Gwyneth Paltrow recibe burlas del equipo de Harvey Weinstein al desvelarse su rol en la caída del productor

Con la salida a la venta del libro She Said: Breaking the Sexual Harassment Story That Helped Ignite a Movement, donde dos periodistas relatan el proceso que llevó a desenmascarar públicamente los continuados abusos sexuales del productor Harvey Weinstein, se ha revelado el rol fundamental que jugó Gwyneth Paltrow al atreverse a hablar contra él. La respuesta inmediata desde el equipo de Weinstein ha sido intentar desacreditar las palabras de Paltrow con burlas públicas hacia ella, justo en la semana en la que estaba previsto que empezara el juicio contra él antes de ser pospuesto hasta enero.

"Gwyneth Paltrow procede de la realeza de Hollywood", afirma en Deadline un representante de Weinstein. "Su padre era un productor importantes, su madre una actriz famosa y su padrino es Steven Spielberg. No necesitaba hacer películas con Harvey Weinstein; lo hizo porque quiso, ganó premios importantes y fue la actriz mejor pagada durante casi una década, todo con Weinstein".

"Esa historia de que su trabajo corría riesgo es simplemente gratuita", concluye en referencia a las palabras de Paltrow, que fue una de las primeras estrellas de Hollywood en denunciar públicamente haber sido atacada por Weinstein tras la publicación de las informaciones en octubre de 2017. Según la actriz, a mediados de los 90 el productor le ordenó no contar a nadie nada sobre sus avances ni peticiones de que le diera masajes.

Jodi Kantor y Megan Twohey, las dos periodistas ganadoras del Premio Pulitzer que desvelaron el escándalo Weinstein en 2017, desvelan el papel clave que tuvo Gwyneth Paltrow en su investigación. "Desempeñó un papel mucho más activo que cualquiera que haya conocido", asegura Twohey. "Fue la primera en llamarnos por teléfono y ofrecernos su ayuda completa, incluso cuando Harvey Weinstein apareció por sorpresa en una fiesta en su casa y ella tuvo que esconderse en el baño".

Según contó Paltrow hace unos años, después de haber sido elegida para protagonizar Shakespeare enamorado (trabajo por el que acabaría ganando el Oscar) Weinsten la citó en un hotel de Beverly Hills, donde le pidió que le diera un masaje. Era 1996 y la actriz tenía 22 años. Para las autoras del libro, que una actriz como ella, considerada una de las mayores estrellas de Harvey Weinstein, se atreviera a denunciar lo ocurrido fue crucial para obtener muchos testimonios y la colaboración de otras víctimas. Por ahora, más de 80 mujeres han acusado al productor.