R.I.P. DVD: ¿Hay fecha para el funeral?

El aumento de las ventas de Blu-ray no compensa la caída del DVD. Es cuestión de tiempo que la distribución física dé paso al 'streaming' o pago por visión pero ¿cuándo? Por IÑAKI BERAZALUCE
R.I.P. DVD: ¿Hay fecha para el funeral?
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R.I.P. DVD: ¿Hay fecha para el funeral?

En una de sus brillantes parodias The Onion imaginaba un tour por un “viejo local de alquiler de películas de la cadena Blockbuster” en el que los visitantes asistían extasiados al anacrónico sistema de distribución del establecimiento (1999): “Esta es la bandeja en la que los clientes devolvían sus películas. Mi trabajo era colocarlas de nuevo en las estanterías”, dice un empleado. “Parece mentira que la gente pudiera vivir en estas condiciones”, sentencia un visitante del tour.

Los videoclubes han ido desapareciendo de la faz de los barrios a un ritmo directamente proporcional a la instalación de líneas ADSL. Pero eso no quiere decir que el formato DVD/Blu-ray esté muerto. La sección de películas del FNAC de Callao (Madrid) no recuerda al museo detenido en el tiempo de The Onion, aunque Rubén, un veterano dependiente, reconoce que en la última reforma el espacio dedicado al cine y las series ha mermado para dar más metros a la electrónica, concretamente a los reproductores Blu-ray y DVD que, esos sí, se venden como pan caliente.

“Yo no creo que el formato físico desaparezca en un futuro previsible”, dice Rubén. “Yo soy coleccionista y, como yo, mucha gente prefiere tener su película, con su caja y sus extras, que bajársela de Internet o verla por streaming. Vendemos menos, claro, como todo el mundo, por la crisis y por la banda ancha, pero la venta de DVD tiene futuro. Así lo creo…y lo espero”, responde lacónicamente.

José Cervera, periodista y profesor universitario, considera que el formato físico de DVD está “totalmente superado”, aunque cree que “no desaparecerá totalmente mientras Hollywood pueda y quiera seguir explotándolo: no se trata de una cuestión tecnológica sino política”. La estrategia de Hollywood y, en general, de los propietarios del copyright, un poderoso lobby en EEUU, se llama SOPA y son las siglas de la Ley Contra la Piratería, que se debate en la Cámara de Representantes de aquel país en el momento de escribir estas líneas y que pretende bloquear los proveedores de Internet que alojen en sus servidores contenidos piratas.

De aprobarse, SOPA supondría la defunción de servicios de streaming como Megavideo –del que se sirven páginas como Series Yonkis o Cuevana– o bien la migración a servidores fuera de EEUU, lo que supondría “la ruptura ‘de facto’ de Internet en varias zonas, dentro y fuera de la jurisdicción de SOPA”, según Cervera.

El endurecimiento de las leyes punitivas en Internet prolongará la agonía del DVD pero también dará alas a los servicios de streaming ‘legales’, como Netflix, al que todos señalan como el gran triunfador de la distribución online de contenidos audiovisuales, o iTunes, la tienda de Apple. Mientras Netflix (originalmente un videoclub, como Blockbuster) se piensa cómo y cuándo desembarcar en España, las iniciativas locales son tímidas: el ‘catálogo’ de Filmin, especializada en cine de autor, ofrece entre sus estrenos películas de calidad pero tan ignotas como 18 comidas o La caída de Lehman. De momento, tan sólo Tuenti se ha atrevido a interponerse en el camino del gigante americano, lanzando una oferta de películas online para sus 12 millones de seguidores.

El DVD “languidecerá durante otros 5 años aproximadamente; los formatos moribundos se suelen resistir bastante”, opina Álvaro Ibáñez, ‘Alvy’, fundador de Microsiervos y periodista tecnológico. Según Alvy, “el formato Blu-ray perdurará un tiempo por la calidad, pero le pasará lo mismo: desaparecerá y dudo mucho que surja otro formato físico. Perdurará la descarga y el streaming”.

La lenta agonía del “formato moribundo” se prolongará más allá de los cinco años que pronostica Ibáñez. Un estudio de la consultora Strategy Analytics fechado en mayo de 2010 estima en 48.100 millones de dólares el negocio de de venta y alquiler de DVD y Blu-ray en 2013, un descenso constante pero paulatino desde los 55.000 millones que supuso el sector en 2009. Para ese año, apunta Cap Gemini, el alquiler online de películas (incluyendo pay per view) alcanzará el alquiler de formato físico, al menos en Estados Unidos.

La imparable tendencia es que la ventana vaya cerrándose. Y no hablamos de la que husmeaba James Stewart en la peli de Hitchcock sino a la que tradicionalmente ha protegido la fuente de ingresos de salas de cine, alquiler, cable y televisión abierto, por ese orden. Si hace un par de décadas el plazo estipulado entre el estreno en el cine y la emisión de la película en cuestión en abierto podía ser de un par de años ahora se ha reducido a meses. Y esto es sólo el principio: la tendencia hacia el estreno simultáneo en salas/VOD parece inevitable: DirecTV ya ofrece un servicio llamado Home Premiere aunque, eso sí, a un precio prohibitivo: 30 dólares por estreno.

Hay más indicios que señalan la fecha del definitivo ocaso del DVD/Blu-ray: uno de sus elementos diferenciales, los extras, cada vez lo son menos. iTunes y otros servicios de Vídeo Bajo Demanda (VOD) los han incorporado a su oferta, de modo que cada vez hay menos motivos para optar por el formato físico frente al virtual.

Por supuesto, siempre quedarán los coleccionistas, como Rubén, dependiente de la FNAC, y sus clientes más fieles, pero el grueso de la tropa seguirá el modelo pago/alquilo/veo/me olvido, que promueve el streaming (el legal, claro). Si Ikea ha determinado el principio del fin del libro físico con el rediseño de sus estanterías Billy, nadie debería sorprenderse de que las baldas dedicadas a los DVD acaben reconvertidas en sujeciones del iPad, la Wii o el próximo dispositivo de visualización multimedia.

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IÑAKI BERAZALUCE es culpable de, por lo menos, la mitad de Strambotic.

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