Makoto Shinkai: más allá de 'Your Name'

El estreno de 'El tiempo contigo' nos anima a recordar que la obra del director japonés comenzó mucho antes de su superéxito de 2016.
Makoto Shinkai: más allá de 'Your Name'
Makoto Shinkai: más allá de 'Your Name'
Makoto Shinkai: más allá de 'Your Name'

Después del éxito de su anterior película, decir "Makoto Shinkai" es decir "Your Name". Como si no hubiera hecho ninguna otra cosa. Como si su carrera se basara en una única película de la cual todo el resto de su filmografía sólo fuera un prólogo sin mayor interés. Pero eso no es así: ahora que El tiempo contigo llega a nuestros cines, es el momento de recordar que Shinkai fue y sigue siendo uno de los directores japoneses de animación más interesantes de su generación. Y podemos demostrarlo.

Nacido Makoto Niitsu el 9 de febrero de 1973 en el pequeño pueblo de Koumi, en la prefectura de Nagano, Shinkai demostró desde muy joven un inmenso amor por el manga, el anime y la literatura. Eso hizo que estudiara Literatura Japonesa en la universidad de Chou mientras, al mismo tiempo, refinaba sus habilidades en el dibujo pensando poder dedicarse en un futuro a trabajar en alguno de esos tres campos. Incluso si, al principio, la vida tuvo otros planes pensados para él.

Al acabar la universidad, en 1994, encontró trabajo en el lugar más inesperado: una compañía de videojuegos. Concretamente en Falcom, míticos desarrolladores nipones que han conseguido un repunte de popularidad en occidente en los últimos años gracias a las últimas entregas de su saga The Legend of Heroes. Allí, Shinkai abajó durante cinco años haciéndose cargos de los vídeos animados de sus títulos. Algo que le sirvió no sólo para refinar las técnicas por las que hoy es alabado, sino también para conocer a Tenmon, el músico con el que colaboraría en un buen puñado de sus proyectos.

Tras acabar su paso por la industria del videojuego se lanzaría de cabeza a su sueño: hacer anime. De ese modo, entre 1998 y 2003 realizaría una serie de cortos de animación hechos prácticamente por él solo. Entre ellos cabría destacar especialmente Ella y su gato, una delicia en blanco y negro sobre la relación entre un gato y su dueña, y Voices of a Distant Star, una historia de ciencia ficción sobre una guerra espacial donde una chica de instituto, piloto de mechas, se ve arrojada a una misión suicida mientras piensa en sus sentimientos por un chico que no llegó a ser elegido para servir en el ejército.

De hecho, su OVA Voices of a Distant Star tendría las claves temáticas que desarrollaría después en su primer largometraje, El lugar que nos prometimos. Estrenada en 2004, la película es un drama ambientado en un universo alternativo donde la Unión Soviética ocupó la mitad de Japón una vez acabada la segunda guerra mundial y, más de treinta años después, ha decidido construir una torre capaz de abrir puertas a universos paralelos. Algo donde se verán envueltos los personajes protagonistas, dos chicos y una chica afectados por los efectos de este desbarajuste planar, por una promesa que se hicieron durante su adolescencia y por el haberse posicionado ya de adultos en bandos políticos diferentes.

Encargándose del storyboard, la dirección, el guión, la producción, la fotografía y la edición de la película, la película es puro Makoto Shinkai. En parte, porque asumió, en esencia, el grueso de las labores de la misma. Algo que repetiría, en una u otra medida, en sus siguientes producciones.

Ya en 2007 estrenaría su siguiente largometraje, el celebrado 5 centímetros por segundo. Una historia de amor entre un chico y una chica, dividida en tres partes siendo cada una de ellas una etapa de su vida desde la infancia hasta la edad adulta, incluso si llamarlo "historia romántica", como presuponiendo que acaba bien, quizás sea equivocado. A fin de cuentas, la película trata sobre la distancia y la incomunicación en un mundo anterior a Internet, puesto que los enamorados se verán separados al principio de la película cuando él tenga que mudarse antes de poder siquiera declarar lo que siente. Algo que llevará a un final similar al que vimos en Your Name, con el mismo tono de ensoñación, sólo que infinitamente más triste.

Siendo la primera película indudablemente de culto de Makoto Shinkai, no es de extrañar que ganará el premio a mejor filme animado de los Asia Pacific Screen Awards de 2007. Especialmente, porque, tanto visual como narrativamente, es una obra prodigiosa.

Muy diferente fue el caso de su tercer largometraje, Viaje a Agartha (2011). En ella, Shinkai se posicionó más cerca que nunca del título de 'nuevo Miyazaki' que la prensa occidental ha tratado (sin fundamento) de otorgarle. A fin de cuentas, Viaje a Agartha guarda cierto parecido, sobre el papel, con las producciones de Studio Ghibli. La cinta nos cuenta la historia de una chica de instituto que un día es atacada por una extraña criatura, de la cual logra salvarse gracias un chico que dice provenir de un país muy lejano llamado Agartha. Cuando al día siguiente el chico desaparece, ella, brava como es, decide ir en su búsqueda. Algo que la arrojará a descubrir un mundo dentro del nuestro que jamás podría haber imaginado.

Por más que dicho así suene a Ghibli, el parecido no llega demasiado lejos cuando vemos la película. La estética es la usual en los trabajos del director, al guión tiene rasgos muy poco miyazakianos en la creación de su mundo y las tramas de sus personajes secundarios y el conflicto es, en última instancia, muy sencillo. Una película que, aun teniendo ciertos parecidos lejanos con Ghibli, sigue siendo una película puramente Shinkai.

Pero, incluso si parecía tener ya un nuevo campo de juegos por explotar, para su siguiente proyecto, estrenado en 2013, volvió a cambiar de tercio. Para empezar, porque fue algo que no había hecho antes: un mediometraje. ¿Su nombre? El jardín de las palabras.

En esta película, una misteriosa mujer rozando los treinta y un chico de quince años comienzan una relación amistosa que lentamente va convirtiéndose en algo más gracias a encontrarse en un parque en las mañanas lluviosas, cuando ella debería estar trabajando y él en el instituto. Algo que dará coraje a ambos para perseguir sus sueños y superar sus problemas, incluso si eso significa dejar a un lado sus sentimientos.

Con música de Daisuke Kashiwa, unos fondos que podrían pasar por fotos editadas de los espacios reales en los que se inspiran y una historia que consigue equilibrar perfectamente lo romántico y lo dramático, es una de las grandes películas de Makoto Shinkai. Una obra maestra perfectamente comprimida en 46 minutos.

Tras eso llegó Your Name, trabajo del que no hace falta hablar. Y ahora se estrena El tiempo contigo, la cual sigue la estela de su obra anterior. Si conseguirá su mismo éxito, si de hecho se parecerá en algo a aquella, será algo que sólo el tiempo podrá decir. Pero lo que sí está claro es que Shinkai no es un one hit wonder, el creador de una única obra de calidad incuestionable. Sea cual sea el resultado de El tiempo contigo, siempre es un placer tener nuevos proyectos con su firma en los que zambullirnos.

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