Galería: 'Los Vengadores', en versión samurái

¿Te imaginas que Stan Lee hubiese nacido en Japón? ¿Y un mundo en el que el manga y el anime ocupasen el lugar de los comic books? ¿Puedes concebir un filme de Los Vengadores rodado por Takashi Miike en vez de Joss Whedon? Pues tranquilo, porque el ilustrador Alex Mitchell lo ha hecho por ti: en su colección de dibujos Sengoku Avengers, este artista se lleva a Robert Downey Jr., Scarlett Johansson, Mark Ruffalo y compañía al período de las guerras civiles en el Imperio del Sol Naciente, con resultados espectaculares. Tanto en lo gráfico como en lo literario, además, porque Mitchell ha elaborado biografías para los personajes en las que los supersoldados se convierten en maestros samuráis, y los agentes de SHIELD en sinuosos espías ninja. Échales un vistazo a continuación.

Tetsuya Suzaku nació en el seno de una rica y poderosa familia de mercaderes (aunque ennoblecida gracias al dinero). La familia Suzaku poseía varias minas, así como diversos negocios que usaban los minerales que estas producían. Las armas y las armaduras despertaron el interés del brillante heredero del clan, que estudiaba afanosamente la tecnología de los bárbaros [occidentales].

La fama y la fortuna de Suzaku crecieron gracias a estas innovaciones, su ego aumentó proporcionalmente, y sus excesos llevaron a una división entre los miembros de la familia. Una facción rival le secuestró para obligarle a que revelara su nueva fórmula para la pólvora, algo que le obligó a cambiar su mentalidad. El heredero escapó de la mina donde se hallaba prisionero construyéndose una armadura con los materiales que encontró en las profundidades.

Ahora lucha por la justicia armado con un ingenio mordaz, y con armamento de tecnología punta.

Hijo de los dioses Izanami e Izanagi, Raijin es un poderoso dios de la tormenta y el trueno. Se le envió a la Tierra, con forma humana, para acabar con las maldades de su hermano, el dios del fuego y la destrucción Kagu-Tsuchi.

Raijin tiene la fuerza y la resistencia de una deidad, y blande un enorme manriki (maza de guerra) con resultados aterradores. Es amable y bueno con los mortales, pero colérico y muy testarudo.

Recorre las islas de Japón para acabar con los planes de su malvado hermano.

Nobu Tsubana era un joven y prometedor onmyouji (exorcista) en la corte de un poderoso señor. Cuando llegaron informes sobre un terrible demonio que asolaba sus tierras, el señor envió a Tsubana para que le exorcizase. El encuentro con el poderoso oni (demonio) salió mal, y Tsubana se vio obligado a encerrarle dentro de su propio cuerpo, como último recurso.

Ahora Tsubana vive la vida de un marginado errante, porque el demonio que habita en su interior le dominará si sus emociones se desbocan. Cuando el oni se hace fuerte, el cuerpo y la mente de Tsubana se vuelven más y más monstruosos. Por ello, utiliza la meditación y unos sellos especiales para evitar sus transformaciones.

Ahora recorre Japón, aplicando sus habilidades de onmyouji allá donde son necesarias, y enfrentándose a terribles youkai y kami atraídos por la fuerza espiritual del demonio. No hace falta insistir en que sólo un idiota se atrevería a provocarle…

El enfermizo hijo de un samurái pobre, Shin Raijou se vio confinado a su cama durante la mayor parte de su infancia. Podría haber vivido su vida en el anonimato, si no se hubiera encontrado con un maestro espadachín. El niño quedó conmocionado, y suplicó al sensei que le tomase como discípulo.

El maestro se negó, pero Raijou acudió a su casa, donde se empleó como sirviente. Desempeñó las tareas domésticas durante dos años, hasta que el espadachín se dignó a aceptarle entre sus estudiantes: entonces, se reveló como un luchador nato, pero su maestro fue asesinado como parte de un complot contra el shogunado.

Raijou pasó una década como soldado en la larga y sangrienta guerra de unificación, ganándose la reputación de un espadachín prodigioso y un estratega genial. Tras la última batalla, desapareció, retirándose a una vida de ermitaño. Pero ahora ha encontrado una nueva razón para el combate: defender al pueblo japonés.

El estilo de lucha de Raijou es peculiar, puesto que implica el uso de su espada y de una sombrilla de acero. Esta sirve a veces como una alternativa no letal a la katana.

‘Kumo’ (araña) es el nombre en clave de la letal espía ninja llamada Natsuko Iruma. Iruma nació y creció en el seno de un brutal clan de shinobi, y fue entrenada para convertirse en una kunoichi [asesina] perfecta, dispuesta a matar o morir por su misión. Sus superiores la enviaron a la corte, para destruir al shogunado desde dentro.

Iruma llamó la atención de la guardia secreta del shogun y su misterioso comandante, quien (impresionado por su talento) le dio la opción de unirse a ellos. Luchando contra años de condicionamiento, ella aceptó, en parte por amor a otro recluta, Takajyou.

El hombre conocido como ‘Takajyou’ se llama en realidad Kin Obata, un huérfano de una remota isla criado por bandidos. Sus habilidades como arquero son inigualables: puede disparar varias flechas simultáneamente, a larga distancia y con precisión total. Estuvo al mando de una pequeña banda hasta que fue derrotado y reclutado por el jefe de espías del Tate-ryuu [“Escudo del dragón”].

En realidad, el hombre conocido como Kagami es el dios del fuego, Kagu-tsuchi. Tras la muerte en el parto de Izanami, su madre, su padre Izanagi le golpeó para matarle. Siendo una deidad, Kagu-tsuchi se recuperó, pero desde entonces guardó un inmenso rencor hacia el señor de toda la Creación. Cuando tuvo la oportunidad, robó el espejo sagrado y lo empleó para transportarse al mundo de los mortales.

Una vez allí, el dios empleó su magia divina para sembrar el caos, usando el seudónimo burlón de Lord Kagami (una palabra que significa “espejo”, pero cuyos caracteres son los mismos que en “dios del fuego”).

Los dioses eligieron a Raijin, el hermano mayor de Kagu-tsuchi, para seguirle hasta la Tierra y acabar con sus planes de destrucción. Las dos deidades están destinadas a enfrentarse en una batalla de inmortales que sembrará el terror en las islas del Japón.