El 'Sperminator' que dona semen de forma altruista tiene una relación con el cine más estrecha de lo que crees

Puede que hayas oído hablar del "Sperminator". No se trata del protagonista de una parodia porno, tampoco de un moderno artefacto de la teletienda que te deja el salón como los chorros de oro, sino de una persona real. Su nombre es Ari Nagel, tiene 43 años, y se ha hecho famoso por llevar inseminando de forma altruista a varias jóvenes cerca de una década. Algo que ha tenido como resultado nada menos que 50 hijos, y que auspiciado por la prensa (responsable del bellísimo apodo) le ha conducido a la fama.

Nagel inició sus actividades inseminadoras cuando dos mujeres se lo pidieron de forma simultánea, y desde entonces ha proseguido incansablemente con la empresa, manteniendo su trabajo de profesor de matemáticas en la Universidad de Nueva York. En efecto, no cobra por sus donaciones, sino que puede hacer llegar el semen congelado, entregarlo en un vasito para su inseminación inmediata o practicar sexo con su cliente. Una historia muy inspiradora que si te suena propia de una película es porque, de hecho, ya ha sido retratada por el cine.

Por supuesto, a principios de esta década el Sperminator aún estaba en la fase de los orígenes que cimentarían su leyenda, pero ya había saltado a los medios la noticia de un donante de esperma anónimo que podría haber tenido 150 hijos biológicos. Obviamente no se trataba de Nagel (aún), y en 2011 se estrenaba una película canadiense que indagaba en este misterioso personaje. Su título era Starbuck en referencia al apodo utilizado por David Wozniak (Patrick Huard) para extender su simiente, dirigía Ken Scott, y fue un gran éxito en taquilla.

Wozniak descubría ser padre de 533 hijos a partir de una donación que hizo 23 años antes, y su lucha por conservar el anonimato y no tener que preocuparse de centenares de vínculos paternofiliales vertebraba la trama de esta película, que fue sorprendentemente bien recibida por la crítica. Llegaron, de hecho, a comparar Starbuck con el cine de Judd Apatow, y su tremendo éxito comercial (fue la película más taquillera de Canadá ese año) motivó la realización de una película muy parecida producida en Bollywood un año después.

Su título era Vicky Donor, dirigía Shoojit Sircar, y aunque no fue tan bien recibido supuso el primer exponente de la nutrida trayectoria que acabaría acogiendo la historia en cines. También un año después, Isabelle Doval dirigió otro remake con producción francesa, y su título era Fonzy reflejando el apodo que utilizaba su personaje a la hora de la donación masiva. Ya, en efecto, no era Starbucks, pero realmente era de los pocos cambios que contemplaba la trama.

El origen fílmico de Sperminator acabó culminando en ¡Menudo fenómeno!, tercer remake de la película canadiense con unas cuantas particularidades. En primer lugar, la presencia de un descacharrante Vince Vaughn en el papel de ese Starbuck que volvía a ser Starbuck. En segundo, un título original que superaba con creces lo logrado por toda esta tetralogía: Delivery Man ("El chico del reparto"). Y en tercero, la dirección de Ken Scott, que se hacía cargo del remake de su propia película en su salto al mercado estadounidense.

Por supuesto, ninguna de estas nuevas versiones alcanzó a igualar el impacto (y la inventiva cómica) del film inaugural, pero es posible que el cine ahora tenga oportunidad de darle una vuelta de tuerca a la figura del donante anónimo, solidario y plenamente capacitado para poblar municipios. Sólo ha de fijarse en Ari Nagel. El único, e inigualable, Sperminator.