ESCAC: el primer título de tu filmografía

Ningún cineasta resume mejor la necesidad de mirar a los ojos de las grandes productoras de Hollywood sin perder la idiosincrasia, que Javier Ruiz Caldera, un cineasta que ha trasladado las maneras de la nueva comedia americana a un paisaje más cercano como el Baix Llobregat y que, en plena ola de los blockbusters de superhéroes, ha otorgado cartas de nobleza al cómic español: primero con Anacleto, agente secreto y más recientemente con Superlópez, una película que explicita el ideario de Ruiz Caldera al presentar una suerte de hermano de Superman, que en vez de terminar en los glamurosos EE UU, cae en la pintoresca periferia de Barcelona.

Aunque, cuando todavía estudiaba en ESCAC, se especializó en montaje, Ruiz Caldera se ha convertido en uno de los directores más interesantes del cine español actual; arropado por algunos excompañeros de estudios como Arnau Valls en la fotografía, Alberto de Toro en montaje, Oriol Tarragó y Marc Bech en sonido y Lluís Castells, Lluís Rivera y Laura de Pedro para los efectos. Superlópez, como anteriormente Anacleto y también las comedias Tres bodas de más y Promoción fantasma, sirven de ejemplo para mostrar una apertura: la necesidad (a menudo ignorada por nosotros los críticos) de observar las películas más allá de los directores; y las capacidades de una cinematografía que puede elaborar su propio imaginario e identidad a la vez que muestra su pasión por los referentes cinéfilos americanos. Esto último, la cuestión de la pasión, y la de la cinefilia en una generación que creció, por ejemplo, en los ochenta, puede aplicarse a Jurassic World: El reino caído, en la que J. A. Bayona, arropado de nuevo por otros alumni de ESCAC como el director de fotografía Oscar Faura, el montador Bernat Vilaplana y el diseñador de sonido Oriol Tarragó, se ha acercado más que nunca a su mayor referente, Steven Spielberg.

La diversidad no termina en las distintas especialidades, sino en este audiovisual que cada vez más se empeña en trascender el cine y que toma las formas de series y videoclips. Por ejemplo, Dani de la Orden ha firmado un largo como El mejor verano de mi vida, a la vez que ha dirigido tres episodios de la serie de Netflix Élite, en la que también encontramos al alumni del máster de producción Iñaki Juaristi. Otros alumni de ESCAC han participado en series como Mira lo que has hecho y Arde Madrid, por ejemplo, en una fotografía en blanco y negro que supone uno de los hitos de la serie. Por su parte, el graduado y profesor Geoffrey Cowper ha firmado el videoclip del primer tema de Alfred, y cuenta con montaje de Pau Morell, con Miquel Prohens en la dirección de foto, con Heura Marimón como directora artística y con Luis Cossio como supervisor de los FX y Lluís Castells como coordinador de los mismos.

Otra serie, la británica Inside No. 9, cuenta con algunos capítulos dirigidos por otro alumni, Guillem Morales. Inside No. 9 es una conmovedora celebración de la fantasía y, mediante inteligentes capítulos de apenas 30 minutos, una continuación de la tradición del mejor relato breve, algo que podemos comprobar en uno de los episodios dirigidos por Morales. Titulado The 12 Days of Christine, el capítulo es un prodigio de la elipsis, de unos saltos temporales que parecen (y solo parecen) obedecer a un trastorno de una mujer de la que, en tan solo media hora, se nos explica toda su vida: desde la juventud, hasta la madurez y la maternidad. En Las distancias, Elena Trapé elabora otro relato en torno al paso del tiempo, en torno a un grupo de amigos que compartió la juventud del estudiante, pero que se reencuentra cuando ya son adultos, en Berlín. Lo brillante de Las distancias es cómo reflexiona en torno a los problemas de la madurez y de las relaciones sin necesidad de explicitarlo, cómo se basta con otra imagen eludida: la del amigo que vive en Berlín y que se fuga de su propio apartamento en cuanto sus amigos entran por la puerta. La luz blanca de la capital alemana tiñe Las distancias, otra muestra de la internacionalización de los productos con firma ESCAC.

Sin embargo, si hablamos de fenómenos locales con impacto internacional, no hay nombre más evidente que el de Rosalía. ¿Y acaso la música de Rosalía no se sitúa en un lugar similar a lo propuesto por Ruiz Caldera en Superlópez, en esta frontera entre el imaginario mainstream y la identidad local? En el videoclip de El mal querer –firmado por la productora Canada y con participación de exalumnos de ESCAC: Daniel Fernández Abelló como director de fotografía, Carlos Font Clos como montador, al alumni José Tirado como director de arte o a la graduada Bárbara Farré (recientemente galardonada con un Premio Gaudí) en la realización de las piezas especiales– todo esto se pone en evidencia, en una mezcla perfecta entre la iconografía y la tradición del flamenco y la rabiosa actualidad de una estética periférica, la del polígono y el chándal. Rosalía, como Ruiz Caldera, operan desde el Baix Llobregat, pero miran a los ojos de sus referentes norteamericanos.

* Violeta Kovacsics es crítica de cine y profesora de la ESCAC