Javier Botet: "Mi mundo siempre ha sido crear criaturas extrañas"

Ha sido la Niña Medeiros de '[•REC]', la criatura de 'Mamá' y tantas otras. Ahora en 'Ventajas de viajar en tren' podemos verle al natural, sin maquillaje ni efectos.
Javier Botet: "Mi mundo siempre ha sido crear criaturas extrañas"
Javier Botet: "Mi mundo siempre ha sido crear criaturas extrañas"
Javier Botet
Javier Botet: "Mi mundo siempre ha sido crear criaturas extrañas"

En el mejor sentido, Javier Botet es un monstruo de la interpretación. Nació en Ciudad real hace 42 años. Padece una enfermedad poco usual, el síndrome de Marfan, que afecta al tejido conectivo y que le hizo desarrollar la longitud de brazos y piernas por encima de lo normal. También que mida casi dos metros (1,97 m.) y que su constitución sea especialmente delgada. Pero lejos de ser un impedimento, Javier Botet lo considera su "superpoder". Un físico que le ha permitido encarnar a las criaturas más monstruosas, también en superproducciones de Hollywood.

Los amantes del género fantástico saben de sobras quien es, aunque (casi) siempre aparezca bajo capas y capas de maquillaje o caracterizado en las formas más inquietantes, y sin tener que recurrir a efectos digitales. Desde su Niña Medeiros en [•REC] en 2007 o la criatura sobrenatural de Mamá (2013) está solicitadísimo.

Ha sido el Crooked Man de Expediente Warren: El caso Enfield (y que ya suena para un spin-off), el dios egipcio Set en La momia con Tom Cruise, en La cumbre escarlata encarnó hasta tres personajes, KeyFace en Insidious. La última llave (2018), Slender man (2018), el Basajaun de El guardián invisibleBig Toe Corpse de Historias de miedo para contar en la oscuridad o el Hobo, un leproso que aparece en las dos entregas de It.

También ha tenido breves intervenciones en las series Juego de tronos (como un caminante blanco en el episodio La batalla de Invernalia, el tercero de la octava y última temporada) o Star Trek: Discovery e incluso le llamaron para rodar una pesadillesca aparición en El renacido con Leonardo DiCaprio, aunque fue eliminada del montaje final.

[caption id="attachment_137802" align="alignnone" width="560"]Javier Botet (el Hobo en 'It') ( Visiblemente demacrado en 'It' )[/caption]

Su más reciente reconocimiento fue en el Festival de Sitges donde se le otorgó La Máquina del Tiempo a su trayectoria, y en cines acaba de estrenarse Ventajas de viajar en tren, el pasado 8 de noviembre, la adaptación de la novela de Antonio Orejudo que ha dirigido el debutante Aritz Moreno.

Le habrán visto millones de espectadores en todo el mundo, pero no es un rostro reconocible, ¿es una ventaja o una frustración?

Es una ventaja. Al principio cuando piensas en dedicarte a esto del cine resulta imposible no sentirse tentado por la fama, es como algo a lo que te quieres asomar. He tenido la suerte de dedicarme a la carrera que me gusta, de trabajar en proyectos muy grandes, de recorrer mucho mundo y conocer a mucha gente. De alguna manera es como si me estuviera llevando lo bueno de la carrera sin comerme lo malo. Es la tranquilidad que te da para ir a hacer tus cosas. A todos nos gustaría sentirnos invisibles a veces y hay gente que no puede, que le es imposible. Pero el reconocimiento siempre es satisfactorio.

En Ventajas de viajar en tren protagoniza uno de los segmentos, junto a Macarena García, y por fin tenemos una de las pocas oportunidades de verle en una película sin maquillaje, con el rostro al descubierto.

Me gustan casi todos los géneros, hago terror, ciencia-ficción, pero cada vez hago más comedia y drama. Sé que esto va a tener un precio al tener que dar la cara. No deseo ser tan reconocible, pero soy capaz de ir pagando el precio si quiero ir haciendo lo otro.

¿De los personajes que ha hecho cuál le ha provocado auténtico terror?

