El maquillador de 'El Grinch' tuvo que ir a terapia tras trabajar con Jim Carrey

El nominado al Oscar Kazuhiro Tsuji se sincera sobre la traumática experiencia laboral que pasó durante el rodaje de la película navideña protagonizada por Carrey.
El maquillador de 'El Grinch' tuvo que ir a terapia tras trabajar con Jim Carrey
El maquillador de 'El Grinch' tuvo que ir a terapia tras trabajar con Jim Carrey
El maquillador de 'El Grinch' tuvo que ir a terapia tras trabajar con Jim Carrey

Kazuhiro Tsuji es un reconocido maquillador y diseñador de efectos especiales de Hollywood que cuenta con tres nominaciones al Oscar, la última de ellas por su trabajo en El instante más oscuro transformando a Gary Oldman en una réplica asombrosamente exacta de Winston Churchill. A pesar de su reconocida carrera en películas como Men in Black, Hellboy, Tropic Thunder, El curioso caso de Benjamin Button, Transformers: La venganza de los caídos o Looper, el artista guarda un recuerdo muy amargo de su inicio profesional en Hollywood que bien pudo llevarle a cambiar de profesión: trabajar con Jim Carrey en El Grinch (2000).

Tsuji ha rememorado su experiencia profesional más traumática en una entrevista para Vulture. Allí, este discípulo de Rick Baker cuenta lo mal que lo pasó durante el rodaje de la película navideña dirigida por Ron Howard debido al mal comportamiento de Jim Carrey. "Cuando estábamos en el set, [Carrey] era realmente cruel con todo el mundo. (...) Después de dos semanas solamente habíamos acabados tres días del plan de rodaje, porque de repente él desaparecía y cuando volvía todo estaba destrozado. No podíamos rodar nada", cuenta el profesional japonés, que aquel entonces solamente empezaba a abrirse camino en Hollywood.

Según Tsuji, Carrey era muy exigente en la sala de maquillaje. La producción de El Grinch fue especialmente dura para Carrey debido a las horas de aplicación de prótesis faciales y maquillaje a las que tenía que someterse para encarnar a la criatura titular. En una gran cantidad de planos aparecía de cuerpo completo, obligando al actor a transformarse del todo y trabajar completamente cubierto de pelaje verde. No obstante, eran las lentillas que debía llevar lo que resultó más problemático, pues era fácil que la nieve falsa que caía sobre el set se le quedara pegada a los ojos.

"Cada día en la sala de maquillaje se miraba en el espejo, se señalaba la barbilla y decía: 'Este color es distinto del de ayer, arréglalo", recuerda Tsuji. La presión que sintió el maquillador fue tan grande que pactó con su jefe Rick Baker y uno de los productores de la película tomarse unos días de descanso para que Carrey se diera cuenta de la importancia de su aportación para la construcción del personaje. La idea funcionó y el propio actor llamó por teléfono a Tsuji para pedirle que volviera al set.

El maquillador japonés finalmente negoció su regreso a la producción a cambio de obtener ayuda para conseguir una green card [permiso de residencia en EE UU]. Según cuenta, Carrey "suavizó su temperamento" durante el resto del rodaje, pero eso no impidió que Tsuji fuera a terapia justo cuando acabó la producción de El Grinch para sobreponerse de la experiencia. Lo recuerda como un punto de inflexión en su carrera por lo que le iba a implicar tener que trabajar con actores tan combativos como Carrey. Que su tercera nominación al Oscar venga por maquillar a Gary Oldman demuestra que Tsuji ha debido de endurecerse durante todos estos años.

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