Paco León y Alexandra Jiménez, padres forzosos

Foto: Juan Lafita

La risa de Paco León y Alexandra Jiménez  es lo único que se escucha en el café madrileño El espejo. Hace pocos minutos que ha concluido la sesión de fotos y antes de empezar la entrevista por Embarazados, la nueva película de Juana Macías en la que dan vida a una pareja en busca de un hijo, les escucho comentar entre carcajadas algo sobre Kiki, el amor se hace, la tercera película como director de Paco León (Carmina o revienta) en la que la reina de la comedia española Alexandra Jiménez también tiene un papel. “Pues empezamos por ahí, si queréis”, les digo.

Paco León: ¿Por el kiki? Es lo lógico, la verdad. Antes de los embarazos viene el kiki.

Alexandra Jiménez: Es el orden lógico, aunque aquí se van a estrenar al revés. Primero Embarazados y luego Kiki, el amor se hace.

¿Pero qué proyecto vino primero?

AJ: A mí me hablaste de ello después de Embarazados.

PL: Sí, sí, fue después de Embarazados. Pero como yo ruedo muy rápido y el kiki también es… rápido, es una de sus características. No, es que Embarazados ha tardado tiempo en encontrar fecha de estreno.

AJ: Lo tuyo es aprovechar el tiempo y lo demás son tonterías.

En Embarazados trabajaste con Alexandra por primera vez. ¿Te sirvió de casting?

AJ: Un casting encubierto, ¿te imaginas? No me enteré en todo el rodaje.

PL: No, pero te lo digo, es la primera película de todas las que van a venir. A mí me encantaría que siguiésemos haciendo películas como pareja cómica. Tipo Katharine Hepburn y Spencer Tracy. Esa pareja es un parejón. Pero en lo ibérico también, a mí no me importaría ser ni Tony LeBlanc ni Concha Velasco. Cualquiera de los dos. Indistintamente.

¿Os hicieron alguna prueba juntos para comprobar si teníais química como pareja?

AJ: En realidad, juntos no nos hicieron prueba. Yo hice una prueba sabiendo que tú estabas en el proyecto y, de hecho, fue porque mi pareja [Luis Rallo, también actor] leyó una entrevista en un dominical en la que hablabas de Embarazados.

PL: ¿Ah, sí?

AJ: ¿Esto no te lo he contado nunca?

PL: No.

AJ: Pues hablabas de Embarazados y decías que faltaban muchas versiones de guión y que no teníais a la actriz. Luis, mi pareja, me dijo que llamase y preguntase. Fui un poco pesada y al final me cogieron. Así fue. Todo gracias a Luis. ¿Qué te parece?

PL: Pues me sorprende. Es que no me acordaba de que hubiese un momento en el que no estuvieses.

AJ: Sí, sí, sí.

PL: Sí que recuerdo hablar con Juana [Macías] y decirle que estaba muy contento de que te cogiese. Porque conocía a Alexandra de verla trabajar y me gustaba mucho.

(Alexandra Jiménez)

¿Sin química hubiese sido lo mismo?

AJ: Sin química hubiésemos hecho otra película. A veces pasa y se cuenta la misma historia pero acaba siendo otra película. Y eso no se puede controlar, o surge o no. Por alguna razón nosotros sí que la hemos tenido.

PL: En San Sebastián, cuando vimos la peli por primera vez, teníamos una sensación… claro, hacía un año que se había rodado allí, en la misma ciudad, y teníamos la sensación de que todo eso había pasado, de que éramos ex novios…

AJ: Ni siquiera ex novios, sino que en un mundo paralelo tenemos esa vida, somos Fran y Alina… Nunca me había pasado algo así.

PL: Sí, era un poco como preguntarse qué pasará con nosotros después. ¡Si hasta nuestras parejas sentían un poco de celos! Pensaban que hacíamos una pareja demasiado buena.

AJ: Eso es muy bonito.

PL: Por eso tenemos que hacer más.

¿Cuándo nació el proyecto?

