Revelación Wikileaks: Hollywood es el peor enemigo de Bin Laden

Entre comentarios en la prensa, represalias y detenciones diversas, el escándalo de las filtraciones divulgadas a través de Wikileaks ha terminado salpicando a la industria del cine. No, no es que la CIA persiga a Sean Penn, ni que Jeff Bridges sea en realidad un pirata informático a sueldo del Pentágono: es que, según afirman los cables del cuerpo diplomático de EE UU, los productos de Hollywood son un arma más eficaz que la propaganda política al uso para frenar la jihad islamista en Arabia Saudí.

Y el cabecilla de esta invasión pacífica no es otro que David Letterman, el popular presentador de talk shows en cuyo programa la lió parda Joaquin Phoenix. Según los informes de rigor, la emisión del programa de Letterman en la cadena saudí MBC 4 resulta más eficaz como instrumento propagandístico que las emisiones del al-Hurra, otro canal de TV dedicado a la emisión de mensajes pro-EE UU.

El mantenimiento de al-Hurra cuesta al erario público estadounidense más de 378 millones de euros, pero según el comunicado de embajada (titulado, claro, David Letterman: agente de influencia) su impacto entre el pueblo saudí es mucho menor que el de sitcoms y programas de cotilleo emitidos por canales como MBC 4 o Rotana, propiedad este último (al igual que Fox) del magnate de la comunicación Rupert Murdoch.

"Los saudíes están ahora más interesados en la cultura de EE UU que nunca", afirma un ejecutivo de medios saudí citado como fuente por el cable. Y la cosa no se queda en la pequeña pantalla, porque el texto continúa citando el efecto ideológico de algunas películas de Hollywood. Como, por ejemplo Michael Clayton (por su "defensa de la honestidad frente a la corrupción") y el "respeto a la ley" mostrado por el Al Pacino de Insomnio.

Eso sí: nosotros daríamos lo que fuera para conocer el título de una de estas películas. En concreto, aquella a la que el cable menciona como "un drama de título no especificado emitido durante la Fiesta del Sacrificio, en el que un padre de familia estadounidense se enfrentaba a una esposa alcohólica que, cuando no estaba pegándoles a él y a sus hijos, se dedicaba a estrellar coches y a romper vajilla". ¿Serán los telefilmes cutres a lo Estrenos TV el arma psicológica definitiva?