Cinco 'making of' que tienes que ver

Directores gafes, actores egocéntricos, rodajes imposibles... Si quieres conocer la otra cara de las películas más míticas, estos documentales son para ti. Por CINEMANÍA
Cinco 'making of' que tienes que ver
Cinco 'making of' que tienes que ver
Cinco 'making of' que tienes que ver

A veces, el interés de una película va más allá de lo que vemos en la pantalla. Sin el romance entre Elizabeth Taylor y Richard Burton, Cleopatra tendría menos atractivo, y saber que Lo que el viento se llevó no tenía una protagonista hasta que Victor Fleming se fijó en una extra llamada Vivien Leigh da morbo (y esperanza). Por no hablar de momentos behind the scenes que lindan con la catástrofe, como Brazil, La puerta del cielo y otros fracasos gloriosos.

Afortunadamente, hay un subgénero del documental que nos permite ir más allá de la rumorología y saber qué ocurrió realmente en los platós: el making of. Pero cuidado: no nos referimos a esas piezas de aliño que tu canal favorito de TDT pasa en horario de madrugada, sino a filmes hechos y derechos capaces, en ocasiones, de pasar a la historia del cine por su calidad. Aquí te ofrecemos los cinco ejemplos más ilustres de 'cine-realidad' dentro del cine.

Corazones en tinieblas (1991)

La película: Apocalypse Now

"Esto no es 'sobre' Vietnam: esto es Vietnam". Así definió Francis Ford Coppola su obra maestra, y creerle es muy fácil tras ver este documental, elaborado a partir de las películas caseras que su esposa Eleanor tomó durante el rodaje. Tifones, represalias del gobierno de Filipinas (donde se localizó el filme), Marlon Brando pasando de todo, Martin Sheen y Dennis Hopper hasta arriba de alcohol y drogas... Y, en el centro de todo, un director más enloquecido que el Coronel Kurtz tratando de materializar su visión. Imprescindible.

Lost in La Mancha (2002)

La película: The Man Who Killed Don Quixote

Los directores Keith Fulton y Louis Pepe aceptaron realizar un making of de una película de presupuesto mediano ambientada en España y basada en Don Quijote de La Mancha. Todo muy rutinario... Si el responsable del filme de marras no hubiera sido Terry Gilliam, histórico gafe cuyos patinazos durante el rodaje –inconcluso– han pasado a la historia. ¿De quién fue la idea de localizar junto a un aeródromo de la OTAN? ¿Nadie se había molestado en consultar el pronóstico del tiempo, por si las inundaciones? ¿Sabía Johnny Depp dónde se estaba metiendo? La mayoría de estas preguntas seguirán sin respuesta cuando acabes de ver la película, pero te reirás un rato en el proceso.

Burden of Dreams (1982)

La película: Fitzcarraldo

Por separado, Werner Herzog y Klaus Kinski eran dos máquinas de destrucción, dos neuróticos profundos que sólo se calmaban haciendo cine. Juntos, la pareja era un tándem tan infalible como inestable, dejando de agredir al prójimo sólo durante el tiempo justo para agredirse entre ellos. ¿Qué ocurre cuando los dos se embarcan en la tarea –ficticia– de construir un teatro de ópera en plena Amazonia? Puedes comprobarlo en esta película, tan estrafalaria y conmovedora como un barco de vapor varado en la jungla. En 1999, tras la muerte de Kinski, Herzog describió su relación con el actor en el documental Mi enemigo íntimo.

Relámpago sobre el agua (1980)

La película: We Can't Go Home Again

Si hacemos una lista de individuos tristes en el cine de Hollywood, Nicholas Ray ocuparía un puesto muy alto. En un ranking equivalente, pero centrado en el cine alemán, Wim Wenders sería uno de los ganadores indiscutibles. El encuentro entre estos dos dechados de jolgorio resultó, como era de esperar, en una amistad inquebrantable de la que nació esta película, testimonio de los experimentos que Ray (director, no lo olvidemos, de Rebelde sin causa, En un lugar solitario y otras maravillas) realizó, en sus últimos años, con los estudiantes de una escuela de cine.

Full Tilt Boogie (A toda marcha) (1997)

La película: Abierto hasta el amanecer

Puede que la primera producción lujosa de Robert Rodriguez no haya pasado a la historia más que por el cachondeo, pero si tenemos en cuenta que Quentin Tarantino, George Clooney y Harvey Keitel estaban en el ajo, deduciremos que el rodaje fue... una salvajada tex mex como la que muestra esta película, hirviente de problemas laborales (Rodriguez, siempre espabilado, había contratado personal sin sindicar), excesos etílicos y toda la demencia que semejante equipo puede incubar a golpe de chupitos de tequila.

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