Los secretos del vestuario de 'Mad Men', la serie mejor vestida

Janie Bryant, creadora de los maravillosos vestidos de Betty o los impecables trajes de Don Draper, responsable de que en los últimos años el estilo de los 50 y los 60 haya vuelto a las tiendas y pasarelas, nos recibe en el exclusivo Soho House de Sunset Boulevard en una clásica sala de cine (sillones de terciopelo rojo separados por lamparitas de tulipa verde), donde podrían estar sentados los Mad Men. En el número de junio de la revista le preguntamos por su trabajo, y esta es la versión íntegra de lo que nos contó:

Son ya cuatro temporadas, y el trabajo será más fácil, pero ¿cómo te enfrentaste a la primera temporada?

Me acerco a todas de la misma manera, después de investigar, entender hacia dónde va la historia, los personajes... La clave de este trabajo es cambiar poco a poco para que cada temporada no parezca una serie nueva. Pero, en realidad, diseñar la primera temporada fue casi más sencillo porque no había nada creado, ni las expectativas o presión de ahora. Nunca esperé que fuera a ser una serie con tanto éxito.

Pero ahora en la cuarta temporada sí ha habido un gran cambio…

Sí, hubo tantos como cambios en la trama. Las temporadas uno, dos y tres mantuvieron ese look de finales de los 50, principios de los 60, pero la cuarta arrancaba en 1964 y hay una evolución mucho más marcada. En la moda de EE UU hubo muchas influencias exteriores, sobre todo, británicas.

Venías de trabajar en Deadwood [por la que ganó un Emmy], ¿te sientes más cómoda diseñando vestuario de época?

Mucho más. Es mi obsesión. De hecho, estudié diseño e historia de la moda. Me gusta fantasear con la ropa que se llevaba antes, estudiarla, crearla...

¿Cómo es el proceso de creación del armario de Mad Men?

Primero, investigar, en internet, mirando fotos de familia antiguas, revistas del momento como Time o Life y algunas femeninas. Aunque no de moda, porque Mad Men es una historia sobre gente real, no un catálogo de moda. El siguiente paso es dibujar las prendas de cada personaje y crearlas. Y después hacemos las pruebas en los actores, les fotografiamos y lo discutimos con Matt Weiner [el creador].

¿Las construís todas de la nada?

No, es una mezcla entre lo que cosemos nosotros mismos (somos nueve) y lo que alquilamos y compramos en tiendas de ropa vintage, como Playclothes en Magnolia St. (Burbank), mi favorita.

¿Partiste de alguna inspiración concreta para crear el estilo de cada personaje?

No se trata de mirar a grandes estrellas, porque Mad Men es sobre gente normal, pero sí que me fijé en algunos actores y actrices clásicas, claro. Para Betty por ejemplo me inspiré en Grace Kelly y en mi abuela. Peggy va hacia una Audrey Hepburn y Joan, definitivamente, es como Marilyn, Sophia Loren o Jane Mansfield. Y, claro, con Don me fijé en Cary Grant o Gregory Peck.

¿Cuántas prendas hay por temporada?

Hacemos una media de 75 modelos de pies a cabeza para los actores principales, secundarios e invitados especiales. Y para los extras unos 200 trajes, muchos reciclados, pero es lo más complicado: ellos son el fondo del plano, y nos gusta cuidar cada detalle. Sobre todo a Matt Weiner.

¿Quién tiene el armario más grande?

Betty y, sobre todo, Don Draper. Él es el único que sale en todos los episodios. Muchos de sus trajes parecen iguales, pero no repite casi nunca, a pesar de que son todos grises.

¿Por qué son grises?

Don es un personaje oscuro, con secretos... Los trajes son su armadura y el gris recuerda al metal.

¿Llegaremos a verles de hippies en la 5T?

[Risas] No sé hasta dónde llegará Matt Weiner en la historia, pero no veo a Betty de hippie, aunque sí me la imagino en los 80, con un Lacroix de enormes hombreras. Sally [la hija] sí que estaría monísima con patchwork.