PL: Esto, en mil novecientos… [se ríe].

AJ: Estamos hablando de esta primavera no, de la anterior.

PL: Sí, puede ser. Es que igual que su pareja fue la que la avisó, mi chica es la coguionista de la película.

AJ: Todo queda en familia.

PL: Yo conocía el proyecto muy desde el principio.

AJ: Y yo conseguí el trabajo un poco a la antigua, como cogiendo el periódico y haciendo un circulito en rojo.

El caso es que pegáis mucho como pareja…

PL: Yo creo que sí. Yo sabía que iba a ir bien la cosa, que podíamos ser de la misma raza de actores y efectivamente fue muy fluido desde el principio, como si llevásemos mucho tiempo trabajando juntos. Además de la tele, me encantan los trabajos de Alexandra en Spanish Movie, Promoción fantasma… Y la entrega de los Feroz fue histórica. Yo que no soy de hacer eso me esperé ahí para hablar con ella y le dije: “Felicidades, me ha gustado mucho”. Y ella contestó: “Vale, vale”, un poco escrupulosa.

AJ: Pero… ¿fui maja, no?

PL: Sí, maja…

AJ: Nunca soy consciente de esas cosas. Siempre me lo decís y yo me creo que soy muy cálida, muy cariñosa.

¿Qué te llamó a ti la atención del proyecto, Alexandra?

AJ: Lo primero, Paco. Y el guión era muy atractivo.

PL: Sí, yo me acuerdo de que leíste el guión y te gustó, aparte de hacer una película, que siempre está bien.

Es una comedia pero tiene un trasfondo amargo.

AJ: Es una comedia amarga. Es que la comedia puede ser de tantas formas…

PL: Es muy real. Creo que no tiene las convenciones del cuento. Bueno, es una comedia romántica pero es poco tramposa.

AJ: Los actos tienen las consecuencias que tendrían en la vida real.

PL: Lo que Juana sí que tenía muy claro, aunque nos hubiesen cogido a Alexandra y a mí de protas con lo caricatos que somos, es que el tono debía estar muy abajo, ser muy realista, sin recurrir a fórmulas cómicas. Ella tenía claro que quería contar esta historia desde su gusto personal, desde lo que sabe hacer. Yo lo digo en broma pero este ha sido mi primer papel de persona normal, un poco de representante del “chico medio”.

AJ: Ella tiene una manera muy personal de dirigir, nosotros somos actores más dados a estirar una situación o a intentar llevarla más lejos. Colocarte en esa tesitura de intentar sujetar lo que estás haciendo es interesante porque te obliga a trabajar donde no estás acostumbrado a trabajar. Te genera más incertidumbre porque no sabes si vas a poder transmitir lo que con otras herramientas transmitirías seguro. Cuando ves el resultado te das cuenta de que va en beneficio de la historia y de los personajes.

¿Ni siquiera Ernesto Sevilla y Karra Elejalde subían el tono?

AJ: Yo es que creo que todos hemos trabajado esa sujeción para aguantar el tono de la película.

PL: Es verdad que Karra hace un ginecólogo locatis, pero es más realista de lo que parece.

Su ginecólogo recuerda al de aquella comedia romántica que también trataba de embarazos…

AJ: Nueve meses. Con Julianne Moore y Hugh Grant… El ginecólogo era Robin Williams.

No te gustan las comedias románticas, ¿no?

AJ: No, qué va… La he visto de pasada [se ríe irónica]. Esa peli es muy graciosa y Robin Williams hace de ginecólogo ruso que no se entera de nada.

PL: Karra es un poco eso, pero yo creo que… Ahora ya no sé quién escribió qué, pero estoy convencido de que ese ginecólogo está inspirado en uno que conocimos de verdad mi chica y yo. Es excéntrico pero auténtico, de los que te puedes encontrar en la vida.

