[San Sebastián 2019] ‘Proxima’, una película del espacio feminista y terrenal

La película de Alice Winocour es un delicado y certero retrato del amor maternofilial, tan misterioso y expansivo como el universo
[San Sebastián 2019] ‘Proxima’, una película del espacio feminista y terrenal
[San Sebastián 2019] ‘Proxima’, una película del espacio feminista y terrenal
[San Sebastián 2019] ‘Proxima’, una película del espacio feminista y terrenal

Vayan las disculpas por delante a la sección oficial, pero las expectativas brillaban ayer por su ausencia. Sin embargo, Proxima, una de las primeras propuestas a competición del Festival de San Sebastián, llegó iluminando el firmamento con una emocionante historia de amor maternofilial encapsulada en el espacio.

La mirada femenina se instala sutil desde el mismo arranque de Proxima. Sarah –fulgurante Eva Green– es una astronauta a punto de cumplir su sueño de participar en una misión espacial. Para presentar a su personaje protagonista, Alice Winocour mezcla las escenas en las que la vemos prepararse para las demandantes pruebas físicas de la estación espacial con aquellas en las que atiende, cuida y educa a su hija pequeña. Así, sin divagaciones, con un estilo limpio y claro, Proxima delimita cuál es el conflicto que le interesa retratar, la escisión que la maternidad supone en las mujeres profesionales, que aquí alcanza una profunda carga hiperbólica en el peligroso oficio de Sarah.

El espacio es y no es un macguffin. Por un lado, la estación espacial y los compañeros astronautas, hombres (entre ellos Matt Dillon) son el marco perfecto para denunciar un protocolo masculino y muchas veces machista que no contempla las necesidades femeninas, ni genéticas ni afectivas. Por otro, la misión espacial puede entenderse como una alegoría del vínculo maternofilial y de su necesaria ruptura, un desamor que genera a la protagonista una angustia mayor que las agobiantes pruebas físicas para viajar al espacio. Un amor o desamor cuya anatomía Winocour destripa con precisión de cirujano, una forma de amor, el de madre e hija, que ha de transformarse para seguir siendo eterno.

Con su separación hiperbólica, Sarah representa a todas esas madres rotas entre el cuidado de sus  hijos y de su propio crecimiento personal como mujeres. La ruptura del cordón umbilical implica otra derivada, que Alice Winocour aborda inteligentemente a través  del punto de vista de la hija, una niña que siente el abandono de la madre y está empezando a entender la importancia de su renuncia.

Porque, como sus preciosos créditos documentales señalan, Proxima es también un homenaje a todos esos referentes femeninos que cumplieron sus metas profesionales, por muy inalcanzables que fueran, convirtiéndose en inspiración para todas aquellas mujeres que llegaron detrás.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento