¿Para qué directores podría trabajar Woody Allen?

Parece increíble, pero es la verdad: Woody Allen volverá a actuar. Y no sólo eso, sino que por primera vez en 12 años, se pondrá a las órdenes de un director que no es él mismo. El agraciado es John Turturro, el que fuera actor fetiche de los Hermanos Coen, quien contará con Woody para Fading Gigoló, su quinta película como director. Por lo pronto, el argumento del filme promete, porque Allen y Turturro encarnarán a dos judíos ortodoxos que, agobiados por la falta de fondos, deciden dedicarse a la prostitución masculina, uno satisfaciendo a las señoras y el otro (Allen, claro) ejerciendo de mentor.

Estamos de acuerdo en que Woody está un poco mayorcito para apadrinar a un Deuce Bigalow, pero en la comedia todo vale... Y en el cine también. Por ello, desde CINEMANÍA proponemos a 5 directores que podrían aprovecharse de este regreso a los platós del genio de Manhattan, contando con él para los repartos de sus próximas películas. Viejos conocidos, jóvenes con talento, paisanos de toda la vida... En esta lista hallarás a los cineastas que podrían sacar partido de ese talento con gafas.

¿Por qué le proponemos? Porque no sería la primera vez que el egocéntrico suizo de la Nouvelle Vague y nuestro hombre cruzan sus caminos: Godard entrevistó a Woody (viperinamente, pero le entrevistó) en el corto Meeting W. A. (1986) y contó con él al año siguiente para su largometraje Rey Lear, en el cual el neoyorquino apareció nada menos que junto a Molly Ringwald.

Puede salir bien si... Godard aparca su megalomanía, Allen aparca sus inseguridades y se concentran en hacer una buena película juntos.

Puede salir mal si... Se ponen a discutir cuál de los dos ha aportado más a la historia del cine. Parece una tontería, pero podría ser un conflicto de órdago.

¿Por qué le proponemos? Esteticismo, intelectualidad, humor refinado, gusto por el cine de autor europeo y la música raruna... El autor de Life Aquatic podría ser el director perfecto para devolvernos los mejores registros del Allen actor, a quien (para qué negarlo) hasta se parece un poco. Mira a Woody fijamente y confiésalo: ¿a que te lo imaginas protagonizando un travelling lateral a cámara lenta?

Puede salir bien si... Anderson se olvida de fichar a Bill Murray para el filme de marras, evitando así una tremenda pelea a pie de plató.

Puede salir mal si... Woody insiste en retocar el guión de Wes, corrigiéndole los gags e insistiendo en que la peli estaría mejor si saliese Penélope Cruz.

¿Por qué le proponemos? Porque son los dos directores más neoyorquinos que en el mundo han sido. Aunque de registros muy diferentes, 'Marty' y Woody comparten una cinefilia voraz y un amor arrollador por la ciudad de los rascacielos: un encuentro entre ambos haría que Woody dejase a un lado los filmes turísticos y Scorsese las superproducciones en 3D, regresando al territorio que les pertenece. Además, como puedes ver en la foto, el buen rollo en el rodaje está asegurado.

Puede salir bien si... Scorsese pone a Allen en el papel de un gángster judío frío y maquiavélico. ¿Querías un cambio de registro? Pues toma tres tazas...

Puede salir mal si... Ambos genios se ponen a charlar de sus alergias, sus enfermedades y sus películas favoritas, olvidándose de ir a rodar.

¿Por qué le proponemos? Como bien aprendieron Javier Bardem y Pe en Vicky Cristina Barcelona, Allen es muy aficionado a dar rienda suelta a sus actores para que improvisen a placer. El maestro británico de la improvisación sabrá sacar partido de ese oficio y esa agilidad verbal que Allen aprendió en sus años de cómico de escenarios, satisfaciendo de paso sus aficiones arty y con caché.

Puede salir bien si... La película tiene como protagonista a un turista americano en Londres que encuentra a la mujer de su vida. ¿Qué tal Emma Thompson para ese papel?

Puede salir mal si... A Allen se le va la mano con la improvisación, barriendo al resto del reparto a fuerza de frases geniales.

¿Por qué le proponemos? A la hora de buscar un director español para rematar esta lista, no hemos tenido dudas. Como revela su debut Todas las canciones hablan de mí, Trueba y Allen comparten el amor por el jazz y por François Truffaut: con esas credenciales, ambos deberían llevarse a las mil maravillas, suponiendo un salto a la fama para el primero y un agradable golpe de efecto para el segundo.

Puede salir bien si... Jonás escribe un guión a la medida de Woody. Sabemos que es difícil, pero también sospechamos que él puede.

Puede salir mal si... Trueba insiste en rodar en Madrid, mientras que Allen se emperra en ambientar el filme en su querida Oviedo. Finalmente, ambos llegan a una solución de compromiso: la cinta se rodará en Quintanar de la Orden.