¿Qué es 'Star Wars'? La historia del mito a través de Leia Organa

*Si no habéis visto los 9 episodios y queréis hacedlo huid de aquí porque este monográfico está plagado de spoilers.

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La saga de los Skywalker ha terminado. Todos han muerto para dejar paso a Rey, que en el epílogo de El ascenso de Skywalker vuelve a Tatooine y adopta el sagrado apellido en una escena que ojalá fuera apócrifa.

Se pretende terminar donde todo comenzó, pero si somos rigurosos las primeras líneas de este cuento se desarrollan en el Tantive IV, donde una jovencísima Leia Organa, senadora del Imperio y en secreto líder de la Alianza Rebelde, tiene la misión más importante de su vida -la princesa acaba de cumplir 18 años-, transportar los planos de la Estrella de la Muerte, un superarma del Imperio que puede destruir un planeta entero en segundos.

Darth Vader, la mano derecha del emperador Palpatine, consigue interceptar la nave pero antes de ser capturada Organa almacena los planos en el droide R2-D2 grabando un mensaje para Obi-Wan Kenobi, antiguo amigo de su padre adoptivo.

Cuando George Lucas escribía estas primeras líneas de su guión aún no sabía quién era Darth Vader, su linaje, aún no había decidido que Luke y que Leia serían gemelos. De hecho ni siquiera cuando empezó a tomar notas sobre el argumento de El imperio contraataca lo sabía.

La historia se fue escribiendo poco a poco con Leia como personaje central (no siempre reconocido) y que nos sirve, ya cerrada la saga Skywalker, para intentar responder a la pregunta: ¿Qué es Star Wars?

UNA REVOLUCIÓN POLÍTICA

Luke Skywalker, cuando le conocemos, es un joven apolítico, cuyo sueño se centra en seguir los pasos de Biggs Darklighter, amigo de la infancia que abandonó Tatooine para alistarse en la Academia Imperial.

Han Solo es un caza recompensas cuyo único objetivo es ganarse la vida, timar a cualquiera que  se le ponga por delante sin distinguir muy bien si pertenece a los buenos o a los malos. Aunque tener como mejor amigo a un wookie, una raza anulada y maltratada por el Imperio, debería ser suficiente signo de rebeldía.

Es, sin embargo, Leia Organa, quién conduce a estos dos héroes hacia la sedición, la clandestinidad y por último a la revolución. Desde su juventud Leia ha sido educada por su padre adoptivo para asesorarle en el Senado Imperial que muy pronto le decepcionaría. Con 16 años esquivó los deseos de su familia de casarse con alguien de la realeza e incapaz de comprender como el resto de senadores ignoraban los crímenes del Imperio en los Territorios del Borde Exterior, se dedicó a evitar el sufrimiento en toda la galaxia.

Fue entonces cuando se uniría a la Alianza. Si la primera trilogía de George Lucas era todo política: “Una nueva esperanza responde a la América del Watergate, El imperio Contraataca expresa la fugacidad de Jimmy Carter y prefigura el éxito de Ronald Reagan en 1981 y El retorno del jedi (....) expresa ese deseo naif de que todo cambie”. Las precuelas suben la apuesta y Lucas las impregna con extensos diálogos sobre el funcionamiento de las instituciones en el aparato del estado y largas sesiones en el Senado Galáctico, continuando con el texto de Pedro Vallín Occupy Coruscant (Una crónica política de Star Wars) los episodios I, II, y III se podrían definir como una metáfora de la manera en la que los “socialdemócratas (el Consejo Jedi y sus aliados) son enredados por los poderes del capital (La federación de Comercio) para ir a una guerra que no desean”.

En los dos primeros títulos de la última trilogía, El despertar de la Fuerza y Los últimos Jedi, se había tomado partido por los jóvenes  indignados a través de una resistencia que luchaba contra la condición dinástica que la propia princesa Leia había rechazado varias veces para seguir luchando contra los verdugos de la democracia. Este sacrificio pierde importancia bajo los nudos familiares que J.J. Abrams se saca de la manga en El ascenso de Skywalker, sin embargo, la semilla ha sido plantada por Rian Johnson, quien supo darle a Leia una frase única:

UN CUENTO SOBRE EL VALOR Y EL CORAJE

La princesa que tiene que tomar las riendas en su propio rescate. Luke y Han Solo acaban de abrir la celda de la princesa y se encuentran atrapados en el centro de detención, bloqueados por soldados de asalto imperiales. Y mientras estos luchan por encontrar otra salida Leia agarra un rifle, dispara al agujero en un respiradero y los lleva a un compactador de basura. Después vemos que el compactador no era, quizá, la mejor opción.

Leia demuestra constantemente su liderazgo, su valor y su resistencia sobre todo durante la primera trilogía. Cuando la base de Hoth se derrumba y el caos se cierne a su alrededor, ella permanece en el centro del comando, trabajando para asegurarse de que la evacuación se realiza con éxito, sin miedo ni preocupación por su propia vida. Obstinada y precisa hasta que Han la arrastra, literalmente. Es, sin duda, el personaje que lleva más al límite estos valores, ni Luke en su frustración durante el entrenamiento con Yoda, ni Han Solo en su huída hacia delante superan a nuestra princesa.

