Al principio pareció una excentricidad. Una excentricidad fácil de entender, al fin y al cabo: resultar previsible nunca ha sido uno de los fuertes de Joss Whedon, y tras embarcarse en una superproducción tan mastodóntica como Los Vengadores sonaba natural que el director y guionista quisiera embarcarse en un filme de pequeño formato. Pero lo de Mucho ruido y pocas nueces batía récords en lo que a cambios de escala se refiere: de acompañar al Capitán América, Iron Man y compañía, el padre de Buffy, cazavampiros pensaba ofrecer al público una adaptación de una obra de Shakespeare rodada en menos de dos semanas, en su propia casa, en blanco y negro, con música compuesta por él mismo y un elenco de actores amigos como Nathan Fillion (Firefly) y Clark Gregg. Los tráilers de la película tenían buena pinta, pero ¿cómo caería esta una vez llegada a los cines?
El lanzamiento del filme en Estados Unidos tuvo lugar el viernes, así que la respuesta a esa pregunta ya la tenemos: "Tan efervescente como el champán", "El guión será de Shakespeare, pero lo demás es puro Whedon" y "La adaptación shakespeariana más divertida de la historia" son algunos de los elogios que la prensa estadounidense ha vertido sobre Mucho ruido y pocas nueces. Las mayores alabanzas las escribe A. O. Scott, del New York Times, cuya reseña compara al filme (favorablemente) con la tremenda adaptación dirigida por Kenneth Branagh en 1993 y lo describe como "la película más encantadora y divertida que he visto en lo que va de año". No sólo eso: el presupuesto prácticamente nulo de la película (según Whedon, "lo más caro fue comprar bebidas para los actores y el equipo") le ha permitido hacer beneficios con un estreno limitado en sólo cinco salas. En CINEMANÍA nos alegramos de que el órdago de Whedon haya salido bien. Y nos extraña que una película a priori tan golosa no cuente aún con una distribuidora en España.
"No la tenemos, ni nos suena que vaya a ser nuestra" ha sido la respuesta que hemos escuchado una y otra vez al consultar con varias empresas españolas. En principio, un estreno español de la película no debería ser difícil, puesto que una compañía grande como Lionsgate se encarga de su distribución estadounidense, pero según nos explican, la productora no es esta empresa, sino Bellwether Pictures, un microestudio montado por Whedon y su esposa Kai Cole para rodar la película, y que carece incluso de una web oficial. Así que, puestos a adquirir sus derechos para un estreno internacional, habría que negociar con el propio director de Los Vengadores, o al menos con su equipo. Por otra parte, podemos hacernos un par de preguntas.
escaparse de nuestro mercado. La etiqueta "del director de Los Vengadores" podría pesar a la hora de atraer al público, y Nathan Fillion (pese a no ser una gran estrella) cuenta con seguidores en estos pagos gracias a su trabajo previo con Whedon y a la serie Castle. Por no hablar del morbo en algunos por ver cómo un clásico del teatro pasa a la pantalla en forma de historia de gángsters dotada (citando de nuevo al New York Times) "de una energía que recuerda a las comedias románticas del Hollywood dorado". Aun desconociendo el precio de Mucho ruido y pocas nueces en los film markets internacionales, podemos especular sobre cuánto puede costar la adquisición de un filme rodado con lo puesto y sin pretensiones económicas.
En otro aspecto, podemos decir que lo que convierte a esta película en un hueso tan duro de poner en el candelero es su condición de título inclasificable. Porque, vamos a ver: ¿es Whedon un auteur que hizo concesiones a Hollywood al dirigir Los Vengadores? No, porque no sólo es un amante confeso de los cómics de Marvel, sino que también ha escrito guiones para Astonishing X-Men, amén de que sus trabajos televisivos le confirman como referente de la cultura pop más desacomplejada. ¿Tenemos entre manos, pues, la obra de un artesano palomitero que decide salirse de madre? En absoluto: los rifirrafes del director con la industria son conocidos, como la cancelación repentina de sus series Firefly y Dollhouse, o su actual amenaza de abandonar Los Vengadores 2 si Robert Downey Jr. no está en el reparto. Además, las reseñas internacionales señalan la total fidelidad de Mucho ruido y pocas nueces al texto de Shakespeare. Una fidelidad que, afirman los críticos, no resta encanto ni diversión al producto final.
Ante tanta zozobra industrial, por aquí recordamos un caso similar que acabó en bajón: el de La cabaña del bosque. Escrita por Whedon y por el director Drew Goddard, esta "carta de amor y odio al cine de terror" (lo dice el guionista) se salvó por los pelos de la quiebra de MGM para tener resultados muy positivos, de crítica y de público, tanto al otro lado del charco como en Francia. Pero, en España, La cabaña del bosque se quedó sin fecha de estreno debido a la mala situación de la distribuidora Vértice, que anunció su decisión de lanzarla directamente a dvd. A estas alturas, este filme no ha aparecido ni en formato doméstico ni en ningún otro formato, obligando al espectador interesado a comprarla de importación o a recurrir a las descargas piratas. Su situación suscitó un debate muy animado (e interesante) que pudo leerse en esta misma web.Así pues, ¿con qué nos quedamos? Una posible conclusión sería esta: dados su tono, el nombre de su director y su condición (no lo olvidemos) de proyecto nacido por y para el gozo de hacer cine, Mucho ruido... resulta una anomalía en una cartelera cada vez más polarizada, según nos recordaba hace un año Nacho Vigalondo, entre los blockbusters con millones y los trabajos 'festivaleros' con prestigio. Así las cosas, con la posibilidad de un estreno directo en vídeo bajo demanda descartada casi de raíz, a los interesados en verla sólo nos queda rogar para que podamos ver esta película en pantalla grande durante los próximos doce meses, o al menos antes del estreno de Los Vengadores 2 en 2015. "Los calendarios de estrenos siempre dan sorpresas: lo mismo se anuncia una fecha para España la semana que viene", nos recuerda una de nuestras fuentes en el negocio de la distribución. Otra, más lacónica, al ser interrogada sobre si el filme corre el riesgo de quedarse inédito aquí, responde con un escueto: "Esperemos que no".
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