Décadas después, Arnold Schwarzenegger sigue dándole vueltas al fracaso comercial que supuso El Último Gran Héroe y que, según algunos, marcó el declive de su carrera (pese a que todavía tenía pendiente de estreno Mentiras arriesgadas)
El antiguo Gobernador del Estado de California, recuerda ahora aquel estreno en el año 1993 durante una entrevista con Business Insider, echándole la culpa a Bill Clinton.
"Aquel era el año en que había que machacarme", explica en la entrevista. "Era una de las razones por las que el Presidente Clinton había sido elegido y la prensa hizo aquí un caso político 'Bien, los héroes de acción de los años 80 ya se han acabado y aquí tenemos el ejemplo perfecto'. Escribieron eso sin ni siquiera haber visto la película"
Ese último comentario del actor parece deberse a que El Último Gran Héroe fue una película paródica y post-moderna con el propio género de acción de la década anterior, algo que es verdad que una parte de la crítica -paranoia política al margen- pudo haber ignorado en el momento, no sabiendo verlo como también sucedería con otra película del año, la también referencial Demolition Man, protagonizada por Stallone y en la que ya se veían algunas trazas de lo que muchos años después supondrían relecturas del género como Los Mercenarios.
El último gran héroe supuso uno de los mayores fracasos de la carrera de Schwarzenegger su producción no estuvo exenta de problemas hasta el punto de que los guionistas originales Zack Penn y Adam Leff mantienen desde entonces una rivalidad con Shane Black, el escritor cuyo estilo intentaban imitar y que en última instancia fue contratado para reescribir el material.
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