UNA HISTORIA DE AMOR (de un emblema feminista) SIN CONDICIONES 

Hay tres historias de amor en Star Wars: Anakin Skywalker y Padme, Leia y Han Solo y Rey y Ben Solo. Las tres historias pertenecen, cada una, a una forma muy distinta de entender el amor. Es la de Leia y Han Solo la más duradera y menos tóxica de todas. Y Leia es quien lidera esta historia por encima del famoso “Lo sé” que Harrison Ford improvisó en la escena más romántica de la primera trilogía.  

Y a través de esta historia de amor Leia destaca como una de las figuras feministas más importantes de la ficción de finales de siglo. “Es una mujer que podía luchar con hombres sin convertirse en uno de ellos y que podía, si quería y cuando quería, demostrar que le gustaban. Una mujer abierta, sin vergüenza y, lo más importante, impune por ser así. (...) Leia es una heroína sin perder su condición de género, no tiene que coquetear ni, todo lo contrario, ser andrógena para obtener lo que quiere. Ella puede ser fuerte, descarada y libre”. Así la describe Alyssa Rosenberg en su artículo El feminismo y la fuerza: empoderamiento y desilusión en una galaxia muy, muy lejana. 

Su historia de amor con Han la sirve incluso para alimentar una felicidad personal que la ayuda a mantener su compromiso de construir un nuevo orden en la galaxia.

UN ESTREMECIMIENTO EN LA FUERZA

Ante de que supiéramos de quién era hija y hermana, Leia, al final de El imperio contraataca, tiene su primera experiencia con la Fuerza.

En las notas de George Lucas antes de escribir el guión del Episodio V, hay interesantes reflexiones sobre la Fuerza: “Cuando naces, naces con un campo de luz a tu alrededor. Puedes llamarlo aura. Un descripción arcaica podría ser un halo. Es una idea que se repite a lo largo de la Historia. Cuando mueres, tu campo de energía se une a los demás campos de energía del universo y, mientras aún estás vivo, ese enorme campo de energía es solidario con tu propio campo de energía”. Influenciado por el budismo y diferentes creencias espirituales Lucas contemplaba la Fuerza como una experiencia íntima y al alcance de cualquier ser humano: “No somos materiales, somos seres luminosos que estamos unidos por la Fuerza. La energía fluye”.

Según el padre de este universo Leia podía tener este don sin necesidad de ningún linaje, idea que Rian Johnson explota en Los últimos Jedi. Después de desvelarse su sangre ya tenemos claro que este personaje guarda un poder incalculable.

UNA NUEVA RELIGIÓN (la Orden Jedi)

Una de las escenas que sí debemos aplaudir de El ascenso de Skywalker es el flashback de ambos entrenando cuando eran más jóvenes. Dos figuras luchando con sables láser se quitan los cascos de entrenamiento y descubrimos que son Luke y Leia. Ella tenía su propio sable láser, es ágil y poderosa en el arte de la lucha.

Esto es un detalle fascinante ya que a pesar de que Abrams desdice constantemente la idea de Johnson de desmitificar la aristocracia y el credo de los jedi, con esta escena regala lo contrario, se coloca en contra de la condición de monje que durante el resto de la saga tiene dicha orden, una maestra Jedi que es capaz de enamorarse,de follar, parir un hijo, ser al mismo tiempo madre y líder política.

EL VALOR DE LA DIPLOMACIA

Junto a Padme, su madre, Leia Organa es el personaje que tiene mayor habilidad diplomática, un valor que forma parte del ADN de Star Wars (una trilogía cuyo título tiene la palabra guerra).

El momento más relevante en este sentido es en el que Leia se encuentra con un Ewok y obtiene su respeto ofreciéndole comida hasta el punto de lograr que se unan a la rebelión. En la nueva trilogía iniciada por J.J. Abrams su papel diplomático cobra importancia, manteniendo la cordura de sus soldados y pronunciando frases tan certeras como esta en mitad de la bronca a Poe: “Hay cosas que no puedes resolver saltando en un ala X y explotando algo”. 

UNA NUEVA ESPERANZA

“Ayúdame, Obi-Wan Kenobi. Tú eres mi única esperanza”

Desde esta súplica al comienzo de la aventura hasta esta última cita que Johnson le cedió a Carrie Fisher (rostro inmortal de nuestra princesa):

“La esperanza es como el sol, si solo crees en él cuando lo puedes ver, nunca sobrevivirás a la noche”.

Todo en Star Wars fluye para alimentar la esperanza de cada espectador. Es cine convertido en mito que va pasando de generación en generación como un cuento eterno. Y la princesa de este cuento es mucho más que eso, Leia Organa es la esencia de los mejores valores de Star Wars y su viaje también es el nuestro.