¿Por qué merece la pena ver SKAM España?

Amira, Cris, Nora, Eva y Viri se despiden de los espectadores regalándonos cuatro temporadas de fuertes críticas sociales, feminismo y respeto a los derechos
¿Por qué merece la pena ver SKAM España?
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¿Por qué merece la pena ver SKAM España?

[ATENCIÓN: SPOILERS DE SKAM ESPAÑA]

DEJA APARCADOS TUS PREJUICIOS por el género teen. SKAM Noruega se convertía en una revolución en el país escandinavo de 2015 a 2017. Una ficción crítica e imprescindible que mostraba los problemas reales a los que los adolescentes del país se enfrentan en su día a día. Su éxito arrollador hacía que la serie llegara a toda Europa, y finalmente consiguiera adaptaciones en Alemania, Francia, Italia, Estados Unidos, Países Bajos, Bélgica, y como no, en España.

La producción de Movistar+ llegaba a nuestro país con mucho recelo por parte de los seguidores de la original. SKAM España no conseguía unos resultados destacables en la primera temporada, pero se afianzaba con las posteriores temporadas gracias a su formato dinámico, los cambios respecto a la serie inicial y la personalidad arrolladora de sus personajes. Cuatro temporadas después, la ficción se despide de los espectadores.

Actores muy jóvenes que aún tiene que aprender mucho del mundo de la actuación, tramas simplonas o un montaje muy sencillo caracterizan a la producción española. Sin embargo, la serie ha enganchado. Y mucho. ¿Pero qué es lo que tiene para esto? Este es el camino que la serie ha marcado para triunfar en nuestro país.

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Menudo viaje?? ?Publicado el 7 de Junio 2020 Una publicación compartida de amira (@amiratupordonde) el 25 Oct, 2020 a las 2:27 PDT

La fuerte crítica

La serie original se caracterizaba por la crítica hacia el miedo a la persona diferente. La lucha contra la homofobia, el racismo, la gordofobia, el bullying, la bulimia... la producción tocaba todos las áreas polémicas sociales posibles, y hacía que los personajes fueran muy queridos en toda Europa.

Esta crítica se ha postergado en las distintas adaptaciones de cada país, en base a los peligros que confrontan los jóvenes de cada zona geográfica. De esta forma, y aunque la primera entrega en España se mostraba más descafeinada, las siguientes temporadas aumentaban en intensidad y juicios hacia todo lo que la rodeaba. La 2T se centraba en una pareja de chicas (Cris y Joana) e introducía fuertes denuncias hacia las homofobia, así como normalizaba los problemas psicológicos. Por su parte, la 3T se centraba en reprender las relaciones tóxicas y avanzar en la lucha feminista gracias a Nora; y la cuarta se ha centrado en Amira y la búsqueda de armonizar su vida social y su propia religión.

Hay que destacar que la serie tiene momentos brillantes también en otros países, como en SKAM Italia. Martino y Nicòlo frente al Vaticano viven su historia de amor, y no contentos con ello, uno está disfrazado de cura y otro de vampiro. ¿Qué le parecerá a Bergoglio esto tras su recién apoyo a las uniones civiles LGBT?

El crisol de religiones 

La última temporada de SKAM nos ha permitido ver el hermanamiento entre el ateísmo y la religión musulmana. No es fácil comprender la vida de un joven que profesa la religión de Mahoma en nuestro país y es que sus limitaciones, abrazadas como parte de su propia fe, a veces se han enfrentados a los de sus compañeros y amigos. No obstante, Amira y su amistad con las demás miembros del grupo ha demostrado que no somos diferentes, independientemente de nuestras propias creencias.

Los problemas surgían en especial entre la complicada relación entre Dani y Amira, coartada por el noviazgo típico musulmán, pero que ambos estaban dispuestos a asumir. En un alarde de valentía, ambos decidían posicionar sus propia forma de ser y sus valores por encima de todo, algo que nos demostraba el verdadero amor entre ambos y la importancia de ser uno mismo. Un tratamiento de respeto hacia todos y hacia el avance de la lucha contra la xenofobia.

