Si hubo una interpretación que hizo de El caballero oscuro una de las mejores películas de superhéroes de todos los tiempos, fue la de Heath Ledger, totalmente desatado en la piel del mejor Joker que nos ha regalado el cine.
Y si hay una escena en la que el Joker de Ledger se ganó todo este reconocimiento, fue aquella en la que se enfrentaba a Batman en la sala de interrogatorios. Jim Gordon echo mano del caballero oscuro para que tratara de sonsacar al villano el paradero de Harvey Dent, pero la peor pesadilla de Gotham, lejos de complacerle, consiguió sacar de sus casillas a Bruce Wayne al revelarle que su amada Rachel Dawes también corría peligro. Batman, impotente, agredía físicamente a su enemigo.
En una entrevista concedida a THR, Christian Bale ha contado cómo Ledger insistió en que le pegará de verdad en esa escena, llevando el método Stanislavski al extremo: "Como ves en la película, Batman empieza a golpear al Joker y se da cuenta de que no se trata de un adversario cualquiera. Porque cuanto más le golpea, más disfruta, más le satisface. Heath se estaba comportando de una manera similar. Estaba tratando de incitarme. Yo le decía: '¿Sabes qué? En realidad no tengo que pegarte de verdad. Va a quedar igual de bien si no lo hago'. Y él insistía: 'Vamos, vamos, vamos...'. Estaba vapuleándose a sí mismo, y había paredes alicatadas dentro de ese set que rompió y abolló al lanzarse contra ellas. Su compromiso era total".
La segunda parte de la trilogía de Christopher Nolan siempre estará en deuda con ese compromiso, que convertiría a Ledger en el segundo actor de la historia en recibir un Oscar póstumo gracias a su encarnación del Príncipe Payaso del Crimen. A continuación, puedes rememorar la escena:
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