Carlos Marañón Fútbol y cine
OPINIÓN

Hitchcock y el fútbol: Una final de Champions de cine

Hitchcock y el fútbol: Una final de Champions de cine
Hitchcock y el fútbol: Una final de Champions de cine
Hitchcock y el fútbol: Una final de Champions de cine

Los amigos de la metáfora dijeron que la final de la Copa de Europa de 1999 tenía un final que hubiese filmado el mismísimo Hitchcock (son amigos de la metáfora, pero no gilipollas). Claro que todavía no conocían los giros finales de guión de M. Night Shyamalan antes de perder la cabeza con Airbender. Por supuesto, para esos rapsodas, la moda de comparar finales europeas con películas no valía para esos pestiños de partido que jugaban Milan y Juventus, o Juve y Real Madrid o Barça y Sampdoria. Y tampoco dijeron nada de la final de 1960, esa que, con los proyectiles de Puskas y el 7-3 del Real Madrid al Eintrancht de Frankfurt podía haber sido un clásico del mismísimo John Ford.

Hubo que esperar a la final de 2005, la de la famosa remontada del Liverpool frente al Milan tras ir perdiendo 3-0 al descanso y vencer al final en los penaltis, para que volviese a salir Hitchcock (sale en todas la tandas de penales, así que, metafóricos, ya os vale), y algún otro genio cinematográfico, pero con menos brío. Nadie se atrevió, por ejemplo, a decir el nombre de Visconti, por aquello del barroquismo ante tanto gol, o el de Fatih Akin, por ser en Estambul la final, o Ken Loach, por el rollo social de los liverpudlians (sucede que al final ganan y excepto en ‘Buscando a Eric’, a los obreros de Loach siempre les acababa pasando algo malo, así que igual no sirve). Vamos, que la comparación cinéfila está todavía abierta, mientras yo me decanto por un Neorrealismo italiano a lo Vittorio de Sica por la derrota milanista, en plan qué-feliz-me-las-prometía-antes-del-descanso-y-que-desastre-al-final-sin-bicicleta. Para acabar de rematar la operación, el año pasado un tipo llamado Illy grabó un mediometraje cachondo titulado 15 minutes that shook the world en el que colaboraron algunos futbolistas del equipo y en el que se contaba en plan coña marinera (el doble de Rafa Benítez es mítico) lo que ocurrió en el vestuario red durante el descanso de aquella final. Una película de ciencia-ficción, vaya.

Y en esas estábamos los amigos de la metáfora y los cinéfilofutboleros despreocupados cuando llegó una cineasta norteamericana llamada Ellen Perry, directora de un documental sobre la caída de Fujimori y que de fútbol sabrá lo que aprendió en el instituto de su entrenador mexicano, y se puso a dirigir un guión que cuenta la historia de un crío huérfano (y fanático del Liverpool F. C.) que no tiene más de diez años y que se lía la manta a la cabeza para ir a ver la final de Estambul en 2005. La película, que se estrenará en 2011, se llama Will (ahí han estado poco imaginativos), el chavalín es un actor llamado Perry Eggleton, y los cameos quedan para Jamie Carragher y Steven Gerrard, leyendas en activo del club de la orilla roja del Mersey. El mozalbete Perry contó a la revista Total Film qué tal lo hacían los futbolistas ante las cámaras: “No lo hacían mal, sobre todo Carragher, que es muy natural. Stevie es un poco tímido”. Más que eso, parece que la incapacidad de Gerrard fue manifiesta durante el rodaje: “¡Se olvidó de su frase! Y querían que sonriese a la cámara y tampoco pudo. Tuve que ponerme detrás de la cámara y hacerle muecas”. Angelico. Al final, ni Hitchcock ni Spielberg ni Pasolini ni Fassbinder… esa remontada en la Champions de 2005 va ser comparable a las películas de Toby (Lolo García al ataque), mira tú qué chasco.

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