La compañía papelera Dunder Miffin Scranton de Pensilvania (EE UU) busca candidatos para cubrir un puesto de máxima responsabilidad. Los requisitos: ser irresponsable, egoísta, mediocre y, sobre todo, tan gracioso como Steve Carell. Según las últimas noticias, la séptima temporada de The Office, la versión estadounidense de la serie de Ricky Gervais, podría contar con un nuevo mandamás en la oficina supliendo la baja del actor de Virgen a los cuarenta.
Los candidatos al puesto son dos: por un lado, el sólido y contundente Danny McBride (en la foto), a quien hemos visto en filmes como Tropic Thunder y en la serie baloncestística de Will Ferrell, De culo y cuesta abajo. Y, por otro, Rhys Evans, acostumbrado a las técnicas más modernas de márketing gracias a la epopeya musical Flight of the Conchords.
Pero se plantea otra posibilidad, y es que hasta en una empresa como Dunder Miffin Scranton hay posibilidades de ascenso para los empleados veteranos. Paul Lieberstein, responsable del show para la cadena NBC, ha apuntado que el reemplazo de Carell podría venir del reparto habitual de la serie, mientras los pronósticos de los fans señalan a Rainn Wilson (el maniático Dwight Schrute) como candidato más probable.
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