La mayoría de los extras eran personas sin hogar. Muchos eran de Praga y ni siquiera sabían hablar inglés.
Gelderland es una lugar real entre Alemania y los Países Bajos, por eso cada vez que se menciona en la película el título de Sir Ulrich todos los espectadores que tenían este origen estallaban en risas.
El sonido de una lanza al romperse en mil pedazos está elaborado mediante un obús cuando es despedido. Para producir el impacto de un lago crujido, se frena el sonido del obús por la mitad.
¿Cómo hacer publicidad Nike en una película del medievo? Muy fácil, pones al protagonista a personalizar su armadura con un par de símbolos de algo aparentemente sinsentido solo que tiene todo el sentido del mundo… Es el logo de Nike.
Eso fue lo que hizo Heath Ledger. Brian Helgeland y el actor estaban ensayando un movimiento de justas y Ledger muy emocionado aplastó accidentalmente un palo de escoba en los dientes de Helgeland. Tardó tres meses en volver a recuperar el diente que le faltaba.
Cuando Geoffrey Chaucer (Paul Bettany) introduce por primera vez a Thatcher la multitud (los extras checos) no reaccionan porque no entienden nada. Así hasta que ven el gesto de Mark Addy, entonces empiezan a animar. La secuencia quedó tan auténtica y tan divertida que el director optó por mantenerla en el montaje.
El doble de escenas de riesgo de Heath Ledger rodó una escena de una justa en la que estuvo a punto de morir cuando fue golpeado en la cabeza con una lanza cayendo al suelo como consecuencia. Esta escena fue utilizada en el comienzo de la película.
Cuando Chaucer introduce a Sir Ulrich por primera vez comienza el discurso haciendo una referencia irónica a las clases altas que están viendo el espectáculo diciendo: “ Y todos los presentes que no se sientan en un cojín”. Es un homenaje a aquel momento en 1963 en el que antes de un concierto en directo John Lennon introdujo la última canción diciendo: “Para las personas de los asientos más baratos os rogamos aplaudan con las manos. El resto de ustedes pueden mover sus joyas”.
Brian Healgeland no metió las canciones pop por ninguna razón, el director pretendía que la audiencia sintiera lo que la gente de la Edad Media sentía al acercarse a su propia música. Ya que cuando se utiliza música del renacimiento en películas modernas no se tramite la respuesta emocional que la gente de aquella época tenían en realidad.
Acudir a las fiestas de los actores de Hollywood puede cambiar tu vida. Eso ocurrió con Shannyn Sossamon, el interés amoroso de William Thatcher. La actriz se encontraba ayudando a un amigo DJ en la fiesta de cumpleaños de Gwyneth Paltrow cuando fue descubierta por un director de casting, Francine Maisler (Sospechosos habituales). Poco después tuvo su audición para Destino de Caballero y lo demás es historia.
El actor que en la película funciona, y muy bien, como secundario y maestro de ceremonias acabó quedándose sin voz por culpa de una laringitis que cogió de tanto gritar a lo largo de todas sus escenas.
Destino de caballero salió al mercado doméstico antes del 11 de septiembre de 2001 y casualmente fue una de las películas que vieron los pasajeros del vuelo 93 de United Airlanes, el único de los cuatro aviones secuestrados por Al-Qaeda que no llegó a su objetivo.
No es que el personaje de Ledger esté muy basado en un personaje real pero lo cierto es que existió un Ulrich durante la Edad Media que también era un caballero. Además escribió varios libros sobre las costumbres nobles y un popema autobiográfico (la más famosas de sus obras) llamado El servicio de señoras.
En la película aparece una réplica del London Eye en versión medieval construido con materiales de la época. Era de verdad, no estaba hecho mediante CGI y costó 500.000 dólares.