El Havre

Al amigo Aki Kaurismäki se le acusa de hacer siempre la misma película una y otra vez. La comedia liofilizada, los personajes indolentes, la estética minimalista… La misma genialidad de siempre parece haberse convertido en un pecado. En la era de Ikea, Zara, la versión anual del iPhone y el usar y tirar, la modernidad pasa por la actualización de esa antigualla de doctrina lampedusiana que consiste en cambiarlo todo para que las cosas sigan igual. La sobrevaloración del cambio ha llegado también al cine, donde se supone que el espectador ya lo ha visto todo y sólo reacciona ante lo diferente: el resto aburre. Ésos que encumbraron a Kaurismäki, lo ignoran ahora en los festivales del mundo.

Frente a este axioma de modernez, el concepto de clásico lucha contra lo efímero perfeccionando lo eterno. Y ahí la repetición de lo bueno se antoja imprescindible. Pero es que además está el estilo propio y la originalidad. La extraña mezcla de surrealismo y neorrealismo que encontramos en El Havre vuelve a demostrar que el cineasta finlandés sigue un paso por delante al aplicar la doctrina slow food a la cinefilia. Hay una distraída minuciosidad en todas sus películas que las convierten en recuerdos de un sueño más que en experiencias vívidas.

Empeñado en ahondar en sus ejercicios de estilo sobrios y somardones, nadie como él combina lo feo y lo bonito con resultados estéticos tan extraordinarios. Su cine, hecho de perfectos Bartlebys, adalides del “Preferiría no hacerlo” que acaban liándose la manta a la cabeza por las causas más nobles y ridículas, son en realidad revisitas a Charlot y su niño, a John Wayne y su sobrina india y a un cine tan inocente que lo que oculta es una conciencia muy íntima que se traslada a sus héroes. Una ciudad portuaria francesa, convertida por la luz en una especie de limbo nórdico, es el escenario-personaje donde conjugar humor absurdo, clasicismo y humanismo social, y hasta permitirse un homenaje a Jean-Pierre Léaud, mientras un limpiabotas (André Wilms, sensacional) salva a los demás de sí mismo. Mucho. Demasiado como para que haya que obligar al maestro Kaurismäki a un cambiar a estas alturas.

CARLOS MARAÑÓN

FICHA TÉCNICA

El Havre

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  Marcel Marx, escritor y bohemio empedernido, se ha autoexiliado en la ciudad de El Havre, donde siente trabaja de limpiabotas. El destino hace que se cruce con un emigrante menor de edad llegado del África negra.

• RESUMEN: Kaurismäki dobla su ración ‘slow food’ de humanismo, humor absurdo y ‘Bartlebys’ que salvan el mundo

• ESTRENO: 28/12/2011

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  [Le Havre] Comedia / Finlandia / 2011 / Golem / 93 min. / Dir: Aki Kaurismäki / Reparto: André Wilms, Blondin Miguel, Jean-Pierre Darroussin, Kati Outinen, Elina Salo / Guión: Aki Kaurismäki