[Sitges 2020] '30 monedas' es puro territorio De la Iglesia

Eduard Fernández es un exorcista armado hasta los dientes para enfrentarse al Mal y a una criatura lovecraftiana en la serie de Álex de la Iglesia para HBO.
[Sitges 2020] '30 monedas' es puro territorio De la Iglesia
[Sitges 2020] '30 monedas' es puro territorio De la Iglesia
[Sitges 2020] '30 monedas' es puro territorio De la Iglesia

El próximo 20 de octubre se cumplirá un cuarto de siglo del estreno de El día de la bestia, película emblemática de Álex de la Iglesia y de su fiel guionista, Jorge Guerricaechevarría, con el que lleva creando desde Mirindas asesinas, el mítico corto que cumple 30 años en noviembre. Para el estreno de 30 monedas, la serie de ocho capítulos que ambos han urdido para HBO, habrá que esperar un poquito más: el primer episodio se estrenará el 29 de noviembre.

Nosotros ya lo hemos podido ver, en compañía de sus creadores, en Sitges, tras su paso por la Mostra de Venecia, donde tuvo su premiere mundial, justo 10 años después de que el bilbaíno obtuviera el León de Plata por Balada triste de trompeta. Tanta coincidencia y tanto número redondo asusta más que una profecía de Nostradamus, y no es para menos: La Bestia ha vuelto.

Raíces bíblicas

Las 30 monedas del título son por supuesto aquellas por las que Judas vendió a Jesucristo, cuyo martirio aparece escenificado en los títulos de crédito. Según el director bilbaíno, “se trata de una crucifixión un poco extraña, porque Jesús aparece riéndose en la Cruz. Es algo casi blasfemo, pero al mismo tiempo es como si fuera algo que no nos han contado. El grandioso triunfo de Cristo que resucita y triunfa sobre la Muerte. La única manera de triunfar sobre la Muerte es reírse de ella”.

Son palabras más enigmáticas que el Código Da Vinci, y que sólo pueden acabar puntuadas por un trueno y una risa maníaca. Desentrañaremos su sentido a medida que vayan cayendo los episodios, que vendrán a cuenta gotas, de uno en uno, privándonos de maratón.

De momento, sólo podemos hablar de lo que hemos visto, que no es poco: 80 minutos, casi un largo. Si Plutón B.R.B. Nero (2008/2009), la primera serie perpetrada por De la Iglesia y Guerricaechevarría, se percibió una prolongación de Acción mutante (1993), esta mucho más prometedora segunda incursión del tándem en lo que no sabemos si seguir llamando televisión se nos antoja como una versión expandida y actualizada de El día de la bestia.

Sobre todo a través del personaje encarnado por un inmenso Eduard Fernández, que conecta con el exorcista armado con recortada al que en su día dio vida el añorado Álex Angulo. Como aquel, el padre Vergara tiene un pasado de exorcista en Roma y está armado hasta los dientes, pero no tiene nada de enclenque. Hablamos de un Eduard Fernández, vigoréxico, boxeador, con el cráneo rapado, barba abundante y mirada penetrante, como si se hubiera transformado en Luis Tosar.

[Sitges 2020] '30 monedas' es puro territorio De la Iglesia

Por algún motivo, ha ido a parar a un pueblo segoviano, donde no puede ser casual que se haya producido otra blasfemia: “Un niño que nace de una vaca en un pueblo llamado Pedraza. No sé a quien de los dos se le ocurrió esa idea, porque Jorge y yo hace tiempo que entramos en un proceso de simbiosis, pero de ahí sale esta historia que nos hemos pasado cuatro o cinco años escribiendo y reescribiendo, pensando incluso en una segunda temporada”.

Al nacimiento asisten, entre otros, la veterinaria (Megan Montaner), de la que pronto sabremos que su marido desapareció, y la propietaria de la granja (una desatada Carmen Machi), que recurrirán a las autoridades del lugar, el atribulado alcalde (Miguel Ángel Silvestre), el sargento de la Guardia Civil (Pepón Nieto), y por supuesto el misterioso padre Vergara, que se perfila como la estrella de la función.

[Sitges 2020] '30 monedas' es puro territorio De la Iglesia

Complot internacional

Paralelamente, en una gran ciudad, asistimos a un violento atraco, perpetrado por un hombre que dispara a diestro y siniestro con la mayor de las indiferencias al estilo Elephant (Alan Clarke, 1989), para conseguir una de las 30 monedas del título. Otra obra en poder del padre Vergara, de manera que nos imaginamos algo en plan “Quien junte las 30 monedas...”.

Enseguida descubrimos que el asesino autómata ha sido teledirigido a lo Possessor por el personaje de Francisco Reyes que, después de encarnar al oficial de las SS de Malnazidos, aquí parece el líder de una de esas oscuras sectas que anidan en el Vaticano. De la Iglesia confirma que lo que ha sucedido en Pedraza está relacionado con “un gran complot internacional a raíz del cual también se darán situaciones en Roma, Jerusalén o Nueva York”.

Si a todo esto le añadimos una terrorífica bestia lovecraftiana que anda suelta por la noche de Pedraza, ya tenemos los mimbres de territorio De la Iglesia para rato: costumbrismo delirante, humor negro, citas cinéfilas, acción trepidante y una estupenda orquestación de todos estos elementos. El bilbaíno suscribe la máxima de Cecil B. DeMille de “empezar con un maremoto e ir para arriba”, y asegura que “hay dos capítulos que son lo mejor que he hecho en mi vida”.

Nosotros no hemos alcanzado a ver el maremoto, aunque sí un efectivo capítulo de presentación, apenas una introducción a los diferentes personajes, a los que hay que sumar a Macarena Gómez, la pérfida esposa del alcalde, que seguro que no verá con buenos ojos la corriente de complicidad entre su marido y la veterinaria.

Sobre la pavorosa criatura, De la Iglesia asegura que siempre ha querido adaptar a Lovecraft: “Y lo haré, es algo que tengo que hacer en esta vida. No será En las montañas de la locura, por respeto a Guillermo del Toro (que lleva años empeñado en ello) o El color surgido del cielo”, que ha sido reciente y modélicamente llevado a la pantalla por Richard Stanley con el sello de Elijah Wood, SpectreVision. “Pero La habitación cerrada o Los hongos de Yogoth podrían ser buenas opciones”.

Por lo pronto tenemos un perturbador aperitivo andante que puede recordar a los monstruos de Alien, el octavo pasajero (Ridley Scott, 1979) y La cosa (John Carpenter, 1982), que no por casualidad (ya que son los mejores tributos no oficiales al horror lovecraftiano de la historia del cine) De la Iglesia confiesa que son sus dos películas de terror favoritas: “Las dos participan de la misma idea de un lugar aislado con un monstruo. En La cosa es un monstruo metafísico, porque son ellos mismos y se transforman todos. En Alien, el monstruo se ve poco. Lo que te da miedo son los pasillos”.

Por lo pronto, son los habitantes de Pedraza los que tienen que lidiar con esa otra cosa, y extrañamente parece que lo único que les preocupa es que no se filtre a Instagram. “Quedaríamos como unos paletos”, dicen. “La cosa” promete.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento