‘Paquita Salas’: Anna Allen y el camino de la redención

Paquita tiene una pena, Paquita quiere más... Paquita Salas ha vuelto a dar de qué hablar en los Feroz 2020, con el premio otorgado a mejor actriz de reparto de una serie a Yolanda Ramos y la reaparición pública de Anna Allen. Los Javis sorprendían en las dos primeras temporadas con multitud de cameos que nos dejaban con la boca abierta. Si ya podíamos encontrarnos con la noticia de que Terelu Campos sería una de las protagonistas de la nueva temporada, esto nos hacía cuestionarnos qué más podría pasar. Y entonces llegó ella (sin demérito de Josh Hutcherson).

Anna Allen aparecía y nos regalaba un meta-monólogo que ponía la piel de gallina a los seguidores de la representante. La actriz llevaba desaparecida desde hacía cuatro años cuando la polémica por su vida ficticia en Hollywood hacía que la carrera de la intérprete de Cuéntame cómo pasó se fuera al garete.

La serie ya recogía la historia de Allen a través del personaje de Clara (Claudia Traisac). La protagonista era una actriz representada por la agencia de PS Management, la cual se veía vapuleada por la sociedad tras descubrirse los fotomontajes sobre una vida inventada. La historia se repetía. La joven tenía que acabar huyendo a Navarrete, donde Paquita Salas le ayudaba a ocultarse de la gente. Algo parecido con la actriz de la que nadie sabía nada. Sin embargo, la última temporada cerraba la historia del personaje acudiendo a la persona en la que basaba y con una película que explica el porqué de todo la situación. Meta-ficción dentro de la meta-ficción. Una locura.

Cuando se destapó todo el montaje de Allen la furia de las redes sociales caía contra la actriz sin piedad, un tema que los medios de comunicación también postergaron (y que ahora hacen autoconciencia). Un odio un tanto injustificado de la sociedad que, con las lágrimas de Anna Allen (actuadas o no), hacen reflexionar sobre el tratamiento a los personajes públicos en la actualidad. La actriz decidió retirarse de mirada pública, suscitando multitud de teorías sobre su paradero real y sobre quién podía saber dónde se escondía.

La actriz sorprendía con un meta-monólogo en el que la realidad supera a la ficción. "Todo es mentira: las ofertas de trabajo en el extranjero, los guiones en los que trabajé, todos los papeles de los que me pediste que hablara en televisión. Te creí, porque supongo que todos creemos lo que queremos creer y ahora he destruido mi carrera, la que tanto me costó crear". La actriz cenfesaba a través de la serie la propia farsa vivida. Un momento conmovedor y que la lleva al camino de la redención y el perdón de todos los demás. Todos nos equivocamos.

"Llevo mucho tiempo aquí encerrada haciéndome preguntas. Me he dado cuenta de que me he estado haciendo las preguntas equivocadas. La pregunta importante no es por qué me pasó lo que me pasó. La pregunta importante es qué voy a hacer a partir de ahora y yo sé la respuesta. Voy a salir, voy a luchar, voy a salir adelante. Voy a coger todo lo que me ha pasado y a convertirlo en algo que valga la pena". En un discurso ficticio en que la verdad desborda, Allen mostraba su nueva fortaleza y la pena que ha tenido que pagar por todo lo que había hecho. Porque todos merecemos un perdón. Un giro de trama contra todo el linchamiento que estaba sufriendo la actriz.

La trama se veía sustentada con la propia historia del sex-tape de Belinda Washington en la serie al más puro estilo de Kim Kardashian o de la concejala Olvido Hormigos. Un hecho del que se recuperaba con la ¿canción del verano? en la que al más puro estilo Leticia Sabater no dejaba los deditos tranquilos. ¿Estarán preparando los Javis el camino para los siguientes cameos?