Los grandes olvidados de las nominaciones a los Goya

Lo sabemos: el número de candidatos era enorme, el nivel en general era alto y cumplir con unos plazos de votación siempre invita a las prisas. Pero, en CINEMANÍA no nos resistimos a señalar esos nombres que echamos de menos entre los candidatos a los Goya 2014. A continuación encontraréis una lista completa de ninguneos clamorosos, posibles nominaciones adicionales para filmes que ya van sobrados de ellas y muchas referencias a cierta película que, si bien opta a muchos premios técnicos, se ha quedado casi totalmente fuera de las categorías dramáticas. ¿Estáis preparados? Pues allá vamos...

¿Por qué es un olvido? Dado que, a fin de optar a un Goya, es preciso que un filme se estrene en salas comerciales, fue natural que El señor no recibiese ninguna nominación en 2012. Pero el quinto largometraje de Cavestany sí que ha pasado por la pantalla grande (es más: aún consta en las listas de cartelera) y, además, se ha llevado aplausos de crítica y público por su originalidad y por esa mala leche tan apta para los tiempos de crisis. Nominando a Gente en sitios para la categoría reina, la Academia hubiera proporcionado un valioso espaldarazo tanto al cine independiente como a un cineasta que parece ir a más con cada nuevo proyecto.

¿Por qué es un olvido? Estamos de acuerdo en que enamorarse de Nora Navas es muy fácil, y más aún cuando la actriz catalana trabaja a pleno rendimiento. Ahora bien, ¿qué pasa con la directora de Todos queremos lo mejor para ella? Mientras la crítica aplaude el filme, y afirma incluso que supera el muy alto listón de Tres días con la familia, los académicos han optado por no nominar a Coll... Olvidando, o eso parece, que esta cineasta catalana se llevó el premio a la dirección novel en 2010 gracias a su debut. Decididamente,

¿Por qué es un olvido? Tan apta para organizar una cena de amigas en su caserío como un aquelarre en una caverna, Graciana Barrenetxea es una furia del Hades con traje gris marengo y collar de perlas, amén de un personaje de esos que requieren de una actriz excepcional para darles vida. Vale que Maura tiene ya cuatro 'cabezones' en la repisa, pero en caso de que este trabajo le hubiese hecho optar a un quinto premio, nosotros hubiéramos aplaudido como los que más. Luego no nos quejemos si prefiere trabajar en Francia...

¿Por qué es un olvido? Tras el estreno de Ismael, muchos coincidieronen que Rueda rompía muchos de los topicazos asociados a su figura ("mamá de Los Serrano", primero, y "scream queen del cine español" después) mediante un agradecido papel de abuela disfuncional. Pero que si quieres arroz, Catalina: hasta nuevo aviso, parece que Rueda sólo contará con ese premio a la Actriz Revelación que ganó por Mar adentro en el ya lejano 2005.

¿Por qué es un olvido? ¿Intensidad? La tiene. ¿Gestos que te dejan helado? Los tiene. ¿Capacidad para hacer suyo un personaje turbio y despreciable? Por descontado: estamos hablando de alguien que ha interpretado (y muy bien, además) al asesino nazi Josef Mengele. Pese a todo ello, y a ser un grandísimo actor en general, Brendemühl sigue sin haber sido nominado al Goya ni una sola vez. Este año, además, también podría haber aspirado al premio por Insensibles.

¿Por qué es un olvido? Está claro que el perfil de Wood en Hollywood dista hoy de ser tan alto como cuando protagonizó El Señor de los anillos. Ahora bien: su trabajo como antihéroe hitchcockiano en la película de Eugenio Mira resulta sobresaliente, y contarle entre los candidatos hubiese supuesto un empujón para el perfil internacional de los 'cabezones'. Al fin y al cabo, ¿qué tiene Naomi Watts -nominada el año pasado por Lo imposible- que no tenga él? Bueno, vale: la inglesa es rubia.

¿Por qué es un olvido? Bueno, aquí no estamos hablando de un olvido, sino de dos. O incluso de tres. Porque este año Casas podría haber sido candidato de pleno derecho gracias a Ismael (igual que Belén Rueda, fíjate tú) o, si nos ponemos, merced a su trabajo en La mula. Pero, durante la lectura de las nominaciones, nosotros nos acordamos mucho de Tony, ese chicarrón tan sobrado de músculos como falto de luces. La capacidad para autoparodiarse con gracia y salero es un don que no todos los actores poseen, y que bien se merece, si no una estatuilla, sí al menos una candidatura.

¿Por qué es un olvido? Tras el manifiesto ninguneo sufrido por Promoción fantasma el año pasado, nosotros nos alegramos mucho de las siete candidaturas para el nuevo largo de Javier Ruiz Caldera. Ahora bien: entre las mayores sorpresas arrojadas por esta película (y, creednos, son bastantes) está una De Palma más divertida que nunca. Podemos pensar que la Academia no opina lo mismo que nosotros... O que sigue viendo como una anécdota esa carrera que ya abarca 27 años y 58 películas.

¿Por qué es un olvido? Como todos sabemos, el historial de aguijonazos, desdenes y ceños fruncidos entre la Academia y Pedro Almodóvar es más largo que el sumario del caso Gürtel. Y, dado que Los amantes pasajeros no ha caído del todo bien entre los expertos (nosotros, sin ir más lejos, la consideramos una sonada decepción) tampoco extraña tanto que sólo esté nominada en una categoría técnica. Ahora bien: no nominar a ningún miembro del trío de azafatos más plumífero y excesivo del cine español queda como una auténtica catástrofe aérea. Con los debidos respetos a Javier Cámara y Raúl Arévalo, el caso de Areces nos escuece especialmente: hace dos años, recordemos, los académicos ignoraron su estupendo trabajo en Balada triste de trompeta.

¿Por qué es un olvido? El rol de Fernández en esta película es uno de esos que, en manos poco hábiles, se prestan demasiado al cliché: un futbolista (del Sabadell, nada menos) que insta a su novio (y compañero de equipo) Álex Monner a salir del armario en vísperas de un fichaje por el Barça. Por suerte, no es sólo que Fernández se desenvuelva muy bien en una situación tan peliaguda, sino que además (como sentenció nuestro blog Fútbol y cine) la equipación del club arlequín le sienta de maravilla.

¿Por qué es un olvido? Por resultar tan indie que marea, por su descalabrante argumento, por haberse estrenado con dos años de retraso o por meterse con Michael Haneke: cualquiera sabe. El caso es que la película de Daniel Castro no se ha llevado una sola nominación, y a nosotros nos da bastante rabia. Puestos a remediar esta carencia, nosotros habríamos propuesto como intérprete revelación femenina a Santa Cruz, una de las actrices jóvenes más currantes de nuestro panorama. La cual, todo sea dicho, también figuraba como precandidata por Tres bodas de más y Barcelona, nit d'estiu.

¿Por qué es un olvido? Narcotráfico, pelotazos urbanísticos venidos a menos, familias desestructuradas, pesca con caña, fútbol infantil y, en general, la derrota del español medio que tiene que comerse la crisis con patatas en plena mediana edad: esos son los ingredientes de Somos gente honrada. Combinarlos bien resultaría una papeleta para cualquier director experto, así que un debutante como Marzoa debería llevarse al menos un reconocimiento oficial por su forma de hacerse con el material.

La falta de nominaciones para Ilusión clama al cielo, está claro. Si todavía os quedan dudas después de haber visto el vídeo de arriba, no sabemos qué decir para convenceros...

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