"Mi querido Bilbo": Peter Jackson recuerda a Ian Holm

Este viernes fallecía a los 88 años de edad Ian Holm, actor nominado al Oscar por Carros de fuego y rostro de personajes inolvidables del cine como aquellos que interpretara en Alien, El quinto elemento o, naturalmente, El señor de los anillos. En la épica trilogía de Peter Jackson, este intérprete británico encarnó a Bilbo Bolsón, papel que retomaría en un par de escenas de El hobbit cuando su personaje en versión juvenil llevaba los rasgos de Martin Freeman.

Entre proyecto y proyecto, Jackson tuvo tiempo de estrechar lazos con Holm, hasta el punto de afianzar una amistad que ha motivado una carta de despedida publicada en su cuenta de Facebook realmente emotiva. Donde no solo el cineasta alaba las virtudes (tanto profesionales como personales) del actor, sino también desvela un par de anécdotas relacionadas con el rodaje de El hobbit y El señor de los anillos que, avisamos, pueden mover fácilmente a las lágrimas.

"Me siento muy triste por el fallecimiento de Sir Ian Holm. Era un hombre encantador, generoso. Era tranquilo, pero descarado, con un brillo adorable en los ojos", comenzaba la carta. "En los 2000, antes de empezar a grabar nuestras escenas con Bilbo en La comunidad del anillo, estaba nervioso por trabajar con un actor tan reputado, pero rápidamente me tranquilizó. Antes de que las cámaras empezaran a grabar, me dijo que iba a probar diferentes cosas en cada toma, pero que no debía preocuparme. Si, tras cinco o seis tomas, no me había dado lo que necesitaba, entonces yo podría darle una indicación específica".

Es lo que hicieron, pero resultó que "sus diferentes lecturas e interpretaciones eran todas maravillosas. No necesitaba dirección. Nos dio una gran cantidad de posibilidades que elegir en la sala de montaje". La habilidad de Holm para la improvisación ayudó a sacar adelante otra secuencia algo después, cuando durante su fiesta de cumpleaños Bilbo le cuenta a unos niños la aventura con los tres trolls referida por J.R.R. Tolkien en El hobbit.

Jackson y su equipo necesitaban un número concreto de primeros planos de los niños fascinados ante los cuentos de Bilbo, pero se daba el caso de que estos se aburrían ante la cantidad de veces que Holm debía repetir la anécdota, y no conseguían la expresión que quería el director. Para resolverlo, Holm empezó a contarles historias distintas según se le iban ocurriendo, logrando que su audiencia infantil se emocionara y aterrorizara ante su imaginación. Los planos que Jackson precisaba quedaron perfectos, "e Ian me dijo que nunca había trabajado tan duro en su vida".

Para rodar la posterior adaptación de El hobbit, Jackson y su socia y esposa Fran Walsh necesitaban que Holm rodara unas pocas escenas como el Bilbo anciano, de forma que se reunieron con él y su mujer Sophie en Londres. Fue entonces cuando Holm les confesó que tenía párkinson y por eso no actuaba; le resultaba prácticamente imposible memorizar diálogos, pero no le había hablado a nadie de su enfermedad porque quería llevarlo en privado. "Le dije que mi madre y mi padre habían tenido Parkinson y que estaba muy familiarizado con los efectos de la enfermedad", escribe Jackson.

El director insistió a Holm con que ya se las apañarían, pero el actor les dijo que veía imposible, por cuestiones de salud, desplazarse hasta Nueva Zelanda para rodar. Jackson le prometió entonces que rodarían su parte allí mismo, en Londres. "Al final de la escena asintió despacio y dijo 'sí, creo que puedo hacerlo'. Sabía que solo lo hacía como un favor a mí, y estreché sus manos y se lo agradecí con lágrimas en los ojos".

Martin Freeman sintió mucha pena de no poder coincidir con Holm en el set. Tal y como le habían prometido, Jackson acabó volviendo a Londres con un pequeño equipo y grabando sus escenas. Sophie estuvo con él en todo momento, y el rodaje pudo beneficiarse de la presencia de Elijah Wood, quien había forjado una gran amistad con Holm gracias a El señor de los anillos y pudo ayudarle con la interpretación. "Fue increíblemente valiente por su parte hacerlo, y muy emocionante para quienes lo presenciaron", declara el director. "Siempre estaremos agradecidos por lo que hizo".

"Para celebrar el fin del rodaje. Ian y Sophie nos invitaron a Fran y a mí a cenar a su casa", continúa la carta. "Fue una noche increíble, llena de diversión. Ian y yo descubrimos que ambos estábamos muy interesados en la figura de Napoleón y hablamos sobre él durante horas". Un año después, cuando la primera entrega de El hobbit se estrenó en Londres, Martin Freeman pudo conocer por fin a Holm. "Fue un privilegio trabajar con él, y una bendición conocerle".

Jackson se aproxima, así, al fin de su carta. "Siempre he amado la interpretación de Ian en las escenas finales de El retorno del rey. 'Creo que estoy preparado para otra aventura'. Adiós, querido Bilbo. Buen viaje, querido Ian".