Che: Guerrilla

Yago García

SI, COMO ANUNCIARON AL PRESENTAR ‘CHE: EL ARGENTINO’, Steven Soderbergh y Benicio del Toro querían “hablar del hombre, no de las camisetas”, su esfuerzo ha sido fútil. Si, por el contrario, el director quería añadir un eslabón a la cadena de comprometido que lleva al cuello y el actor protagonista asociar su imagen a la de un mesías latinoamericano, han dado en la diana… Hasta cierto punto. Este segundo biopic sobre Ernesto Guevara, médico y guerrillero, va más allá de la soterrada idealización de la primera parte, transformando el relato de la muerte boliviana del protagonista en una suerte de secuela marxista-leninista de La pasión de Cristo. Vayamos por partes: en el apartado técnico, Soderbergh sigue usando formas de cine pobre, presentándonos, en contraste con la lujuriante Cuba de El argentino, un paisaje andino bañado en una soledad, una bruma y, en fin, una mística sólo al alcance (mal que le pese al estadounidense) de Werner Herzog. La interpretación de Del Toro es, al igual que en la primera parte, magnética, lo sufi ciente para darle una colleja a ese Matt Damon vestido de cura gordo. Pero su magnetismo no alivia los daños causados por un tempo lento que, queriendo acercarnos a la experiencia terrible y solitaria de los guerrilleros, ronda peligrosamente el sopor. El vocabulario iracundo de cineastas políticos de los 70 como Costa-Gavras y Gillo Pontecorvo sigue siendo válido, pero Soderbergh no entiende que, para darle nuevos bríos, no basta con un baño de producción indie. En cuanto al guión, adaptado de los diarios de Guevara, sigue arrojando chorros de luz y nada de sombra sobre el personaje. Por más que dé en la llaga donde debe (las manos de la CIA arañando a Latinoamérica), Guerrilla sólo insinúa aspectos como la rivalidad entre el protagonista y Fidel Castro (Demián Bichir) y omite sus pocos escrúpulos a la hora de llevar el socialismo al pueblo, lo quisiera éste o no. Así, al no sernos mostrados todos los aspectos del personaje (oscilante, según sus propios escritos, entre el puro altruismo y la más absoluta brutalidad), momentos tan brillantes como la despedida de su mujer e hijos o, sobre todo, esa muerte en primera persona sólo estremecerán a aquéllos que, de forma más o menos religiosa, acudan al cine para comulgar con su leyenda. Que serán muchos. Un último comentario: al igual que la primera parte presentaba magnífi- cos flashforwards con el discurso del Che ante la ONU en 1964, este filme podría habernos ofrecido flashbacks con su etapa como alcaide de la prisión de La Cabaña (1959), su pésima gestión al frente de la economía cubana o su pronunciamiento a favor de una guerra nuclear durante la crisis de los misiles de 1961. Lo dicho: todo luz, nada de sombra. Ellos (Soderbergh y Benicio) sabrán.

FICHA TÉCNICA

Che: Guerrilla

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   1966: Ernesto ‘Che’ Guevara abandona Cuba para fundar una guerrilla en Bolivia. Todos, empezando por él mismo, saben que su expedición está condenada al fracaso. 

• RESUMEN: SODERBERGH Y DEL TORO COMPLETAN SU FRESCO SOBRE EL HÉROE REVOLUCIONARIO CON UN FILME SOBRIO, SECO Y DE IDEAS CLARAS

• ESTRENO: 27/02/2009

• [CHE: PART TWO] HISTÓRICA / EE UU, ESPAÑA, FRANCIA / 2008 / 131 MINUTOS / FOX. DIRECTOR: STEVEN SODERBERGH ACTORES: BENICIO DEL TORO, DEMIÁN BICHIR, FRANKA POTENTE PRODUCCIÓN: LAURA BICKFORD, B. DEL TORO, S. SODERBERGH. GUIÓN: PETER BUCHMAN, B. A. VAN DER VEEN MÚSICA: ALBERTO IGLESIAS. www.cheguerrilla.es