'El cuento de la criada' se queda sin vino por el rechazo en redes sociales

El merchandising de cine y series está lleno de ideas de bombero. Los adorables muñequitos de Alien, el libro para colorear de Dune o la piruleta con forma de Jar Jar Binks sacando la lengua son algunos ejemplos egregios. Pero pocas meteduras de pata se nos antojan tan enormes como la de MGM lanzando una línea de vinos inspirada en El cuento de la criada. 

Sí, estamos hablando de ESA El cuento de la criada: La serie de Hulu inspirada en el libro de Margaret Atwood en la que Elizabeth Moss sobrevive a una sociedad distópica donde las mujeres padecen un sometimiento atroz. Así pues, vete a saber qué les entró al estudio y a la empresa vinatera Lot18 cuando decidieron anunciar que pronto los fans podrían degustar caldos basados en Defred (Moss, un pinot noir), Deglen (Alexis Bledel, cavernet sauvignon) y la mala malísima Serena Joy (Yvonne Strahovski), cuyo Burdeos era el único blanco del lote.

Tal vez esta decisión estuviera motivada porque, en EE UU, el vino se ha visto como una bebida propia de mujeres de clase alta. Pero, si los responsables de la campaña pensaban que eso les iba a librar de un escándalo en redes sociales, iban aviados. Como recoge el Hollywood Reporter, los tuits dedicados a deplorar el producto fueron muchos y muy iracundos. "Tengo grandes ideas, Hulu", ironizaba la periodista Jess Zimmerman. "El spray de pimienta de El cuento de la criada", "el DIU de El cuento de la criada" y un donativo a una ONG proderecho a decidir eran algunas de las alternativas que proponía.

Andi Zeisler, de la web feminista Bitch Media, era mucho menos sutil: "Por fin, un producto que combina todo lo que odio: el vino, el marketing, el capitalismo sin frenos y las distopías autoritarias patriarcales donde las mujeres son ganado". 

El resultado de este rechazo ha sido el esperable: Entertainment Weekly anuncia que los vinos nunca saldrán al mercado. Con lo cual ya podemos imaginarnos a aficionados de todo el mundo pujando millonadas por las pocas botellas que han llegado a ser producidas como muestras o modelos para fotos publicitarias. ¿Tiene moraleja esta fábula? Pues es posible: señores ejecutivos, el merchandising no siempre es necesario.