La denuncia de las relacionas tóxicas

Las diferentes temporadas han hecho un repaso por toda clase de relaciones, haciendo hincapié en la toxicidad de algunas y los aspectos saludables de otras. Los problemas de Alejandro y Nora (William y Noora, en la versión original), hacían que su relación se rompiera en la tercera temporada para adentrar a Nora en una mucho más peligrosa. De esta forma, conocía a Miquel con el que la relación pronto se volvía tóxica, con amenazas de subir contenido erótico de por medio. Algo que por desgracia sucede hoy en día en muchas ocasiones. Una forma muy inteligente de mostrar las relaciones basadas en el terror y el amor obsesivo, del que esta conseguía huir en la temporada final.

La dificultad de las relaciones entre personas de diversas religiones, mismo sexo o con personas con problemas psicológicos también han tenido cabida, mostrando lo bueno y lo malo de estas. SKAM siempre incide en los aspectos que nos hacen crecer en unión a otra persona, y en la importancia de querernos y respetarnos siempre a nosotros mismos, para que los demás lo hagan.

La lucha LGBT

Si Isak y Even (con shippeo Evak) enamoraban a medio mundo con su historia de amor muy complicada en la versión noruega, Cris y Joana (Crisoana) compartían una adorable narración amorosa de 'quiero y no puedo'. La visibilidad de distintas orientaciones sexuales conseguía una mayor importancia en España. La confusión y el juego de la propias protagonistas con su bisexualidad marcaba la temporada. La negación, el salir del armario o el odio de las personas homófobas se entremezclaban en un amalgama perfecto.

Sin duda, el distanciamiento con la serie original conseguía que SKAM España obtuviera una mayor audiencia y se diferenciara por sí misma. Nada podía salir mal con la primera historia de amor entre chicas que aparecía en cualquiera de las versiones de la serie, que con sus idas y venidas siempre se ha mostrado fortalecida ante las adversidades.

A esto se sumaba Lucas, el personaje gay que adapta a Isak, quien a través de una serie de vídeos de YouTube denunciaba los problemas a los que se ve sometido el colectivo en España. Así mismo, en la última temporada este vivía una tormentosa y armarizada historia de amor junto a Kasim.

El formato

No nos engañemos, cada vez nos cuesta más mantenernos atentos a la pantalla. Las nuevas generaciones nacen con la inmediatez en las venas. SKAM Noruega nacía como una serie rompedora, en la que los actores quedaban detrás de la televisión para dar protagonismo a los personajes.

Las cuentas en las redes sociales de Eva, Noora, Even... nos mostraban en una simulación de tiempo real lo que sucedía en todo momento, con pequeñas píldoras en forma de vídeos o imágenes. Una ventana hacia la vida de estos jóvenes.

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me conoce y la conozco. ? Una publicación compartida de amira (@amiratupordonde) el 11 Oct, 2020 a las 8:14 PDT

La misma fórmula llegaba a España, con la diferencia de que los actores españoles sí que tenían una mayor presencia por sí mismos. Los pequeños vídeos que salían en su página oficial, YouTube, Twitter, Instagram... conseguían enganchar a la gente que esperaba una pequeña actualización de lo que ocurría en la vida de los personajes. La facilidad de su consumo en cualquier dispositivo y momento hacían que fuera una serie única y de fácil ingesta.

Sin embargo, la pandemia actual de COVID impedía que la serie se desarrollara de forma normal, adaptándose a las nuevas circunstancias. Esto hacía que el último episodio emitido esta semana nos mostrara el fin de curso veraniego de este grupo de jóvenes, a pesar de encontrarnos en Halloween. Pese a todo, la página web oficial siempre nos ha ido lanzado píldoras con nuevas novedades ligadas lo más posible a una normalidad inexistente.

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La música

La serie se ha acercado también a la gente a través de la música. En España es raro no ver a los transeúntes en el transporte público con los cascos, Movistar+ lo sabe y ha sabido encontrar otro filón. SKAM España nos ha descubierto a nuevas promesas de la música como Alice Wonder o Rizha (que posteriormente ha dado vida a Joana en la serie).

La serie no solo ha mostrado talentos innovadores sino que también ha recuperado las canciones de los artistas de moda entre los jóvenes, como C. Tangana, Beyoncé o Billie Eilish, así como de otros con carreras muy largas pero y un corte indie como Zahara o La Casa Azul.

¡Hasta siempre, Losers!

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