál es el talento escondido que le ha llevado a trasladarse a la meca del cine. Hasta que conoce a Link (Andrew Garfield), un joven misterioso sin oficio ni beneficio, pero con un carisma arrollador. Junto a su amigo Jake (Natt Wolf) deciden montar un trío creativo y subir vídeos a las redes mofándose justamente del catálogo de poses y tópicos que abundan en el 2.0 para criticar la dependencia de la Gen Z al teléfono móvil y a los vacuos contenidos que ofrecen las plataformas de esos dispositivos. En los vídeos, Link se hace apodar No One Special y acabará por ser, como cabe esperar, un Mr. The Only One insoportable, vanidoso, egocéntrico y faltón.

[Seminci 2020] ‘Mainstream’, el ‘Network’ de la Gen Z

Coppola no es especialmente sutil en su sátira sobre el panorama mediático de la Gen Z, pero a esta cronista en concreto no le importa demasiado la brocha gorda que emplea la cineasta en Mainstream. Todo lo contrario: el brochazo se disfruta. Hay ocasiones en las que Coppola nieta parece imitar o hacer suyo algo de Coppola hija (Sofía). Por ejemplo, el personaje de Andrew Garfield podría pensarse como un sosía de Spike Jonze, pareja de Sofía en los años de Jackass, mientras que el de Natt Wolf puede verse como el trasunto de Thomas Mars, esposo de Sofía y líder de la banda Phoenix.

Los préstamos en Mainstream son tan descarados que provocan mucha ternura (la escena en que Garfield corretea por Hollywood Boulevard ataviado con un calzoncillo de color carne y un notable pene falso homenajea las mil y una bromas de Jackass; la sempiterna imagen del Gran Hermano orwelliano también hace acto de presencia; mientras que el desenlace calca (casi) todo el final de Network), aunque Coppola sabe utilizar con ingenio todo ese material reciclado en relación a los dilemas de los ‘media’ actuales, desde la fama rápida a los escraches virtuales o la cultura de la cancelación. Este ejercicio de apropiación comme il faut viene punteado, además, por glitchs y emojis, en una decisión de puesta en escena que amplifica los códigos visuales del relato, pero a la vez estrecha, de manera intencionada, los matices del mensaje. ? ? ?

Un último apunte: Jason Schwartzman en el rol de un agente de marketing 2.0 dispara las mejores frases de diálogo de la película –“¡menudo tren de ‘selfies’!” suelta su personaje cuando lleva a Link a un directo con la crema de los ‘influencers’ del momento–, pero el trabajo interpretativo de Andrew Garfield en Mainstream es descomunal. Sobreactuado, intensísimo, monstruoso: un titán salvaje que devora literalmente la película.

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