Qué veremos en la Berlinale

De los grandes festivales, el de Berlín es el que apuesta, de manera más rotunda y cabezota, por un cine de carácter social. No en vano, el año pasado se alzó con el Oso de Oro un documental como Fuego en el mar, que denunciaba las condiciones de los refugiados que intentan alcanzar la costa de Lampedusa. Este año, no hay un pronóstico claro. El atractivo, de momento, está en el propio jurado, encabezado por Paul Verhoeven, un director que se ha alejado sistemáticamente de los buenismos, y que podría apostar por un cine más radical. He aquí algunos de los títulos más prometedores de esta edición.

La noticia es que James Gray ha abandonado Nueva York para hacer una película en la jungla. Ahí es donde se encuentra Percy Fawcett, un hombre que ha dejado atrás a su mujer y a sus hijos para emprender una expedición en Bolivia. Pronto, Fawcett comenzará a obsesionarse con la misteriosa ciudad de Z.

Taciturno, solitario, melancólico, Lobezno se ha escondido en la frontera con México. La acción llegará de la mano de una pequeña mutante que se cruzará en el camino del siempre iracundo Logan. James Mangold, responsable entre otras de Walk the Line, aquella película en la que Joaquin Phoenix encarnaba a Johnny Cash, firma una cinta que debería dar un paso más hacia la era crepuscular del universo superheróico de la factoría Marvel.

Un bar madrileño. Un día cualquiera. Hasta que, de repente, uno de los clientes recibe un disparo en la cabeza. Nadie puede salir, pues parecería que hay un francotirador suelto. Es decir, estamos ante el escenario perfecto para que Álex de la Iglesia dé rienda suelta a dos de sus señas de identidad: la querencia por los espacios cerrados y el análisis (cargado de ironía) de una pequeña comunidad, de una muestra de nuestra sociedad.

Aki Kaurismäki vuelve a Berlín. Lo hace de la mano de un relato que, como la ganadora del año pasado Fuego en el mar, se construye sobre dos historias y ahonda en el drama de los refugiados. Por un lado, encontramos a Khaled, un chico sirio que busca asilo político en Finlandia. Por el otro, a Wikström, un hombre que se acaba de separar y que quiere recomponer su vida comprando un restaurante. En una Europa fragmentada y obsesionada con cerrar cada vez más sus fronteras, la mirada humanista de Kaurismäki es más necesaria que nunca.

La aridez de la sección oficial se verá interrumpida por lo nuevo de Hong Sang-soo, un autor que hace del juego su mejor baza, incluso cuando se adentra abiertamente en el drama. Aquí nos trasladamos primero a Hamburgo, donde encontramos a Younghee, una actriz que acaba de salir de una relación con un hombre casado. En la ciudad alemana, paseará, hablará y pensará en el amor.

Una de las mayores alegrías que nos ha dado recientemente la Berlinale fue la interpretación de Paulina García en Gloria, la película del argentino Sebastián Lelio. Ahora, Lelio vuelve con el retrato de otra heroína. En Una mujer fantástica encontramos a Marina, una mujer transgénero que ve cómo, tras la muerte de su novio, debe luchar contra los prejuicios de la ley y de la familia de su amante.

Sin duda, fue una de las películas de culto de los años noventa. Quizá por eso, el anuncio de una segunda parte puede ser leído en clave de celebración o como la peor de las noticias, la confirmación de que estamos ante una crisis de ideas. Pronto saldremos de dudas. La segunda parte de Trainspotting debería desvelar qué hizo Renton con el dinero que se metió en el bolsillo. También, debería resolver qué ha sido de aquel cine de los noventa, y qué queda del Danny Boyle más irreverente.

La ópera prima de la catalana Carla Simón se podrá ver en Generation Kplus, una de las secciones más interesantes de la Berlinale. Basada en la propia vida de la joven cineasta, la película trata de una niña de seis años que, a principios de los noventa, se muda a casa de sus tíos, que la acaban de adoptar tras la muerte de su madre.

En 1979, el escritor James Baldwin comenzó sus memorias, en las que ahondaba, entre otras cosas, en la muerte de Malcolm X, Medgar Evers y Martin Luther King, y en su propia experiencia. Ahora, Raoul Peck convierte esas palabras en imágenes, en una película que se arma de material de archivo para componer un discurso político en torno a la lucha negra en los Estados Unidos y que cuenta con la voz de Samuel L. Jackson.

Sharon Lockhart es una de las directoras más interesantes del cine contemporáneo. Fotógrafa, vídeoartista y observadora nata, con Rudzienko, Lockhart se adentra en un centro para adolescentes en Polonia. Lockhart filmó ahí a lo largo de tres años, desarrollando a su vez una serie de talleres para empoderar a las jóvenes del centro y para que encontrasen su propia voz.