El final de 'Casa ajena', explicado

Crítica social, enfermedades mentales y el drama de emigrar de un país en conflicto armado, Remi Weekes rompe con los paradigmas preestablecidos del terror psicológico.
El final de 'Casa ajena', explicado
El final de 'Casa ajena', explicado
El final de 'Casa ajena', explicado

Aviso para navegantes, la siguiente noticia contiene spoilers de Casa Ajena

Muy bien, lo sabemos, gran parte del encanto de los filmes de terror psicológico es la apertura a diversas interpretaciones de sus desenlaces. Sin embargo,  la horror movie centrada en el drama de la emigración Casa ajena, que ha conseguido situarse entre los contenidos más vistos de Netflix estos días, lanzaba una importante crítica social digna del reconocimiento de todos los espectadores. La ópera prima de Remi Weekes recuerda a la filmografía de cineastas vanguardistas en el género como Jordan Peele (Nosotros, Déjame salir) y ofrece una perspectiva actual, y una forma magistral de hacer nuevo cine, que está conquistando a crítica y público.

El desenlace como tal de Casa ajena no alberga demasiado misterio, pero sí una valiosa lección sobre los avatares vitales. La pareja conformada por Bol (Sope Dirisu, Gangs of London) y Rial (Wunmi Mosaku, Territorio Lovecraft) se enfrentan a sus propios fantasmas, con los que finalmente deciden vivir en armonía, después de asesinar a la bruja que les atormentaba. Todo esto tras descubrirse que Nyagak en realidad no es su hija, sino que la habían salvado como salvoconducto para poder escapar de Sudán del Sur y posteriormente esta se ahogaba en el trayecto en patera. "Parte de la historia es sobre los peligros de ignorar el trauma, puedes intentar hacerlo, pero él no te ignora y te persigue. Es más sobre el dolor invisible emocional de la enfermedad mental, que creo que es lo que representa la criatura", destaca  Weekes en unas declaraciones para Collider.

Desde la llegada a su nuevo hogar tras pasar por un centro de detención de refugiados, los protagonistas comienzan a observar extraños detalles en la vivienda, que finalmente dilucidan en la presencia de un ente maligno que pretende que ambos paguen sus deudas pendientes. "Creo que la verdadera regla básica para esta película es que lo que están viendo no puede realmente herir a nadie. Trata más sobre los sentimientos visuales que quieren afectar a las emociones de los personajes y a cualquier tipo de violencia que ellos hayan cometido consigo mismos". Su huida de la guerra crea una enorme conmoción en ambos individuos, quienes utilizan a la pequeña Nyagak para sobrevivir a toda costa. No obstante, Bol y Rial se presentan como personajes nobles que toman decisiones complicadas ante una situación insostenible en su país de origen. El filme ofrece esta perspectiva y deja abierta la visión de la audiencia para que juzgue por sí misma.

Enfrentándose a un duro pasado

"Quería ser optimista. Es duro porque cuando estás hablando sobre la recuperación, se entiende que no sucede de repente. Es un proceso que lleva tiempo, pero creo que queríamos terminar con el principio de este proceso, el inicio de la recuperación", señala Weekes sobre la salvación repentina de Bol en el último momento en el que la bruja (interpretada por el español Javier Botet) intenta saldar una deuda pendiente. Por ello, el propio director deja caer que todo podría ser producto de la propia imaginación de los personajes, quienes se enfrentan al trauma de la pérdida y la guerra en su patria, así como a los hechos sin escrúpulos que deben cometer para poder continuar con vida.

Por su parte, Mosaku quedaba impresionada ante este plot twist. "Leí el giro de guion y literalmente no podía continuar haciéndolo, tuve que volver a leerlo desde principio con conocimiento. Estaba tan sorprendida, todavía me preocupaba por esas personas, les amaba y me preocupaba por ellos". Este hecho compartido por muchos espectadores también asombraba a la intérprete. "Solo pensé que era tan sorprendente como Reimi hizo que incluso si eres una victima de tus circunstancias, eres humano y tienes defectos. Eso también necesitaba ser explorado . Esa profundidad fue increíble para mí".Casa ajena ha conseguido ser uno de los filmes de terror más laureados del años, con hasta un 100% en Rotten Tomatoes. Y es que la frase final de Bol al personaje de Matt Smith será recordada por los amantes del género durante mucho tiempo. "Tus fantasmas te persiguen. Ellos nunca te dejan. Viven contigo. Es cuando los aceptas, cuando comienzas a enfrentarte a ti mismo. Esta es nuestra casa".

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