Aronofsky habla de 'The Wolverine'

"Siempre que empiezo un rodaje, todo el mundo me pregunta '¿Qué leches estás haciendo?", afirma socarrón Darren Aronofsky en una entrevista con el periodista Dave Polland. Y no es para menos: tras habernos metido en una conjura matemático-cabalística (Pi) y de habernos reducido a pingajos lloriqueantes con la historia de una estrella del catch venida a menos (El luchador), con un thriller de ballet y sexo chungo en la recámara (Black Swan), el director canadiense ha puesto sus garras... En una película de superhéroes de un gran estudio. Es decir, en The Wolverine, el regreso de Hugh Jackman al cosmos mutante de Marvel tras la muy fallida X-Men Orígenes: Lobezno.

Tras haber declarado previamente que al aventurero con pelazo y zarpas de adamantium no va a reconocerle ni el dibujante que lo parió (o sea, Len Wein), Aronofsky vuelve a explayarse en una animada charla que encontraréis en el video de abajo. La conversación está en inglés, así que transcribimos sus datos más interesantes for your eyes only.

"Sólo quiero divertirme [haciendo The Wolverine]", afirma Aronofsky. Y prosigue: "Eso es una novedad, porque por primera vez en mi vida estoy haciendo un filme que todo el mundo quiere ver, en lugar de algo que sólo me interesa a mi". El principal atractivo del proyecto, confiesa el cineasta, es "Hacer algo diferente a lo habitual" y "explorar las posibilidades del mundo de Lobezno". Eso sí, Aronofsky no se hace ilusiones sobre las razones de Marvel para contratarle: "Creo que me han contratado por ser quien soy, y no por lo que pueda hacer", apunta. Y tiene una cosa muy clara: "Hagamos lo que hagamos, estará genial".

Antes de reírnos ante su falta de modestia, conviene recordar dos puntos importantes. El primero, que al amigo Darren le encantan los cómics... Y el segundo, que es amigo de Hugh Jackman, con el que ya colaboró en La fuente de la vida, un proyecto cuya adaptación a las viñetas supervisó el propio director. Ahora bien: por mucho que se haya ido de la lengua, el cineasta no suelta prenda sobre la presunta fuente de inspiración de su filme: el cómic Lobezno: Honor, creado por Frank Miller (Sin City, 300) y el guionista mutante por antonomasia, Chris Claremont, en 1982. Seguiremos informando...