Interpretáis a una pareja en crisis porque ella quiere ser madre y él no lo tiene tan claro…

AJ: Es algo que tenemos alrededor. La peli habla de una pareja que quieren ser padres y descubren que es tarde cuando hay un montón de cosas que no han hecho todavía. Es lo que nos está pasando a todos. Tenemos un montón de expectativas por cumplir y al mismo tiempo hay temas en los que o te lanzas o pierdes el tren. En este caso, tener hijos. Ella decide llevarlo hasta las últimas consecuencias y él se da cuenta de que está demasiado a gusto con la vida que tenía. Lo bonito para el espectador es que se puede identificar con los dos.

PL: Hubiese sido muy fácil echarle la culpa a él.

AJ: Es que yo a él lo entiendo también.

PL: Sí, el “para qué nos vamos a complicar si estaba todo bien”. También otras actitudes muy reconocibles, como el personaje de Ernesto [Sevilla] que está empeñado en ser soltero y de pronto, pum.

AJ: Esto pasa siempre en los grupos de amigos, que el primero que se casa y tiene hijos es el que nunca te hubieses imaginado.

Tiene mucho que ver también con una generación a la que nunca le ha faltado nada y que no quiere hacer sacrificios.

AJ: Sí, pero también es verdad que cada vez todo cuesta más. Conseguir autonomía en todos los aspectos de tu vida… Y cuando estás a punto de conseguirlo resulta que se te ha pasado el arroz. ¿Cuál es la manera? No hay una manera. O lo haces sin pensar o no lo haces, pero con toda la razón. Verdaderamente es un conflicto para nuestra generación.

PL: Y eso es sólo los previos. Cuando tienes el hijo vienen muchas cosas más, que no lo puedas conciliar con tu trabajo, por ejemplo, es una de las cosas que pasan.

AJ: Como cuando te encuentras con esas parejas que acaban de ser padres, con ojeras y el sistema nervioso destrozado. Y te dicen: “No, pero si compensa todo”.

PL: Yo tengo una amiga. Su hermana le decía: “Eva, te levantas media hora antes y te haces la plancha y te pintas. Que nadie vea que esto puede contigo. Es muy importante. Te quitas horas de sueño o lo que sea”.

AJ: Hay algo más, y es que somos una generación descuadrada del esquema. Para unas cosas se nos ha hecho tarde y para otras no hemos conseguido ni la mitad de lo que nos habíamos propuesto.

Paco, ¿te ha cambiado tu manera de interpretar el hecho de haber dirigido?

PL: No, creo que más el hecho de haber sido productor. Y que yo siempre estoy con el actor, no hay esa distancia que tienen otros directores.

AJ: Creo que tienes una manera muy personal de dirigir. Para los que hemos trabajado contigo por primera vez, genera mucho vértigo y mucho gusto poder hacerlo. El que no exijas nada, pero con cuatro frases hagas que comprendamos lo que quieres que hagamos. Es una manera de dirigir muy abstracta que se traduce en algo muy concreto. Antes de que digas acción no tenemos ni idea de lo que hay que hacer. Y por alguna razón sale.

PL: Ay, en Kiki… están todos tan bien. Soy súper fan de todos. Me deleito mucho con una cualidad muy concreta que yo busco obsesivamente cuando ruedo y que para mí es el oro, cosas que sólo pasan una vez. Lo no previsto, algo de lo arbitrario, la magia. Yo me he radicalizado en trabajar sin guión y pasan cosas, claro. A mí eso me gusta mucho, tiene algo de verdad que el cine no lo logra de otra manera.

Al haber trabajado con Alexandra como actriz habrá sido mucho más fácil dirigirla en Kiki, el amor se hace…

PL: No te creas.

AJ: Un infierno [se ríe].

PL: No, es que me inspiraba tanto… Es una actriz superdotada que puede hacerlo todo. Tiene una técnica alucinante y una capacidad de abandono mayor. Toda esa confianza te hace subir mucho las expectativas. Yo le he planteado retos muy grandes. Es que hace de sordomuda, es el personaje más complejo de la película, no cae nada simpática.

¿Un papel para ganar el Goya?

AJ: No, porque es en una comedia.

Embarazados se estrena el 29 de enero.