La secuencia del avión de 'La momia' puso a Tom Cruise en gravedad cero

¿Sabes lo que es un 'Cometa de los Vómitos'? Para rodar el apabullante avance de su película, Tom Cruise tuvo que aprendérselo bien
La secuencia del avión de 'La momia' puso a Tom Cruise en gravedad cero
La secuencia del avión de 'La momia' puso a Tom Cruise en gravedad cero
La secuencia del avión de 'La momia' puso a Tom Cruise en gravedad cero

Entre las (pocas) cosas a las que temen los astronautas de la NASA, los aviones Boeing KC-135 ocupan un lugar medianamente destacado. Se trata de aeroplanos-cisterna acondicionados para enseñar a los cosmonautas a moverse en ausencia de gravedad, y que reciben el bonito apodo de "vomit comets" ("cometas de los vómitos") debido a que sus maniobras en picado pueden desarmar el estómago más resistente. Claro que el estómago de Tom Cruise no es un estómago cualquiera: según ha revelado el director Alex Kurtzman, la secuencia del accidente aéreo que nos ha dejado pasmados en el tráiler de La momia se rodó en uno de estos aparatos.

"Si quieres rodar un accidente aéreo desde dentro del avión, en el estudio siempre te dirán lo mismo: 'Venga, vale, lo haces en un decorado rotatorio, con un montón de pantalla verde, especialistas con cables y bla, bla, bla", explica Kurtzman. En busca de "una experiencia visceral", el director se planteó recurrir a este método ("Kubrick lo inventó para 2001"). Pero, claro, enseguida llegó el tío Tom con la rebaja: "Cuando le saqué el tema [a Cruise], le dije: 'Lo vamos a hacer en un decorado'. Y él respondió: 'No. Lo vamos a hacer de verdad'. Yo: '¿Qué quieres decir?' Y él se pone en plan: 'Nos vamos a subir al cometa de los vómitos. Todos. Y vamos a rodar la secuencia allí". 

Kurtzman prosigue explicando que convencer a Cruise costó lo suyo, pero que finalmente se llegó a una solución de compromiso, con parte de la escena rodada en el avión y parte en un decorado rotatorio. La experiencia aérea, con "técnicos sosteniendo los focos y vomitando a la vez", debió ser intensa, pero Kurtzman reconoce que "valió la pena". Por lo pronto, nos ha dejado con ganas de ver el que promete ser uno de los stunts más brillantes de la carrera de Cruise. Y, si los técnicos en cuestión piensan que aquello fue una ordalía, les recordamos que Tom Hanks y el resto del reparto de Apolo 13 se subieron al cacharro 612 veces para satisfacer las ansias de realismo de Ron Howard. Eso sí que fue un sufrimiento flotante...

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