"Déjale ganar. No conviene soliviantar a un wookiee", advertía Han Solo (Harrison Ford) mientras Chewbacca y R2-D2 se enfrentaban en una partida de Dejarik. Ante el estupor de C-3PO, el contrabandista más famoso de la galaxia explicaba que "un androide no le arranca los brazos a su rival cuando pierde, y los wookiee sí". Lo que en Star Wars: Episodio IV - Una nueva esperanza parecía una anécdota sin importancia, se ha cumplido 40 años después, cuando hemos podido ver una escena eliminada de Star Wars: Episodio VII - El despertar de la Fuerza.
La secuencia de la que hablamos se sitúa en el castillo de Maz Kanata, cuando Rey (Daisy Ridley) sufría un encontronazo con Unkar Plutt, que trabajaba para la Primera Orden de Jakku. En ese choque, Chewbacca salía en defensa de la protagonista, pero el personaje interpretado por Simon Pegg contraatacaba atacándole en una herida que el wookiee tenía en el brazo. Mala idea. La osadía le costaba a Unkar Plutt su brazo, arrancado de cuajo por el amigo de Han Solo:
Recordad las sabias palabras de Solo: "Déjale ganar".
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