Lo que necesitas recordar de 'Sex Education' antes de la segunda temporada

Hace poco más de un año, la comedia dramática de Netflix, Sex Education (Laurie Nunn, 2019), abría un nuevo e inexplorado campo dentro de la categoría de las series adolescentes de instituto. Si bien las relaciones sociales, amistosas y amorosas se desarrollan como en cualquier otra serie de esta temática, Sex Education se diferencia desde un primer momento por el contenido educativo sexual que irradia desde el mismo capítulo piloto.

La serie se centra en la vida de Otis (Asa Butterfield), un chico de 16 años que, criado por una madre sexóloga, Jean (Gillian Anderson), y con un trauma sexual aún sin resolver, encuentra dificultades personales para explorar su cuerpo al ser mental y físicamente incapaz de masturbarse. Pensando en sí mismo como un problema aislado, Otis descubre a lo largo del año escolar que sus compañeros, amigos y parejas tienen otros tantos problemas y dudas relacionadas con este campo, tan amplias y diversas que le llevan a entender que no hay una única y correcta sexualidad.

Este descubrimiento le motiva a montar, junto con la chica rebelde del instituto (y de la que está enamorado), Maeve (Emma Mackey), una clínica de terapia sexual para aconsejar a aquellos que soliciten sus servicios, la cual triunfa gracias a los conocimientos que Otis ha adquirido de su madre.

Esta primera temporada finaliza de manera un tanto agridulce, dejando entreabiertas varias tramas con futuros inciertos para algunos de los protagonistas principales, al contrario que la de Otis, la cual capitula con un final feliz muy esperado por los espectadores.

Maeve, sin embargo, se enfrenta ahora a una posible expulsión del instituto, debido a la inconsciencia de su hermano, concluyendo así su futuro académico. A pesar de los intentos fallidos de Jackson (Kedar Williams-Stirling) por chantajear al director Groff (Alistair Petrie) por la permanencia de esta en el centro escolar, el futuro de Maeve pende de un hilo.

Así como su relación con Otis, la cual es muy posible que se desarrolle con infinidad de altibajos a lo largo de la segunda temporada. Lo que está claro es que, una vez confirmados los sentimientos de Maeve por su amigo, esta próxima temporada jugará con un triángulo amoroso entre Otis, su novia Ola (Patricia Allison) y Maeve, el cual podemos fácilmente imaginar cómo es posible que se resuelva. Guiño, guiño.

De la misma manera, podemos tratar de prever qué es lo que ocurrirá con Adam (Connor Swindells), quien ha sido inscrito por su padre en una academia militar. El final de la primera temporada nos sorprendía con un intenso y secreto romance entre Adam y Eric (Ncuti Gatwa). Por lo que sería una verdadera pena si en esta próxima no explotaran esta relación, la cual contra todo pronóstico, ha resultado ser un maravilloso plot twist, sobretodo en el currículum de un abusón como Adam.

Por otro lado, la madre de Otis tiene dos frentes abiertos. Uno de ellos es Jacob (Mikael Persbrandt), el fontanero por quien derriba sus barreras sentimentales y con quien parece que iniciará una relación seria. El otro frente, es la publicación de un libro sobre las prácticas (no) sexuales de su hijo, el cual en el caso de hacerlo le traerá enormes problemas éticos y materno filiales que darán mucho de lo que hablar.

La segunda temporada de Sex Education ya está disponible en Netflix.