'La última guardia': Detrás de detrás de las cámaras de 'Juego de tronos'

Hablamos con Jeanie Finlay, directora del documental que desvela los secretos del rodaje de la serie. Ella estaba allí cuando Kit Harrington no pudo contener las lágrimas.
'La última guardia': Detrás de detrás de las cámaras de 'Juego de tronos'
'La última guardia': Detrás de detrás de las cámaras de 'Juego de tronos'
'La última guardia': Detrás de detrás de las cámaras de 'Juego de tronos'

SPOILERS DE 'JUEGO DE TRONOS' TEMPORADA 8

Cuando los productores de la serie la llamaron para encargarle el documental, Jeanie Finlay no era lo que se dice una gran fan de Juego de tronos –"Había oído algo de Jon Snow y lo de ‘Winter is coming’, pero apenas podía distinguir entre Cercei y Sansa”, nos confiesa– por eso el día que llegó a la lectura de guion de la última temporada y se sentó en torno a esa enorme mesa junto a los creadores y el reparto que había llegado vivo hasta el final, se quedó impresionada: “Fue muy emocionante”.

Finlay estaba detrás de la cámara que grabó a Kit Harington cuando descubre que Jon Snow acabará matando a Daenerys y nos ha contado cómo lo vivió: “Me sorprendió mucho hasta qué punto fue tan emotivo. Esa sensación que había de que todo era inminente, de que el final estaba llegando”. Pero Harington no es el único al que vio llorar durante los 14 meses que duró el rodaje y que ella se pasó pegada al equipo: “En la lectura de guión también llora Emilia (Clarke) y eso me tocó muchísimo; también lloró Sophie Turner después de grabar algunas escenas; el equipo detrás de las cámaras también lloró; siempre había alguien llorando cuando alguien moría; hubo gente que lloró durante la proyección... ¡He visto llorar a mucha gente en Los Siete Reinos!”.

Llegó al rodaje de la temporada final con la distancia del que ha tenido que verse todas las anteriores del tirón para ponerse al día pero no tardó en confirmar que aquello era mucho más que una serie: “Para los que trabajaban y los que salen en Juego de tronos esto ha sido su vida durante 10 años. Cuando has construido todo un mundo, ¿cómo puedes despedirte de él?”. Ella comprobó lo difícil que es estando allí, grabando a dos cámaras durante todo el día y la noche, si era necesario: “Los rodajes nocturnos eran algo extraordinario. Y las batallas, con el humo, el fuego de verdad... Me llamó la atención que a veces había hasta 500 extras y cómo todo estaba rodeado de personal de seguridad”.

Cuando se gritó el último ‘¡corten!’ se volvió a casa con 950 horas de grabación que tardó 7 meses en editar hasta dejarlas en las poco menos de dos que dura Juego de tronos. La última guardia, la confirmación de lo que Deborah Riley, diseñadora de producción, confiesa antes las cámaras de Finlay: “Ahora veo que lo que hicimos en las temporadas anteriores fue un entrenamiento para la octava. Hemos llegado al límite de lo posible y creo que todos ven claro que debe acabar porque ya no puede ser más grande”.

Sophie Turner

Convertida en una las personas más envidiadas por los fans de la serie, Finlay lo confirma: “Me impresionó muchísimo lo grande y ambicioso que era todo. ¡Era enorme y mágico! Cuando estabas en Invernalia no estabas en un decorado viejo, ¡estabas en un castillo! Y sentías frío porque había nieve por todas partes”. Y gente; que hubiera mucha gente por todos lados es otra de las cosas que más le llamaron la atención: “Había como 2.000 personas detrás de las cámaras ¡Era como una ciudad!”. Porque, como confiesa en el documental David Nutter, director de cuatro de los episodios de esta octava temporada: “Yo solo soy el director de la orquesta”.

Irlanda del Norte, Islandia... El viaje hasta el final de esta historia pasaba también por España porque en esta octava temporada se han rodado escenas memorables en Itálica. Así que hasta Sevilla que se vino también Finlay acompañando a todo el equipo. No solo a los actores que formaban parte de esas secuencias, también, como se ve en el documental, con los que vinieron solo para hacer de señuelos y despistar a los fans. Porque Finlay confirma que, entre todos los fans, los españoles son los que estaban más pendientes de todo: “No sé si podría decir que son los más apasionados pero sí que adoran la serie y al reparto. ¡Estuvieron allí todo el tiempo! Pero literalmente todo el tiempo. No se movieron de la puerta del hotel” y reconoce que “cuando los vi allí... ese fue uno de los momentos en los que me di cuenta de lo grande que era esta serie”.

No es un secreto que todo lo que ha rodeado siempre a Juego de tronos era eso, un secreto. De hecho, en un momento del documental vemos cómo, tras la lectura de guión, todas las copias acaban en una trituradora. Jeanie Finlay también tuvo que aprender a lidiar con el secretísimo que exigía formar parte de esta aventura: “Recibí los guiones al mismo tiempo que los actores pero el documental también tenía que ser un secreto; HBO no quería que se supiera nada así que no podía contárselo a nadie. ¡Mi hija hizo de extra y no podía contárselo a sus amigas!”.

Nos guste o no, hoy Juego de tronos ya es historia y aunque, como ella dice “es difícil decir adiós a algo cuando los amas amas”, al menos este documental ha dejado por fin a la luz todos los secretos. O casi todos.

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