Triunfando con discreción: Las claves del éxito de 'La mejor oferta'

A la chita callando, la película de Giuseppe Tornatore se ha convertido en uno de los éxitos del verano (y lo que le queda). Analizamos sus atractivos para el público. Por YAGO GARCÍA
Triunfando con discreción: Las claves del éxito de 'La mejor oferta'
Triunfando con discreción: Las claves del éxito de 'La mejor oferta'
Triunfando con discreción: Las claves del éxito de 'La mejor oferta'

A sus blockbusters no les ha sobrado fuste (bueno, no a todos) y, en general, las sorpresas no han abundado en las pantallas durante este verano de 2013. Pero hay cosas que se ven mejor observadas desde la distancia, y el fin de la temporada estival nos ha dado pie a análisis muy jugosos. Como, por ejemplo, descubrir que cinco filmes de presupuesto mediano y con propuestas fuera de lo común han resultado más rentables que las superproducciones de turno. O que cierta película italiana, estrenada a comienzos de julio, sigue viva y bien en los ránkings de septiembre, con los tres meses de permanencia recién cumplidos y una recaudación acumulada de 1,4 millones de euros en los cines españoles. Todo ello con distribución, a cargo de Filmax, que le permitió llegar a 101 pantallas en su primer fin de semana: una cantidad estimable, pero que sigue siendo cinco veces menor al número de salas en las que fueron lanzadas After Earth o incluso Los becarios.

El título del filme es La mejor oferta, y ha ofrecido resultados de lo más píngües a su director, Giuseppe Tornatore, tanto en lo que respecta a la crítica como a la respuesta del público. Además de suponer un buen ejemplo de lo que se ha dado en llamar un sleeper: un producto que, sin obtener resultados espectaculares en su lanzamiento, se gana el interés del espectador paso a paso, no ocupando nunca los primeros puestos de las listas pero manteniéndose en ellas contra viento y marea. ¿Cuáles son las razones de este triunfo tan discreto? Las analizamos a continuación.

Un estreno oportuno (es una victoria)la_mejor_oferta

La mejor oferta llegó a España el viernes 7 de julio. Un día en el cual, además del chupinazo de los Sanfermines, aparecieron en nuestro país Gru 2. Mi villano favorito (que se encaramó directamente al primer puesto) y Star Trek: En la oscuridad. En puestos notables del ránking de taquilla podían encontrarse también otros filmes menos orientados al público palomitero, como Antes del anochecer y Hannah Arendt, cuyo declive ya apuntaba tras dos y tres semanas de exhibición, respectivamente, mientras que estrenos orientados a una demografía similar como Hijos de la medianoche y Violeta se fue a los cielos contaban con un número de pantallas muy inferior. De este modo, gracias a los espectadores menos interesados por el blockbuster de turno, el primer fin de semana de la cinta de Tornatore se saldó con unos meritorios 212.527 euros, cifra que la situó en el decimotercer puesto de recaudación.

Un director conocido (y querido)la_mejor_oferta_tornatore_geoffrey_rush

Estamos de acuerdo en que la carrera del cineasta siciliano jamás podrá zafarse de la sombra de una película. Pero es que esa película es Cinema Paradiso: por más que La desconocida y Baaria (los filmes previamente estrenados por Tornatore, que llegaron a España en 2008 y 2010) no fuesen recibidos precisamente con entusiasmo por el público y la crítica, el peso emocional dejado por el proyeccionista Alfredo y su aprendiz Totó, amén del prestigio que comporta el haber ganado el Oscar a la Mejor Película de Habla No Inglesa, siguen pesando mucho en la memoria colectiva del espectador. Sobre todo, si este ha cumplido ya cierta edad. Y dicho peso es el suficiente, por lo que se ve, como para seguir llevando gente a las salas tres meses después del estreno.

El atractivo del género (o de los géneros)la_mejor_oferta

Aunque La mejor oferta no pueda ser clasificada directamente como un thriller, y menos aún como una película de terror, está claro que participa de ambos géneros en muchos aspectos. Y lo hace según el libro de estilo de Alfred Hitchcock, haciendo girar su historia en torno a la represión y la obsesión erótica. Dos ejes muy bien llevados, y que contribuyen a hacerla atractiva para un público que tal vez aún no hubiese nacido cuando Cinema Paradiso se estrenó en 1988. Sumemos a ello que Tornatore no se prodiga en excesos sentimentales (¡menos mal!) y lo explicado en el epígrafe anterior: y tendremos los ingredientes para un fenómeno de boca-oreja que trasciende el habitual encasillamiento del público en grupos demográficos y de edad, gracias al cual esta película experimentó un crecimiento del 11,2% en su recaudación durante la última semana de agosto.

Visualmente suntuosa (y perversa)la_mejor_oferta

A estas alturas, ya nos vale decirlo, pero hay que señalar un factor crucial: el cine entra por los ojos, y La mejor oferta tiene mucho que ofrecer en ese aspecto. El director de fotografía Fabio Zamarion ya se lució junto a Tornatore, ganando un David de Donatello por convertir los planos de La desconocida en homenajes al giallo (cine policíaco italiano de los 70), y ha obtenido una nueva nominación a dicho premio gracias a su trabajo en este filme. Lleno de matices y de claroscuros, el aspecto de La mejor oferta supone uno de los mayores atractivos de la película, y se complementa de maravilla con la naturaleza de voyeur de su personaje principal. El cual es, no por casualidad, protagonista de nuestro quinto y último apartado.

Geoffrey Rush, qué grande eresla_mejor_oferta_geoffrey_rush

Ni siquiera siendo muy generosos podemos decir que Jim Sturgess y Sylvia Hoeks tengan el tirón taquillero necesario para un éxito como este. Y de Donald Sutherland, digamos que aporta más prestigio que otra cosa al filme. Pero el actor principal es un cantar muy diferente: nosotros estamos seguros de que Geoffrey Rush ha agradecido mucho la ocasión de sacudirse el sombrero del capitán Barbossa (Piratas del Caribe) y la bonhomía del logopeda de El discurso del rey. Y a su vez La mejor oferta se ha beneficiado de su rostro conocido por el gran público, y también de su versatilidad. Hablando en plata, su personaje es una sabandija codiciosa y traicionera, pero el actor australiano le dota de una verosimilitud tal que, durante el proceso de enamoramiento y humillación vivido a lo largo de la película, nos vemos obligados a empatizar con él. ¿Es el carisma un factor importante para el triunfo de un filme? Por lo que se ve aquí, sí.

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