Ya lo decía Michael Herr, el guionista de La chaqueta metálica: "Stanley Kubrick no era un recluso, sólo que no le gustaba salir de casa". Pese a su leyenda, muchos testimonios (entre ellos, el de Steven Spielberg) pintan al director de 2001: Una odisea del espacio, Lolita, El resplandor y Barry Lyndon como un sujeto bastante afectuoso, aficionado a las mascotas y, sobre todo, muy apegado a su familia. Por si quedase alguna duda, la hija mayor del cineasta, Katarina Kubrick ("La chica con un vestido horrible de punto que sale en una escena de La naranja mecánica", según ella misma) realizó el miércoles una sesión de preguntas y respuestas en la red social Reddit. Durante la charla online, y acompañada por uno de sus hijos, Katarina aprovechó para desbancar mitos, apuntar detalles simpáticos sobre la vida privada del genio y recordar algunas anécdotas de sus rodajes. Aquí tenéis una selección de sus palabras.
¿Cómo pasaba Stanley su tiempo libre?
Entre película y película, leía un montón de libros y repasaba los partidos de fútbol americano que le mandaba su hermana en cintas VHS. Siempre estaba revisando la calidad de las copias, contratando directores de doblaje para los estrenos internacionales y comprobando los resultados de taquilla de sus películas en todo el mundo. Nunca dejaba de atender a sus niñas, incluso cuando estas ya estaban movíendose por el mundo".
¿Era tan perfeccionista en casa como en el plató?
Yo le recuerdo como un papá normal, que disfrutaba preparándonos bocadillos de atún y viendo los deportes por televisión. Siempre estaba trabajando, y estando a su lado aprendías un montón. (...) Cuando estaba en casa, se pasaba todo el rato jugando con nuestros gatos y nuestros perros. (....) También era un poco sobreprotector: no me dejó salir con chicos hasta que cumplí los 16.
¿Por qué nunca explicó el final de 2001?
Una de las razones por las que Stanley nunca explicaba el final de la película era para evitar que los espectadores pensasen que esta tenía un solo significado. La forma en la que la interpretes dependerá de tus convicciones, de modo que si crees en Dios la verás de modo muy distinto a si eres ateo".
¿Se cargó Spielberg el guión de Inteligencia Artificial?
Creo que Stanley hubiese hecho una película mucho más oscura, y que se puso en contacto con Spielberg precisamente por eso. Le preocupaba mucho el número de culos en los asientos".
¿Le fastidiaba no haber ganado el Oscar al Mejor Director?
Creo que estaba un poco mosqueado (quién no lo estaría), pero siempre que ganaba un premio prestigioso en un festival, se lo mandaba a su madre".
¿Qué películas le gustaba ver en casa?
Admiraba mucho a Bergman, Tarkovsky, Buñuel, Spike Lee y Spielberg, entre otros. La lista es larga y variada".
¿Fue muy cruel con Shelley Duval en El resplandor?
Stanley se mantenía calmado en el plató, y cuando quería llamar la atención a un actor siempre lo hacía en privado. En el caso de Shelley, hubo un día en el que se les hizo tarde, se les acababa el tiempo, ambos dijeron una palabra más alta que la otra y terminaron yéndose de los nervios. De ahí la leyenda de 'Kubrick atormenta a sus actores'. No digo que no fuera un rodaje difícil, pero oye, así es el cine. (...) Además, el papel de Shelley era muy difícil, tenía que llorar y ponerse histérica todo el rato".
¿Cómo fue su amistad con Peter Sellers?
Recuerdo a Peter como un tipo muy divertido, que venía a menudo a vernos a casa: Stanley se partía de risa con sus bromas. (...) Visité el plató de Teléfono rojo: ¿Volamos hacia Moscú? y, aunque era muy pequeña, recuerdo haber llevado pantuflas de felpa para andar por el decorado de la sala de guerra. También me acuerdo de que Peter Bull, que interpretaba al embajador soviético, preparaba las mejores meriendas para niños que probé jamás".
Sobre los rumores que asocian su muerte con la Cienciología
Para empezar, Stanley tuvo un ataque mortal al corazón mientras dormía en casa: mi madre encontró su cadáver. Según nos dijeron, fue instantáneo. Respecto a Vivian [la hija menor de Kubrick, miembro de la Iglesia de la Cienciología], no sé si era ya una ciencióloga por entonces. No creo que la relación de ella con mi padre tuviese que ver con el argumento de Eyes Wide Shut, una película cuyo guión llevaba preparándose desde hacía 30 años".
¿Cuál es el significado de Eyes Wide Shut?
[Stanley] pensaba que ese argumento le tocaría la fibra a cualquiera que hubiese vivido una relación, no importa de qué tipo. No sé qué intenciones tenía al rodar la película, pero sí que, cuando leyó el libro [Relato soñado, de Arthur Schnitzler] habló con mi madre, y ambos decidieron que ninguno de los dos era lo bastante mayor, o lo bastante sabio, como para afrontar un asunto tan crudo".
¿Era un poco paranoico, o sólo se lo hacía?
Una vez le regalé un libro, no recuerdo el título, sobre las teorías conspirativas más disparatadas. Estaba convencido de que nuestro restaurante chino favorito era la tapadera de una organización mafiosa: decía que el gerente era demasiado listo como para conformarse con ese trabajo. Solíamos tomarle el pelo con eso mientras comíamos los rollitos de primavera".
¿Cómo se llevaba con sus fans?
"De vez en cuando, el telefonillo de nuestra casa sonaba y se oían voces que decían (generalmente entre risitas): 'Oiga, ¿está Stanley Kubrick?'. Cuando decían eso, él les contestaba: ' Uy, no, lo siento, acaba de salir".
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