10 actores muy 'hetero' que han sido gays en el cine

Estos intérpretes han cambiado de sexualidad por amor al arte (o al dinero).

Rebuscando en los archivos de la estadounidense Biblioteca del Congreso, investigadores del British Film Institute descubrieron el que, con toda seguridad, es "el primer beso entre hombres de la historia de la TV y el cine". El acontecimiento, de lo más escandaloso en su época, tuvo lugar en un telefilme de título Colombe, rodado por la BBC en 1960, cuyo protagonista era un actor escocés de 29 años, casi desconocido. ¿Su nombre? Sean Connery.

El futuro intérprete de James Bond y Guillermo de Baskerville tuvo uno de sus primeros papeles de importancia en una historia de infidelidad conyugal y dudas sexuales, en la que su personaje besaba en los labios a su propio hermano (y amante de su esposa). La osadía de Connery queda aún más de relieve si consideramos que, en Gran Bretaña, la homosexualidad seguiría siendo ilegal hasta 1969.

El caso de Connery es pionero y llamativo... Pero no es el único. De la misma manera que innumerables gays (dentro y fuera del armario) han encarnado a hombres heterosexuales en la pantalla, muchos intérpretes considerados como modelos de hombría hetero han hecho excursiones a la otra acera durante sus trayectorias artísticas. A continuación recordamos 10 casos, más o menos afortunados, de actores que nos convencieron de que lo suyo eran los tíos.

* Will Smith

La película: Seis grados de separación (1993)

Cuando aún era conocido sólo por El príncipe de Bel Air y por sus triunfos como rapero, la futura estrella afroamericana tuvo uno de sus primeros papeles en cine encarnando a un estafador gay.  Por consejo de su amigo Denzel Washington, Smith se negó a besar a un hombre ante las cámaras (obligando a usar trucos de montaje para remediarlo), y a decir de Ian McKellen, su compañero de reparto, se comportó como un homófobo en el plató. El actor acabaría disculpándose por su actitud años más tarde.

* Tommy Lee Jones

La película: JFK, caso abierto (1991)

hairjones

Que el tejano imperturbable es un actorazo es algo que ya sabemos. Pero una buena prueba de su talento es esta película de Oliver Stone, en la que abandonó su habitual rocosidad para derrochar pluma, siempre por exigencias del guión. Ahora bien: aunque Jones se desenvuelva bien protagonizando escenas de lo más sórdido, el guión reduce al personaje a una caricatura homófoba de gusto deplorable.

* Russell Crowe

La película: Nosotros dos (1994)

Tras verle luciendo liguero en The Rocky Horror Show, no nos sorprende tanto saber que Crowe tuvo un éxito australiano encarnando a un fontanero homosexual en este filme primerizo. Lejos de los excesos, el actor de Master and Commander usó aquí de su sensibilidad y su talento para buscar a su chico ideal y, de paso, ayudar a su padre viudo a encontrar novia.

* Keanu Reeves

La película: Mi Idaho privado (1991)

La debilidad de Gus Van Sant por los jóvenes de moral distraída y con angurrias existenciales es bien conocida. De ahí que al futuro director de Elephant le faltase tiempo para poner a Keanu en el papel de un chapero de buena familia, que afirma hacerlo sólo por dinero hasta que un colega aquejado de narcolepsia (River Phoenix) le hace enfrentarse a la verdad.  

* Robert Redford

La película: La rebelde (1965)

Cuando los movimientos de liberación gay eran una cosa clandestina y arriesgada, mencionar la homosexualidad en una producción de Hollywood suponía un suicidio comercial y mediático. Por eso el futuro protagonista de Dos hombres y un destino  (interesante título, por cierto) exigió que las inclinaciones de su personaje en este filme quedasen fuera del guión. Mal jugado: oyendo a Christopher Plummer explicarle a Nathalie Wood (esposa insatisfecha) que su marido "nunca ha podido resistirse a los encantos de un chico guapo", todos sabemos a lo que se refiere.

* Gary Oldman

La película: Ábrete de orejas (1987)

Tras convertir a todo un machote como Daniel Day Lewis en un homosexual de extrema derecha (y con un novio pakistaní) en Mi hermosa lavandería, Stephen Frears repitió la jugada poniendo a Oldman, por entonces icono del punk gracias a Sid y Nancy, en el papel del dramaturgo gay Joe Orton. La película, cuyo título encierra un doble sentido muy descifrable, se centra en la relación entre el escritor y su pareja Kenneth Halliwell, un affaire cuyo trágico final convulsionó a la Inglaterra de los 60.

* Richard Burton

La película: La escalera (1969)

Incluso un maestro del cine como Stanley Donen puede cometer patinazos. Sin ir más lejos, esta película (que presentaba a Rex Harrison y al marido de Liz Taylor como miembros de una pareja gay muy mal avenida) fue presentada al público como una comedia con plumas en lugar de como lo que en realidad era: una historia tan trágica y deprimente como la obra teatral de Charles Dyer a la que adaptaba. El filme decepcionó al público, a los críticos y a la taquilla.

* Marlon Brando

La película: Reflejos en un ojo dorado (1967)

Amigo como era de Tennesse Williams, Brando sabía lo perra que podía ser la vida para un gay en los 60. Y si ese gay era militar, como su personaje en esta película de John Huston, ya ni hablamos. Reemplazando a un Montgomery Clift recién fallecido, el futuro Vito Corleone se desenvolvió bien (es decir, mal) en un cruel triángulo amoroso con Robert Forster y Elizabeth Taylor.

* Hugh Grant

La película: Maurice (1987)

Algunos años antes de triunfar como galán, gracias a Cuatro bodas y un funeral, nuestro lechuguino británico favorito se puso a las órdenes de James Ivory para esta lección de homosexualidad victoriana. Tras persuadir al protagonista James Withby para que se abandone a sus impulsos carnales, el desalmado Hugh terminará dejándole tirado en pos de una carrera política y una esposa-florero.

* Al Pacino

La película: A la caza (1980)

Tras sumergirse en una 'institución' tan homofóbica (entre otras cosas) como la Cosa Nostra, nuestro italoamericano de cabecera necesitaba un cambio de aires. Tal vez por ello, Pacino aceptó la oferta de William Friedkin (El exorcista) para encarnar a un policía que se infiltra en el ambiente leather de Nueva York para descubrir que lo que realmente le va es el cuero y las cadenas. Boicoteado hasta la saciedad por asociaciones gays en su día, el filme aparece ahora como un documento algo sensacionalista.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento