Han pasado seis años y una película terrible, pero la franquicia Hitman ha vuelto para calentar las navidades. ¿Qué os podemos decir?, que en BAZINGA! estamos enganchados. Muy enganchados a Hitman: Absolution. Y es que este título te atrapa por todos lados. una trama intensa, una acabado técnico espectacular y un jugabilidad envidiable. Lo tiene todo, y todo bueno.
La nueva misión del Agente 47 es deshacerse una colaboradora de La Agencia que ha filtrado información vital para esta organización internacional de asesinos. De cómo pasamos de hacer un trabajo de «entrar, matar y salir», a proteger a una misteriosa joven por medio EE.UU. cuando han puesto precio a nuestra pelada cabeza es algo que tienes que descubrir jugando a Hitman: Absolution. Un guión mimado, en transfondo, estructura y diálogos. Ojalá la peli hubiera tenido uno así. Y unos actores tan buenos como los que prestan sus voces al juego (el doblaje es bueno, pero la versión original es...).
El motor gráfico Glacier 2 lleva este Hitman al último paso de calidad y rendimiento que la presente generación de consolas puede dar. Los efectos de iluminación, las texturas, las animaciones... Pasear por las calles de Chinatown durante la celebración del año nuevo chino con una plaza atestada de gente mirando los fuegos artificiales, o tratar te colarse en un edificio abandonado bajo una intensa lluvia son escenas de una belleza y una calidad técnica como pocas veces se pueden disfrutar en un videojuego. O incluso en una película.
De hecho, mientras probábamos Hitman: Absolution no dejábamos de pensar en diferentes películas, desde Leon, El Profesional, a Atrapado por su Pasado, Kill Bill o Sin City. Existe una misión en el juego, en el que debemos esperar la llegada del metro a un andén atestado, mientras la policía nos busca entre la multitud, tan intenso, y tan bien pensado, que al subir al vagón esperaba encontrarme al bueno de Fernando Rey como si aquello fuera French Connection. Uno de esas escenas que como jugador, voy a recordar siempre. Así de bueno es el apartado técnico de este título. ¿Tiene sus bugs? Alguno hay, sí. Pero hay que buscarlo.
Lo que hace de Hitman: Absolution un título Triple A es algo que la mayoría de desarrolladores parecen haber olvidado. Que sea DIVERTIDO. Y este juego lo es, sea cual sea tu estilo de juego. Que lo tuyo es ser un profesional y no dejar rastro, el reto consiste en acabar cada nivel sin pegar un solo tiro. Y si eres bueno, sin que te vea nadie, aunque para ello tengas que usar más disfraces que Mortadelo. Prepárate para estar cuatro minutos acuclillado tras un cubo de basura mientras el vigilante de turno se echa su cigarrito tan sólo para poder quitarle la chupa y la gorra (y luego, ponte a buscar un buen sitio para esconder el cuerpo). Que lo tuyo es ir a saco, como un Charles Bronson muy enfadado, pues adelante, tienes todo tipo de armas, desde destornilladores a ametralladoras, que puedes llevar en las dos manos. Si el magnífico «apunta, corre y dispara» no es suficiente para ti, agudiza, literalmente, tu instinto, y entra en un modo de apuntado que te permitirá acabar con todos los enemigos de una sala de una manera rápida y espectacular.
Si lo que eres es un artista, de esos que sólo matan al objetivo, de manera que parezca un «accidente» prueba a explorar tu entorno: electrificar una puerta, envenenar una bebida, soltar un tornillo... Cualquier pequeño gesto puede tener repercusiones letales. Juega con los escenarios: no sólo son bonitos, son muy prácticos.
En este juego, lo hagas como lo hagas, todo funciona bien.
Y si se te quedase corto el modo historia (lo dudamos, porque es rejugable, una y otra vez,tan sólo por el reto de conseguir la mejor puntuación) puedes acceder a una serie de retos, los contratos, en los que podrás diseñar tus propios retos y objetivos, y compartirlos con el resto de jugadores de la comunidad Hitman, lo que promete un número casi infinito de misiones que te permitirán mejor tus armas, tus habilidades y tus disfraces.
Así es como se hace un juego prácticamente redondo. uno de esos títulos que nos respaldan cuando decimos que los videojuegos no son ya una simple forma de entretenimiento, si no todo un arte audiovisual. Hitman: Absolution es, simplemente, letal.
Esto es BAZINGA! donde reconocemos sin problemas al rey de los asesinos (menos cuando se disfraza y se confunde con la multitud).
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