Recuerdo en Sitges la primera vez que vi [•REC], que para mucha gente es una de las más terroríficas que he hecho, y a medida que se acercaba el momento final estar excitado. Era una especie de ejercicio grupal. Todo el mundo estaba tan histérico, tan tenso y yo temiendo lo peor porque luego llegaba el momento más terrorífico, pensaba "os vais a cagar". Tenía la emoción de que les estaba gustando tanto, igual porque fue una de mis primeras grandes películas, pero luego con las demás no me ha pasado, y eso que he trabajado con Guillermo del Toro y otros grandes directores. Ahora cuando me maquillo o me veo una película es muy, muy difícil que me dé miedo, pero aún así las disfruto muchísimo.

[caption id="attachment_137803" align="alignnone" width="560"]Javier Botet en 'Mama' ( Dando miedo en 'Mamá' )[/caption]

¿Cómo es tener que pasar horas y horas de maquillaje?

Es la parte dura de esta faceta. Pero también es muy agradecida porque luego está el momento en que se muestra el resultado, la criatura y toda espera de horas y horas ya ha valido la pena. También es el trabajo de mucha gente, de maquilladores, diseñadores, el actor, el director, la fotografía… me parece lo más especial, atípico, brillante y exótico que suele haber en las películas.

¿Y cómo recuerda sus primeros pasos en esto del cine?

En mi casa no había cámara, y mira que la añoraba y la pedía. No era como ahora que todo el mundo tiene un móvil. Leía cómics, creaba mis personajes y todo eran monstruos, monstruos y monstruos.  Con la edad conseguí mi cámara e hicimos cine, con mis amigos, y en Madrid, una de las ciudades en las que tenías la opción de desarrollarte, entré en un taller de efectos especiales. Y uno tiene el físico que tiene. Yo era larguísimo y delgado, y sabía que era perfecto para crear ese tipo de personajes, una estructura básica sobre la que componer monstruos. Allí también entré en contacto con el profesor Pedro Rodríguez, experto en efectos de maquillaje. Mi primera oportunidad fue con Brian Yuzna, recreando un humanoide en Bajo aguas tranquilas. Fue la última de la Fantastic Factory, pero allí empezó todo, luego vino [•REC] y Mamá en la que conocí a Guillermo del Toro.

[caption id="attachment_137805" align="alignnone" width="560"]Javier Botet en 'Amigo' ( En los brazos de David Pareja en 'Amigo' )[/caption]

También tiene pendiente de estreno Amigo, una película hecha realmente entre amigos. Dirigida por Óscar Martín y coprotagonizada por David Pareja. Una comedia negrísima, de muy bajo presupuesto, y de la que también es coguionista.

Hecha entre amigos y con los medios que hemos tenido a mano. Muy recogidos. Poca gente en el equipo.  Muchos del equipo eran amigos también personales y la película es una historia sobre la amistad, pero sobre el lado más oscuro de la amistad. Sin embargo se ha podido hacer gracias al otro lado, el lado bueno de la amistad.

¿Qué puede ser más terrorífico el terror en sí mismo o el humor negro?

Siempre el terror. El humor negro no deja de ser humor. Luego está la tolerancia de la gente y que tiene que ver con la inteligencia. Cuanto menos te entienden menos te toleran y menos con según qué bromas. Hay temas delicados como meterse con una mujer, una persona de color, una persona discapacitada,  una raza… es fácil que los cómicos sufran ahora las iras de según qué personas a través de Internet. Son modas, una estupidez. En las redes hay cosas buenas, cosas malas, iremos evolucionando.

Y su otra gran pasión, quizás menos conocida, es la de dibujar.

La primera película en imagen real que recuerdo haber visto en cine fue El retorno del Jedi (1983) y me quedé impresionado, me voló la cabeza, sobre todo al ver esas criaturas que habitaban allí, que eran tangibles, que existían interactuando con los humanos, cada uno eran de su padre y de su madre. De pequeño era muy imaginativo, pintaba, dibujaba, modelaba sobre todo con plastilina, y mi mundo era eso crear criaturas extrañas y de otros universos. Nada real. Luego empezó a descubrir otro tipo de películas, como los trabajos de Jim Henson, y empecé con el material que era más barato, papel y lápiz.

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