Carole Roussopoulos, la documentalista que filmó por primera vez (¿y última?) un aborto

La 16 edición del Festival Curtocircuíto recupera los cortometrajes de esta pionera del vídeo y del Movimiento de liberación de la mujer
Carole Roussopoulos, la documentalista que filmó por primera vez (¿y última?) un aborto
Carole Roussopoulos, la documentalista que filmó por primera vez (¿y última?) un aborto
Carole Roussopoulos, la documentalista que filmó por primera vez (¿y última?) un aborto

“Ahora es técnicamente posible reproducirnos sin la ayuda de los hombres y producir solo mujeres. Debemos comenzar a hacerlo inmediatamente”. Así comenzaba S.C.U.M Manifesto 1967, la obra cumbre de la feminista radical Valerie Solanas que Carole Roussopoulos reproduce junto a la actriz Delphine Seyrig en uno de los cortometrajes con los que el Festival Curtocircuíto la reinvindica estos días en Santiago de Compostela.

“El hombre es un accidente biológico. El hombre es una mujer incompleta”, dicta Syrig sobre los violentos golpes de una máquina de escribir. La cámara se mueve escasamente en los 28 minutos que dura el cortometraje –a penas algunos zooms–, así como las mujeres que leen y escriben. De fondo, una televisión muestra en las noticias las guerras hechas por los hombres.

“El hombre es un aborto andante. Ser hombre es ser deficiente, limitado emocionalmente”, continúa el dictado. ¿Un discurso demasiado radical? A Andy Warhol también se lo pareció cuando Solanas le pegó tres tiros en pleno ataque de esquizofrenia paranoide.

S.C.U.M Manifesto 1967 no es el único trabajo de Carole Roussopoulos que ha decidido rescatar la 16 edición del Festival Curtocircuíto en una programación que, del 30 de septiembre al 6 de octubre, incluye también los filmes de su heterodoxa sección oficial, una retrospectiva a Peter Tscherkassky o el preestreno en Galicia de la crepitante Lo que arde, de Oliver Laxe.

Y’a qu’à pas baiser, su segundo corto, de 1971, comienza con una compilación de publicidades especialmente humillantes para las mujeres para convertirse después en una reivindicación de la legalización del aborto en Francia. Roussopoulos combina las declaraciones acusatorias de un hombre –de nuevo mediadas por una televisión– con imágenes tomadas en protestas proabortistas que, lamentablemente, encuentran su anacrónico reflejo en La ola verde, el documental de Juan Solanas que recientemente ha defendido desde los festivales de Cannes y San Sebastián la urgencia de la despenalización del aborto en Argentina.

Una señora pregunta a cámara: “¿De qué va esto?”. “Del aborto libre y gratuito”, contesta la directora en Y’a qu’à pas baiser. “Lo que hace falta es evitar el sexo”, responde ella. Poco después, Roussopoulos filma cómo una mujer observa con un espejo el aborto que le están realizando con el método Karman. Inserte aquí el rostro blanco del espectador.

Nacida en Lausanne en el seno de una familia adinerada, Roussopoulos pasó sus años de formación en París donde combinó su trabajo en Vogue con las protestas de Mayo del 68. Eran los primeros años del vídeo y Carole, animada por el escritor Jean Genet, fue la primera mujer en comprarse una cámara, solo precedida por un tal Jean-Luc Godard.

En 2001, tras 32 años de trayectoria cinematográfica y casi 60 cortometrajes documentales, Roussopoulos fue nombrada Caballero de la Legión de Honor de Francia. El reconocimiento se hacía eco de hitos cinematográfico como el documental sobre la activista Angela Davis, Genet parle d'Angela Davis, o el primer desfile por los derechos gay en París en 1971, FHAR.

Cineasta pionera del Movimiento de Liberación de la Mujer, Roussopoulos fundó en el año 75 el colectivo de vídeo Les Insoumuses y en el 82, el Centro Audiovisual Simone de Beauvoir. Dentro de la muestra programada por Curtocircuíto se podrán ver también los cortos Christiane et Monique LIP V, Les mères espagnoles o el documental sobre la cineasta Carole Roussopoulos, une femme à la caméra, dirigido por Emmanuelle de Riedmatten.

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