Sarah Gadon puede enamorar a una reina

¿Inglesa? No: canadiense, y de Ontario. Aunque, con esos pómulos, ese pelo y esa blanca palidez, Sarah Gadon bien podría pasar por una british rose de las que ya nacen pocas... o por sueca, como Ebba Sparre, la nórdica aristócrata a la que interpreta en Reina Cristina. Poca broma, porque hablamos de la mujer amada por la monarca que da título al filme, y que interpreta la rotunda Elin Buska con la altivez que se le supone a una heredera de Greta Garbo. En el caso de Sarah, señalemos, esto de revivir un romance lésbico, nórdico y en el siglo XVII es poca cosa en comparación con algunos trabajos anteriores. Sin ir más lejos, y tras unos comienzos muy precoces (empezó en esto con once añitos), se ha prodigado en los filmes del enfermo David Cronenberg (Un método peligroso, Cosmópolis, Maps to the Stars), ha sido la novia de un Luke Evans colmilludo (en Drácula: La leyenda jamás contada) y acompañó a Jake Gyllenhaal en una película tan turbulenta como Enemy. Ah, y si de monarquías hablamos, a finales de este mes la veremos en Noche real, interpretando a una Isabel de Inglaterra jovencita y juerguista. Esta chica está pidiendo una corona a gritos...