Jafar Panahi, el ariete iraní encarcelado

El año nuevo futbolerocinéfilo ha empezado jodido. Por si no lo habíais hecho ya, tachad Irán de vuestra lista de viajes donde hacer una despedida de soltero/a. Yo no me arrimaría ni para ver el derby Persépolis-Esteghlal, que al parecer es la hostia. Y no sólo porque ya tengan la bomba atómica. El régimen de los barbudos iraníes, esos tipos con traje sin corbata y pinta de que les huelen los pies, que no permiten a las mujeres entrar en los estadios porque sería una provocación para sus muchachos, obligan a las señoras que practican el noble arte del balompié a jugar con una especie de chándals espantosos que les cubren el cuerpo de la cabeza a los pies. El fútbol para esta gente es un peligro, y lo han controlado (por miedo a que las celebraciones deportivas se convirtieran en manifestaciones contra el régimen) y hasta prohibido todo lo que han podido. Para colmo, claro, tampoco son muy amigos del cine. En las películas iraníes se cuentan según qué cosas que a ellos no les vienen bien. Les pillan a trasmano por un quítame allá esa libertad de expresión. Hijos de puta.

Y por eso han metido en la cárcel al cineasta Jafar Panahi, condenado a 6 años de cárcel y 20 años de inhabilitación para escribir y rodar películas, durante los que tendrá prohibido salir del país y hacer declaraciones a los medios extranjeros. Jafar Panahi es, además de un cineasta comprometido con el arte y con la verdad, un futbolero del carajo. En 2006 dirigió Fuera de juego (Offside [ver tráiler aquí] no confundir con la película homónima sobre la novela de Nick Hornby, Fever Pitch), en el que narra, con gracia y mucha mala leche, cómo un grupo de mujeres iraníes no puede entrar al estadio donde su selección se juega el pase al Mundial de Alemania 2006 contra Bahrein (de hecho, usó imágenes reales de aquel partido de clasificación, con victoria final iraní, y de las celebraciones). Pero es que, además, en sus películas suele haber siempre algún destello futbolístico, como en El círculo, otra denuncia de la degradación de la vida de las mujeres en Irán. En aquel filme confunden con un famoso futbolista iraní a un detenido en un control de la policía.

Ante la penosa situación que está viviendo Panahi, los futbolerocinéfilos y demás gentes de bien podemos sumarnos a la recogida de firmas en apoyo del cineasta [clickear sobre la dirección]: www.ipetitions.com/petition/solidarite-jafar-panahi

Que corra la voz, el balón y la cámara. Hasta Teherán.

[Panahi en una entrevista sobre su película Fuera de juego (Offside)]

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