Así fue la clase magistral de Carlton Cuse ('Perdidos') en Madrid

Con el acceso vetado a los medios de comunicación, Carlton Cuse –responsable junto a Damon Lindelof, que finalmente no vendrá al II Festival de Series, de Perdidos– impartió ayer la primera de las dos clases magistrales que tiene programadas en Madrid. La segunda está teniendo lugar durante la mañana del viernes en la Sala Berlanga, un cine del centro de la capital. En el programa para hoy aparece un visionado de 'The Constant' (capíltulo cinco de la 4ª Temporada), uno de los episodios míticos de la serie. Ojo, que no se trata de este curso. CINEMANÍA se ha puesto en contacto con dos asistentes al curso organizado por Fundación Autor para conocer todos los detalles sobre esta primera sesión que duro casi cuatro horas y media.

La clase magistral de Cuse se dividió en cuatro bloques: una presentación con un power point en la que fue relacionando anécdotas de su infancia y formación con su vida profesional, la proyección del capítulo 'The Outlaws' de Perdidos (1ª Temporada, cap. 16), una explicación de media hora sobre el desarrollo y peculiaridades de ese episodio, y finalmente un turno de preguntas de hora y media.

De esa presentación inicial e inspiradora nos quedamos con algunas anécdotas bastante curiosas.

1) Cuse contó que su vocación inicial era la de médico, pero que cuando asistió a una operación se desmayó y entendió que debía elegir otra profesión.

2) Su primer contacto con el cine fue cuando, siendo un estudiante, el equipo de Aterriza como puedas fue a la Universidad de Harvard a grabar unas secuencias.

3) Cuando empezó a trabajar en Perdidos era, según sus propias palabras, prácticamente un becario de Damon Lindelof.

4) Cuando el proyecto de la serie empezó a tomar forma estaba trabajando en Los ángeles de Charlie, un encargo que odiaba tanto que lo abandonó en cuanto le ofrecieron un puesto en Perdidos en el segundo episodio.

5) Los autores que más le han influido a la hora de escribir guiones son: C. S. Lewis, Scott Fitzgerald, J. D. Salinger y Hunter S. Thompson. Con este último, trabajo en una serie de televisión protagonizada por Don Johnson, Nash Bridges.

6) J. J. Abrams escribió el episodio piloto de Perdidos, pero luego se desentendió por completo de la serie. Nadie en la cadena confiaba en el proyecto, pero había costado tantísimo dinero este primer capítulo que había que hacer por lo menos otros 12 episodios que justificaran semejante gasto.

7) "Si sólo va a durar 12 episodios, que por lo menos sea una serie de culto como El prisionero o Twin Peaks", acordaron Lindelof y Cuse. Sin restricciones ni miedo a que no renovaran la serie –daban por sentado que la cadena no lo haría–, hicieron lo que les dio la gana.

8) Al principio de la 3ª Temporada estuvieron a punto de abandonar y le dijeron a la cadena que estaban, ejem, perdidos. "Necesitábamos una fecha de caducidad", recordó Cuse, que lo comparó con la decisión de J.K. Rowling cuando le pidieron que Harry Potter fuera una saga. La autora escocesa decidió desde el principio que sólo había siete historias más que quisiera contar del personaje y se puso unos plazos. La cadena acordó con Lindelof y Cuse que la serie terminase en la 6ª Temporada y con esa idea en mente, desarrollaron la historia.

9) La omnipresencia de las relaciones padre-hijo en Perdidos es algo de lo que han hablado mucho Lindelof y Cuse. Ambos tuvieron una relación mala o complicada con sus padres.

Tras la proyección del capítulo 16 de la 1ª Temporada de Perdidos, 'The Outlaws', Cuse explicó durante media hora las claves para escribir una serie de estas características, o lo que él llamo "paradigma". "Necesitas unos personajes que te importen y una mitología", resumió, aunque de su discurso se pueden desprender bastantes ideas interesantes.

1) En cada capítulo, al menos al principio, tenía que haber un flashback, una historia en la isla y un personaje como hilo de la trama.

2) Los guiones estaban condicionados por los cortes de publicidad. Antes de cada pausa debía haber una escena de los tres elementos que formaban el guion (flashback, isla y personaje).

3) En el proceso de creación no hay ideas malas, hasta la más descabellada puede ser la definitiva. ¿Un ejemplo? La de los viajes en el tiempo. Cuando dieron con ella estaban casi seguros de que la cadena odiaría la idea y les echarían de la serie

4) En una serie no puedes controlarlo todo… afortunadamente. A veces hay que prescindir de personajes por factores externos. A pesar de que Mr. Eko era un personaje muy enigmático para el que tenían muchos planes y que les encantaba, el actor que le interpretaba, Adewale Akinnuoye-Agbajeal, no se sentía a gusto en el rodaje y empezó a dar problemas -"Se volvió un poco loco", apuntó Cuse–. A Malcolm David Kelley (Walt) creció más de lo previsto, le cambió la voz y pasó de ser un niño a un adolescente grandote; por eso se inventaron su secuestro al final de la 1ª Temporada.

5) Y al revés, a veces un factor ajeno como descubrir a un gran actor como Michael Emerson, sirve para darle más profundidad a un personaje y hacen que se convierta en relevante, hasta el punto de que Ben Linus se ganó el puesto de villano de la serie.

6) Lo más importante para contar una historia: tener claro qué se quiere contar y después cuál es la mejor manera de hacerlo. Como ejemplo, Cuse puso los viajes en el tiempo, que surgieron como solución para contar la historia de la Iniciativa Dharma.

Después de casi hora y media de preguntas de los asistentes, casi todas orientadas al modelo norteamericano de producción de series –ni rastro de fanáticos con dudas freaks–, para acabar esta primera sesión Cuse tocó el espinoso asunto del final de Perdidos. "Tratamos de no dejarnos influenciar por la presión externa y nos centramos en lo que había sido lo más importante de la serie: los personajes. Además, cualquier pregunta te lleva a otra pregunta, y asumimos que era imposible contestar a todas: siempre surgirían otras después". Del Epílogo nadie quiso preguntarle.